💛Tarta de limón💛 [♡DIP♡] [ONESHOT]

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Definitivamente sus ojos eran atemorizantes, e intimidantes, de un rojo vivo incandecente, mirada feróz, y un genio (ironicamente) de los mil demonios, ser el nuevo de la clase tampoco mejoraba su caracter, simplemente era como vertír gasolina sobre un fuego que era inextinguible, un fuego que sentía crecer entre sus manos, que le era casi imposible controlar, ser el hijo de Satanas y el anticristo a su vez requería mas que agallas, requería un temple de acero, el cual era conciente le faltaba mucho manejar, pero ese día simplemente no pudo evitarlo ni controlarse por mucho que su conciencia se lo rogace, el día en que los demás chicos lo apartaron y comenzarón a llamar "el chico limón" debido a su amarga forma de ser...
Las llamaradas ardientes y rojas, reflejandose en tan peculiares orbes, cubrieron por completo el aula de computación, llevandose a su paso todo rastro de la instalación, los equipos de computo fueron incinerados en su totalidad, por suerte (mala para él) no resultó ningun compañero herido, huyeron a tiempo de las abrazadoras llamas infernales que envolvió en minutos el ahora inexistente aula, nunca dieron con el responsable del inicio del fuego, ni de donde se originó, y estaba bien, al menos de algo estaba seguro, la gente en South Park era estupida, mas que estupida, era ignorante, y eso reforzaba su idea de que cada alma en esa ciudad merecía morir, para ser sus esclavos en el sufrimiento eterno del infierno, una reafirmación a su inquebrantable ego demoniaco.

A pesar de tener poderes cuantiosos y una mente avispada, seguía siendo hijo de Satanas, y las ordenes impuestas por el supremo del infierno eran obedecidas al pie de la letra, Damien llevaba casi tres milenios disfrutando del sufrimiento humano, ejerciendo inimaginables torturas a las almas que iban al infierno, era a su modo "feliz", pero llegandolo a pensar, Satanas sabía que su único hijo era extraordinariamente malvado, la empatía no cabía en su corazón, lo veía en los ojos sádicos que este poseía, sediento de sufrimiento y dolor todo el maldito tiempo, algo en Damien no estaba del todo bien, Damien tenía que aprender que no todo era tortura y diversión, tambien era organización y sorprendentemente; compación.
Damien tenía que convivír con los seres humanos, aprender de los sentimientos, y tenía que hacerlo con los seres mas puros e inocentes que en la tierra existían: Los niños.

Nada mas alejado de la realidad, el cuarto grado, a los ojos siniestros de Damien, era peor que el infierno, burlas, rechazos, cuchicheos a sus espaldas, y sobrenombres crueles, el anticristo jamás había vivido algo así, sentír ese rechazo constante sencillamente por lucír un poco diferente confirmaba solamente su aberrante odio hacia la humanidad, y ahora especialmente hacia los infantes, definitivamente disfrutaría muchisimo volver a el infierno a torturar a alguno de los escasos que llegaban de vez en cuando a las llamaradas ardientes del averno.

-Bien chicos, hoy formaremos equipos de 4, por hoy les daré la oportunidad de escojer a sus compañeros -mencionó el que fungía como profesor de la clase, el señor Garrison, pasando a escribir algunas notas en la pizarra al terminár sus palabras.

-¿Puedo juntarme con ustedes? -pronunció una dulce voz con acento peculiar.

-Por supuesto que no francesito, ya estamos  completos -el chico de ushanka verde rodó los ojos para así evitar la replica del otro.

-¡Que no soy francés! Ya se los e dicho muchas veces -el tono elevado fué percibido por Damien, que se encontraba escasas sillas adelante.

-Ajá, ya te escuchamos ahora vete que no hay espacio para maricas -la voz ronca de Eric Cartman añadió para así terminar de ahuyentar a el chico solicitante.

Como era de esperarse, Damien ni siquiera hizo el minimo esfuerzo por conseguír equipo, los odiaba, los odiaba tanto, prefería trabajar solo y eso no era nada nuevo.

-Al parecer Pip no conseguiste equipo -mencionó el señor Garrison dirijiendose a el chico de antes.

-No, bueno, la unica persona que trabajaba conmigo se fue hace unas semanas -Pip mencionó apenado, con cabeza gacha y evitando lucír mas patetico.