Los temores de Mia

Capitulo 1

Era una hermosa mañana Verano en New York, el calor es presente y Mia lo nota, es una de las pocas veces que no quiere salir de su carro por la calor.

Mía estaba rumbo a su trabajo acompañada de su amiga Madison. Llegarían tarde pero no era culpa de ellas, había mucha fila en la cafetería y sin café pasarían dormidas todo el día.

A sus 26 años es pediatra en un local de NY, Madison es dentista, el local las dos compartían.

-Mía, apúrate que tenemos que llegar en 5 minutos o estaremos de patitas en la calle- me ánimo mi amiga para que acelerara el automóvil. Siempre que iban tarde la molestaba con eso, aunque ellas tenían su propio trabajo.

-no te esponjes-la mire sonriente- ya casi llegamos!

-oye que aremos este verano?-me miro con una sonrisa de lado-mis hermanos quieren que vayamos a Texas... No iremos a Houston, iremos a Dallas... Si no quieres venir lo entenderé.

-creo que estas vacaciones no estaremos juntas... Lo siento Madison, pero más lo sentiría yo al volver a Houston.

De camino no volvieron a tocar el tema. Su amiga sabía que no era un tema fácil para ella.

Se habían conocido hace 7 años, cuando comenzó su carrera en la universidad como pediatra y compartió habitación con Madison, había trabajado mucho, salía de su trabajo como mesera en una pizzería a las 10:00 nunca tuvo que caminar más de 2 cuadras que era la distancia del campus a la pizzería, gracias a dios, porque New York es un lugar peligros y tarde... No le gustaría volver a pasar por lo mismo una vez más.

Su amiga había tenido una vida diferente a ella, ella no tuvo que trabajar desde los 18 años.

Pidió un préstamo escolar para estudiar, y lo pago con su trabajo, nunca recurrió a su tía.

Sólo habían 4 personas que sabían TODA la verdad. Aparte del que cometió el delito.

-Su vecino. El señor Miller

-Su amiga Madison

-Su psicóloga

-El director de su Universidad

La familia de su amiga siempre la habían tratado como una hija más. siempre había pasado las Navidades con ellos, pero ellos sólo conocían una mitad de su triste y espantoso pasado, el cual no le desearía a nadie.

-Mía!-Madison le paso la mano por delante de su cara- Por mi precioso culo! Te acabas de saltar un semáforo, en que piensas?

-Lo siento Madi- me concentré más en la carretera y no en mis pensamientos- ya sabes, lo de siempre...

-Siento mucho habértelo recordado, ya se que no es un tema fácil para ti-en su mirada había tristeza.

-Estaré bien, ya pasó, no hay nada que se pueda hacer-de nuevo ese maldito nudo en la garganta que tanto conocía, había vuelto.

-Como digas, hoy no tendré muchos niños con caries por sí quieres hablar.

-No son niños con caries-la mire mal en broma-son pequeños monstruos con caries!

***Unas horas después***

Caminaba hacia el consultorio de Madison, quería saber si saldrían a almorzar, tenía mucha hambre y no le gustaba almorzar sola.

Abrí la puerta con cuidado y asome la cabeza. Madison estaba al celular. No se había dado cuenta que ella estaba hay.

-No Jack, no iré, sabes que Texas es el pasado de mía-estaba hablando con Jack su hermano mayor.-se que es diferente lugar pero si ella no quiere ir no irá, yo me quedare con ella aquí en New York o iremos a algún lugar...

Cerré cuidadosamente la puerta y le pedí a la asistente que le digiera a Madison que la esperaba en el restaurante de siempre, que no se tardará.

Sentía que soy una mala amiga, en menos de un mes estaríamos en verano y sacaríamos una semana de vacaciones, y ella no iría a Texas porque yo no quiero ir. Pero no puedo ir, hace 8 años había escapado de Texas, del cuidado de mi tía y no quería volver.

No era fácil volver al lugar donde mi vida cambió.

Me senté en una mesa del restaurante y a los minutos llego Madison.

-Porque no me esperaste?-se sentó y vio el menú- estas bien Mía?

Seguí mirando el menú y intente sonreír.

-si, estoy bien, no sabía si estabas con un paciente.

-no mientas, vi cuando cerraste la puerta, escuchaste todo?

-creo que sólo una parte.., lo siento-fui sincera.

-no te preocupes, además si tu no vas yo no voy-cerro el me miro con sus grandes ojos verdes.-somos una, recuerdas?

-somos una-sonreí, eso ella lo había dicho el día que le conté TODO "somos una, siempre estaré para ti" y eso me había llegado al corazón.

-entonces donde iremos por una semana?-volvió a abrir el menú y siguió viendo que comer

Me arrepentiría luego de lo que diría, tal ves sufriría por lo que aria pero yo se que en el fondo ella quería ir a Texas, ella lo había dicho.

-entonces eres de Texas?-ajua grito fingiendo ser vaquera-me encantaría ir a Texas a bailar country y todo eso, ya sabes, tomar mucho tequila... Ya sabes"

Había reído con eso ese día, el día que nos conocimos.

-Iremos a Texas-Madison se puso blanca y me observo como si estuviera observando un fantasma.

El Mesero llego apenas Madi iba a hablar. Arruina momentos.

-Buenas tardes, bienvenidas a Bensi, que desean ordenar?

-Una jarra de sangría-soltó Madison todavía pálida, la verdad es que la necesitábamos, era un tema delicado.

-claro, en un momento la traigo-sonrió y se marchó.

-Estas segura Mía?-su color estaba volviendo a su cara-sabes que....

-será a Dallas-intente sonreí-es un lugar diferente, no?

Un nudo en su garganta amenazaba con salir. Ya habían pasado 8 años. Pero lo sentía como si viera sido el día anterior.

-bueno, hablare con jack, puedes cambiar de decisión, si quieres-el mesero llego con la sangría a pedir nuestra orden.

La conversación sobre Texas había terminado.

****************

-Que pensaste ayer cuando te dijeron que si querías ir a Texas?-la señora Roberge, su psicóloga ya se había enterado de su futuro viaje a Texas.

-Pensé en mi familia-Recordé a Aaron-en el, y en mi tía-ese nudo en la garganta lo odiaba más que a mi periodo.

-Pensaste en tu padrastro?-pregunto mirándome a través de los lentes.-sabes que el esta en prisión, no tienes nada que temer.

-algún día saldrá de prisión-ese nudo se soltó, tendría que aprende a atarlo bien-y ese día vendrá por mi.

-porque piensas eso?-habían días que estas preguntas me incomodaban

-porque el me lo dijo-baje la mirada-creo que por hoy es suficiente, doctora.

-como tu quieras está bien pero recuerda Mia, no tienes nada que tener, tienes que afrontar tus miedos y ser feliz.