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Hola, Soy Park Ji Min. Tengo 19, Soy De Baja Estatura Y Personalidad Perfecta (Eso Dicen Mis Amigos), Y Mi Historia Es Algo Clásica Pero Rara A Tal Punto. Mi Historia De "Amor" Que Por Cierto Llegaba A Negar Empieza Con Una Pregunta.

¿Te Puedes Enamorar De Esa Persona En Quién Confías?.

[Primer día de preparatoria.]

La alarma sonó, dándome a entender que lunes ya había llegado, que al fin empezaban las clases y que al fin era el comienzo de una nueva etapa en mi vida. La preparatoria. No lo niego, andaba que me moría de los nervios, no es como si entraces en la primaria y conocieras a niños lindos y sin que la pubertad les diera un madrazo, era la etapa donde todos ya tenían novia o novio, incluso hasta algunos virgen, ya no eran. En esos tiempos yo era como un unicornio. En mi corta vida de 16 años solo he tenido 1 novio, al cual ame con locura y le entregué hasta lo peor de mi, pero jamás le entregué mi "semilla" como mi madre lo llama.

Me levanté de mi tan cómoda cama que me decía "mi amor, no te vayas. Sé que me amas." Pero con todo el dolor del mundo tuve que dejarla, con los pies descalzos me fui al baño, que conste que primero hice mis necesidades y después me di un baño con agua fría para que el sueño se me espantara.

— ¡Mamá! — grite mientras bajaba las escaleras. — ¿Sigues aquí? — dije mientras entraba a la cocina, llevándome por sorpresa que mi madre ya no estaba. — Veo que no. — dije para mí mismo, en tono triste. No solía ver a mi madre muy seguido, ya que trabaja en una empresa de modas, si no me equivoco de la familia Kim.

Después de un desayuno liviano [para no engordar] salí de casa, con mi celular en la mano y con los audífonos ya puestos. El transcurso de mi casa a la preparatoria era de al menos 6 calles, no estaba tan lejos. Al estar afuera de esta, vi a Lisa, mi mejor amiga desde hace ya 13 años. Si, nos conocemos desde niños con mocos.

— ¡Pequeño! — se lanzó a mis brazos, Lisa era casi igual que yo, ambos éramos personas locas con poco juicio que no nos importaba pasar pena con tal de divertirnos.— ¿Cómo estás? No has crecido nada. — se limpio una lágrima falsa, mientras yo bufaba.

— Lisa, ayer nos vimos.— Rode los ojos.

— ¿Y? Pensé que crecerias en estas horas, pero creo que mis esperanzas son muy pocas. —

Empecé a caminar, adentrantome al gran colegio donde solo personas con dinero entraban. No soy de dinero pero tengo recursos fuertes.

Como ya había entrando antes, no me costo encontrar mi casillero, que por suerte estaba al costado del de Lisa.

— No te veo nervioso. — dijo sacando el libro de historia.

— ¿Debería? — Ella Asintió, Mientras Yo Cerraba Mi Casillero. — Lisa, recuerda cual es nuestro propósito, no venimos aquí a divertirnos — me lanzo una mirada obvia — Bueno quizás a divertirnos un poco, pero aún así tenemos que estudiar y esforzarnos, esto no es un juego. No nos venimos a enamorar. — Gire mi cabeza para verla, pero ella ni atención me tomaba, estaba idiotizada por un chico de cabellos castaños oscuros y piel bronceada. — ¡Lisa! — Grite para llamar su atención, al cual ella pego un brinco por el grito.

— Si, si. Desmadre, estudiar, puteria. ¿Me permites? Quiero ir a ver a esa hermosura de cerca. —

La descarada se fue, dejándome solo en medio de puro mono antes de evolucionar. Me volví a color mis audífonos para alejarme del silencio molesto de chicas suspirando por ese idiota llamado "Jackson". Niñas Con Celo, Los Chicos De Ahora Solo Buscan Sexo Y Ya.

Empecé a caminar en dirrección a mi salón, mi mirada era alta. Y es que siempre he sido así, jamás me deje intimidar por alguien, siempre fue valiente y un tanto rebelde y está no sería la excepción. Entre a mi salón donde ya habían chicos y chicas sentados y en grupos platicando alegremente, mientras la tonta de mi mejor amiga está a babeando por el Mono ese.

Mi costumbre era sentarme al costado de la ventana, donde por suerte toda la fila estaba sin ocupar, deje mi mochila en la silla que estaba en medio, y me senté en la paleta de esta.

Después de 5 minutos el timbre sonó, dando entender que las clases y el primer día había empezado, Lisa entro acompañada de Rose, otra de nuestras amigas. Y si, soy gay por si eso dudaban, pero no por eso quiere decir que no puedo darle alguna mujer, aunque también tengo amigos hombres, Seok Jin es uno de ellos.

— Ya Venimos — Lisa se sentó enfrente mío, y Rose a mi lado. Dejando un lugar atrás mío.

El maestro entro, un viejo gordo y algo canoso. La clase empezó y yo estaba muy concentrado, hasta que toques en la puerta hizo que perdiera la concentración, maldiciendo a la persona fuera vi que abrían la puerta dejando entrar a la directora y un chico pelinegro, alto con mirada profunda y serio. Le dijo unas cuantas cosas al maestro, para que esté nos llamará.

— Chicos, tenemos un nuevo compañero de transferencia. — Fijo su mirada en el chico — preséntate. — el chico de mala gana, asintió.

— Soy Jeon Jung Kook, tengo su edad. Soy de Busan, pero he venido aquí por el trabajo de mis padres, cuiden de mi. — El maestro le hizo señas para que se fuera sentar, y habiendo tantos lugares desocupados, se fue sentando detrás mío. Solté un pesado suspiro.

La clase prosiguió, hasta que terminó. Me levanté mientras recogía mis cosas, y las chicas ya listas hablaban entre ellas.

— Vamos. — dije pasando enfrente de ellas, pero no me siguieron. — ¿Pasa algo? — ellas inmediatamente negaron.

— Está guapo el nuevo ¿No? — dijo Rose.

— ¿Tú también? Dios, hemos venido a estudiar, no a ver quién les quita la virginidad. — dije agobiado mientras guardaba mis cosas.

— Ya Jimin, disfruta un poco la vida. —

— No, Y vamos ya. Tenemos clases de química.— ambas se quedaron viendo. — ¿Que?.

[...]

Y ahí estaba yo, entrando solo en el salón de química. Nada podía ir mal ahora ¿Verdad? Al entrar me percate de algo, solo había un lugar sin ocupar y era el que estaba al lado de Jeon. Mierda, nada podía ir peor. Primero mis mejores amigas me dejan solo en esta selva donde yo soy un animal un poquito domesticado y ahora tenía que sentarme al lado del chico roba suspiros del colegio.

Me acerqué y sin hablar me senté a su lado. La clase estaba por acabar hasta que el maestro se le ocurre la grandiosa idea.

— Chicos, para que se conozcan mejor. Harán el siguiente proyecto de la página 56 de su libro, y será en parejas. — murmullos se empezaron a escuchar. — Callen ya. Su pareja para el proyecto será su compañero de a lado—

Mierda.

Somos Amigos. [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora