Parte 1: Melodías del ayer.

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  "A veces puedo contemplar una sombra en mis sueños llamándome por mi nombre, todo está en completa oscuridad pero aún así logró reconfortar mi alma al saber que esa cálida voz me protege de algún modo de mis pesadillas.
  Suele entrometerse en mi mente, sin embargo estoy feliz de tenerlo..."


  Desde que comencé a adecuar mi vida en Vesuvia todo esta calmado, mis clases fueron arduas para convertirme en lo que soy, me costaron bastante empeño y dedicación estos últimos años.      Conocer a tanta gente con o sin mi maestro, llamado Asra, me dio múltiples oportunidades para descubrir el mundo que rodea a cada persona... porque no conozco a familia, o eso recuerdo.

  Mis pensamientos son vagos y casi no tengo memorias sobre la mitad de mi vida, al ser una maga debería creer que estoy bajo un hechizo o algo por el estilo, aunque Asra se niega a mostrarme manuscritos por temor a que tanta información de tope fuera peligroso para mi integridad, cosa que dudo en su totalidad.
  Tiene esos aires de responsabilidad, se preocupa por mí y actúa muy cercano a lo que sería un hermano mayor, nuestras edades no son distantes. Tengo entendido que solo me saca 3 años de diferencia.

  Nuestros conocidos con frecuencia nos saludaban y si eran mercaderes, regalaban una fruta o algo por el estilo, simplemente me veo forzada a aceptar por cortesía aunque existe en mi el temor de que se complique el negocio si las tomó gratis.

-Nyxhie, buenos días y tu maestro?

-Está de viaje, tiene que volver en unos días.

-Que mal, iba a mostrarles esto pero a lo sumo te debes sentir sola así que te los doy de mi parte. -

  El panadero extendió sus brazos para acercar unas rebanadas de pan en mi dirección (nuestra comida favorita del mercado que tanto nos gustaba, su preparación llevaba un ingrediente que adoraba). Acepté el regalo pero a la vez deje unas cuantas monedas en su mostrador.

-Agradezco su generosidad pero no lo veo conveniente si tiene una hija enferma, señor.
Luego pasaré a dejarles unas pociones para que se recupere en su totalidad-

  Me despedí, preparando para cargar otra vez las grandes bolsas que traje con víveres.

  Mi mente últimamente estaba en un caos de identidad, los viajes al otro plano se veían más extraños de lo usual y solo en ciertos puntos encuentro una especie de tótem atado con un texto inteligible más las decoraciones que equiparaban mi atención.

  Debo consultar con el dueño de esta casa la próxima vez que lo vea, pensé.
 Entre pequeños lapsos trate de forzarme a mi misma al recordar algo pero no hubo un avance, cosa que me molestó. Luego de unos minutos, recobre el sentido para darme cuenta que ya nos encontrábamos a mitad del día, olvide almorzar pero no me interesó.

  Un golpe a la puerta me desperto de mi trance a lo cual fui a atender moviéndome con agilidad, busque pero nadie se presento, saqué todo mi cuerpo para tomar aire y mirar extrañada quien interrumpió mi momento.
  En las afueras no había ni un alma en la calle, regresé sin más y al momento de cerrar con llaves una figura se apareció en mi espalda tomándome de sorpresa, éste sostenía mis brazos que buscaba desquitarse con él.
  Contuvo con una mano mi boca la cual estaba a punto de gritar, solo pensaba en conjurar un hechizo mágico de defensa.

-Shh, no te haré daño, así que calmate- susurró una voz que había escuchado antes, sin recordar de donde.

-Soeltame, merda.

  Mis palabras a penas podían escaparse del agarre, volviendo mi habla chistosa.

-Oh, qué tenemos aquí? Es la primera vez que te veo, muchacha y la verdad no me desagrada encontrarte.

-Eso debería decir yo, con la parte de "desagrada".
 
  Miré de reojo, era un pelirrojo con cabellos desordenados que doblaba mi estatura, su rostro estaba escondido bajo una máscara con la forma tétrica de un pájaro.

-Disculpa, no me presente, soy el Doctor Jules... encantado.

  Ocupo el tiempo sacándose lo que cubría su cara,revelándose así como un hombre ojos grisáceos que me llamaba la atención al ser tan apuesto y de buen porte.

-Soy Nyxhie, aunque, fuera de estar encantada... déjame preguntar ¿Cómo mierda entraste?

-Ehem, tengo mis métodos.-
  Sonrió victorioso de alguna forma.

-Como sea, qué buscas para asustarme de tal forma.-

  Miré curiosa.

-Necesitó respuestas, tu maestro puede ayudarme,o eso creo.

  No estaba completamente seguro por lo que veía.

-Temo decirte que él no se encuentra ahora, pero si quieres dejarle un recado...

-El ya sabrá que lo estuve buscando en su momento pero, realmente necesito respuestas... ahora más que nada.

  Interrumpió, su tono de voz se fue desanimando mediante continuaba su habla, en un imprevisto sonrió de nuevo.

-Creo saber a lo que te refieres, pero... ¡No robes nada!

  Señalé con mi dedo como advertencia y fui directo al cajón donde mi querido maestro guardaba documentos, dude si eran muy importantes o no.

-Soy un caballero. ¡Eso dañaría mi reputación!

-Irrumpir en mi casa, aparecerse de la nada... ¿Es lo que hace caballero?

  Reí con fines de molestar.

-Señorita, es una gran pensante, vaya premio se saco su maestro.

  Devolvió el ataque, logrando que me sonrojara con tan solo pensar en lo que me dijo.

-Él no tiene nada que ver...

  Bajé la mirada apenada.

  Siguió buscando y leyendo cada papel que tocaba con gran velocidad sin resultados por lo cual venía, pude apreciar la confusión que sobrellevaba.

-No hay nada que me ayude... debo irme antes de que anochezca.

Murmuró buscándome con la mirada, frente a frente, robo una de mis trenzas, inspeccionando.

-Bastante bonita, ¿tu la hiciste?

-¿Quién más?- dije sarcástica.
-Gracias, espero que toques la puerta la próxima-

-Volveré, ya que tengo asuntos que tratar en Vesuvia.-

  Esbozó una sonrisa suspicaz, al segundo desapareció de mi vista. Seguí con mis ojos su partida.

  De forma melancólica fui directo al mostrador tratando de pensar sobre lo que sucedió.
  Hacía un tiempo, mejor dicho semanas, fui contactada en este preciso lugar para ser parte de una investigación.

  Nadia la Condesa buscaba mi ayuda para dar con el paradero del asesino de su marido, en la determinada noche que se realizo la Fiesta de Máscaras hace 3 años.
  Luego de visitar por primera vez el palacio la semana anterior, me perturbo un hecho que presencié en tal lugar.
  Los perros del ya fallecido Conde Lucio, Melchor y Mercedes me llevaron a recorrer la habitación de su amo pero el aura de esa parte del palacio me inquietaba.

  Hay un secreto que no quiere salir a la luz, también, algo más que capto mi atención fue el cuadro que exponen en su sala, una cabra blanca semi humanoide con ojos rojos, éste dibujo me recordó a algo en particular.
  Comencé una pequeña búsqueda en uno de los cajones de Asra y encontré un mazo que contenía cartas del tarot. Hallé lo que me parecía familiar, la carta representativa "The Devil" era similar al monstruo que se me apareció en el pasillo del palacio, en esa misma ocasión.

  Algo me estaba comenzando a cuadrar pero no pude sentirme segura...

  Tiré todas las cartas tratando de leer mi suerte, mi intuición me quería decir algo.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2018 ⏰

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Elixir {Julian Devorak x OC} {The Arcana FF}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora