Sin rumbo.
Así es como podría describirlo.
Es como si hubiera perdido mi brújula en un paisaje desconocido, sólo acompañada por el silencio.
No puedo recordar cómo fue que llegué a esta situación; dos sonrisas amargamente dulces, palabras acarameladas que escondían su macabro origen y una mirada que podía mostrarte los secretos del universo si estabas dispuesto a pagar el precio.
Podía llevarte a la copa del árbol más alto, entonces te tomaría de la mano y te invitaría a saltar con él. Tu sensatez te dirá que no lo hagas, pero a su lado la izquierda es derecha y abajo es arriba. Al final terminarás haciéndolo.
Durante la caída podrás sentir el aire en tu rostro, tus brazos y tus piernas, y te sentirás libre porque es lo que nos ha dicho. Nos enreda de tal forma que cualquier cosa que diga será cierta a nuestros oídos, lo que haga será correcto y no importa que tan retorcida sea su idea porque la seguiremos sin pensar.
Simples robots sin más que una cuerda en la espalda para que la jale cada vez que se le antoje.
Y nunca nos daríamos cuenta de nuestra sumisa posición. Hasta que se canse y nos arroje al vacío de la soledad y la confusión, donde nos quedaremos hasta que podamos encontrar la luz que perdió nuestro espíritu.
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Vesperum
Short StoryHay veces que sientes tanto que tus propias emociones comienzan a asfixiarte. Gritas pero no te escuchan y hay veces que dejas que los sentimientos te arrastren tan sólo esperando que todo termine. Esta historia es mi vía de escape, mi salvavidas e...
