DANIELA

Daniela, era como todas las niñas. Risueña, carismatica, soñadora. Bueno, quizá, era un poco difernente. 

Daniela no podía salir a jugar bajo la lluvia, no podía comer cualquier cosa, no podía ejercitarse de mas ó enfermaria.

Daniela, no tenia un larga cabellera. No, tenía en realidad, una resplandeciente calvita que ella adoraba acariciar cuando algo la intrigaba. Tampoco tenia cejas o pestañas, pero tenia hermosos ojos cafes qué brillaban al descubrimiento de algo.

Dani,(como le gusta que la llamen) no tania piel blanca como el alabastro,(en realidad ni si quiera sabia que era eso) ella poseía una sueve piel morena qué encantaba a mas de uno.

Dani, siempre quizo saber que había detras de la puerta purpura. La dichosa puerta pertenecia al consultorio de la doctora Alice, su pediatra. Una mujer pelirroja y dicharachera que simpre tenía una sonrisa tatuada en el rostro.

Cada dia de revisión, Dani, soñana con lo que habia detras de la puerta purpura. Aveces creia escuchar aves cantando(¡pajaritos!) en otras ocasiones escuchaba desgarradores gritos. (¿la doctora tendria una mazmorra para los pasientes mal portados?) No sabia nada sobre lo que pudiera haber dentro; la doctora era muy celosa con aquella información.

No habían sido ni una, ni dos, ni tres, las veces en que habia preguntado sobre el tema, al contrario. Simpre que la visitaba la misma pregunta asaltaba a la medico pero ésta la esquivaba eficientemente.

El misterio de puerta purpura la superaba, pero no la acobardaba. Daniela, esta dispuesta a saber qué era lo qué resguardaba aquel enigmatico porton purpura.