Baby Doll

One; Fetishist

—Aún no logro comprender tu extraño fetiche por el cross dressing.

John vuelve los ojos, dando un sorbo a su whisky.

—Creas o no...—le quita el vaso y bebe de él—, no soy el único. Además fuiste tú el que me propuso ir a un club de BDSM.

—Sí, lo sé—vuelve a arrancar el baso de las manos del otro—, pero fue sólo por capricho tuyo.

—¿Capricho mío?—frunce el ceño, sin entender.

—¿No querías un nuevo bebé?

Brian rueda los ojos, aún con el ceño ligeramente fruncido.

John no vuelve a decir palabra después de eso, tal vez porque se cansa de hablar del tema o porque simplemente sabe lo que le conviene.

Minutos después de no decir nada, habla.

—Aún así quiero saber; ¿por qué te excita tanto?—se inclina sobre la mesa frente a ellos—digo, son sólo chicos vestidos de chicas, no hay más.

—¿Quieres dejar el tema?—susurra, impaciente.

—¡Es que me parece muy raro!—Brian lo golpea en cuanto termina de hablar.

—Ya grítaselo al mundo entero.

—¿De tu fetiche sexual?

Brian le da una mirada glacial, haciéndolo detenerse en el acto.

—Mejor no hacemos nada y te quedas en tu casa follando a más no poder—lo dice en voz alta, para que los que pasan al rededor lo escuchen.

—Que hijo de puta.

Brian reprime su risa.