Bad Dream. (HunHan)

Wind.

"Usaré toda mi fuerza para salir adelante y cuando el viento se calme sonreiré como solía hacerlo".

-Bad dream; Don't mess up my tempo; exo.

Sehun no dejaba de sentirse destrozado cada vez que se miraba en el espejo de su habitación cuando en sus sueños, recuerdos de LuHan lo atormetaban como una fuerte ventisca llena de arena que se colaba por sus ojos y lo lastimaban, haciéndolo derramar lágrimas que él jamás pensó que llegarían a salir.

Cada noche, cuando se sentía tan tranquilo a tal grado de dormir con una expresión que no emitía emoción alguna, sus recuerdos más felices se remojaban en arrepentimiento, su cuerpo se paralizaba y el reloj no hacía nada más que tocar su típico sonido de "tic toc" que sonaba más fuerte de lo habitual, de la misma manera que lo hacía como cuando aún estaba con LuHan.

Su rutina se basaba en dormir de la manera más cruel que le era posible debido al insomnio que lo torturaba y levantarse en la mañana, saliendo deprisa sintiendo temor de sus mismas emociones hechas un hilo enrredado transformándose en un asfixiante nudo en la garganta que lo orillaba a un enorme mar de lágrimas. Le parecía una desgracia tener que ver a LuHan en la universidad y el trabajo sin tener derecho alguno de acercarse a él y escuchar su nombre a través de la voz que tanto amaba.

El dolor se sentía como si estuviera cayendo de un precipicio.

Cuando regresaba a su departamento demasiado cansado, sólo apagaba las luces y cerraba los ojos después de lanzarse a la cama, sin poder dormir.

Quizás estaba un poco paranoico por el estrés, sin embargo él aseguraba escuchar como el viento soplaba a través de su ventana; como cuando LuHan se levantaba a abrirla para refrescarse con el frío viento todas esas veces que llegaba a quedarse a dormir con Sehun y mantener relaciones.

Sehun sentía una ligera ventisca y luego el frío colandose por su cuerpo, provocándole escalofríos.

Su mundo se reducía a esos malos sueños donde la presencia del viento lo hacían sentir peor por su ruptura.

Pero aquella situación era su propia culpa, pues había decidido decir adiós pensando que era la única solución a un problema inexistente: su propia inseguridad. El arrepentimiento no tardo en llegar y comenzó a desear que el tiempo regresará para no haberle ponido fin a lo que más lo hacía feliz; aunque eso era imposible.

Sehun sabía que intentar reconciliarse con LuHan sería algo que sólo podría ocurrir en sueños, aunque le parecía irónico pensar que eso pasará. Lo había arruinado y era obvio que el castaño no sería capaz de volver a abrirle su corazón.

Y entonces, nuevamente la rutina se repetía; sus sueños le recordaban el aliento de LuHan cerca suyo cuando dormían juntos y acordarse de la sensación lo apuñalaba.

Ese día, cuando lo observaba a lo lejos como si solo pudiera ser espectador de como LuHan avanzaba sin él, entró en razón.

De verdad se había acabado.

La palabra "terminar", finalmente tenía sentido. Pero Sehun lo necesitaba, el duelo por el que atravesaba resultaba más y más difícil.

Por otra parte, LuHan sabía perfectamente lo que pasaba por los pensamientos de Sehun, pues solo el castaño podía leer al menor como un libro abierto después de años de relación; no obstante, actuaba como si nada, porque él también sufría.

Era bastante notorio que Sehun no quería dejarlo ir, pero lo hizo sin ser consciente de las consecuencias y se torturaba a si mismo dibujando la silueta de LuHan en la oscuridad de su habitación.

Aún cuando pasaron semanas, las palabras de Sehun diciendo "Se feliz" y "olvidame" hacían eco dentro de ambos.

Sehun no podía y LuHan tampoco.

El viento se calmó después de un par de meses y Sehun cito a LuHan en su mismo departamento.

-¿Porqué...? -preguntó LuHan sin terminar la pregunta cuando apareció en la entrada del lugar que conocía casi como la palma de su mano.

Sehun no dijo nada, solo tomo la mano del mayor y cerró la puerta detrás de él, lo besó y en menos de una hora ambos estaban abrazados con cuerpos desnudos sin duda alguna de que ahí era dónde ambos tenían que estar, en los brazos del otro junto a una sabana que apenas y los protegía del frío; no obstante ni el frío ni el viento los dañaban más porque sus corazones se reencontraban en el perfecto consuelo para reponer el tiempo perdido.

LuHan fue el primero en dormir, aferrado al torso del menor.

Y Sehun sonrío.

...