problematic ☆ kookmin

[ Preludio ]

Bueno, las cosas comenzaron muy normales entre ambos. Se conocieron al ingresar a la escuela primaria, se dieron una mirada cuando iban camino al salón de clases y se preguntaron si querían ser amigos. No había mucho que agregar allí. El inicio era bastante común y corriente, como cualquier amistad que iniciaba entre dos niños de seis años, pero el desarrollo... Ese si que era interesante.

— ¡Vamos, Jungkook. Escapemos de la escuela!

Lo recuerda bastante bien porque era el primer día de clases y las madres de ambos los habían ido a dejar hace menos de media hora a la puerta del recinto. Ni siquiera habían puesto un pie en el salón y ya parecía que todo se iba a convertir en un montón de problemas para ellos dos.

— Pero, Jimin... Nos van a regañar...

Y el chiquillo, de cabello oscuro en ese entonces, le regalo una sonrisa encantadora que le flechó desde el inicio. Su yo del pasado no tenía idea que desde que se conocieron se le haría imposible decirle que no a esa cara de mejillas regordetas y ojos que desaparecían al sonreír.

— ¡No si no nos descubren! 

Y así comenzaron las aventuras del par que se resumían en Jimin arrastrando a Jungkook a situaciones que siempre traían problemas. Ese día treparon la pared de la escuela con ayuda de un árbol que había sido plantado cerca de esta y saltaron al otro lado como si nada. Al estar afuera lo primero que hicieron fue gastar la mesada que le daban a ambos en helados y dulces, pero no contaban con que a la gente se le haría muy raro ver a dos niños de esa edad solos por las calles y llamarían a la policía. Antes de que se dieran cuenta ambos fueron llevados a la comisaría más cercana y sus madres tuvieron que ir a buscarlos.

— Jeon Jungkook —le regaño su madre claramente enfadada—. ¿Qué significa esto? ¡Pudo pasarte cualquier cosa!

— Deberías estar avergonzado, Park Jimin —decía por otro lado la madre de su nuevo amigo—. Yo no te crié así.

Los sentenciaron a un mes de castigo sin televisión. Ambos bufaron, pero era lo menos que podían esperar. Al otro día, cuando se encontraron en el salón, Jimin le saludo a lo lejos con energía y corrió a su lado para abrazarle. Claramente Jungkook se sonrojó por completo.

— ¡Ayer fue muy divertido! ¡Hay que hacerlo de nuevo!

— Pero nuestras mamás se enojaron mucho y nos castigaron...

— Eso es porque nos descubrieron, así que hay que encontrar un escondite para ambos, ¿qué dices?

Y de nuevo estaba allí esa cara con ojos encantadores que lograba hacer que el pequeño corazón de Jungkook comenzara a latir con fuerza. Quería negarse porque no le gustaban los problemas, pero era incapaz de decirle que no si se trataba de ese pequeño chico.

— Está bien... Está bien, Jimin.

En conclusión, el mejor amigo de Jungkook era bastante problemático.  

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Nota: Igual quién podría decir que no a este bb.