Introducción.

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Caminaba con pasos ligeros por el césped, sin apuro, y con suaves movimientos que hacían a su vestido blanco bailar. La mirada en el suelo, con aquella típica y pequeña sonrisa en su rostro. Apenas estaba amaneciendo. La arboleda no era el mejor lugar a esas horas con la niebla y el suelo mojado por el rocío, haciéndole cosquillas en la parte desnuda de sus pies. Incluso un poco asustada e incómoda se veía encantadora, con sus rizos dorados y aquella mirada salvaje de ojos verdes.

Una gran fuente en aquella mansión de puro resplandor, rodeada de arboles en pleno bosque, dividía el camino en dos, para crear una curva en la entrada. Los pájaros cantaban tristemente y el cielo acompañaba su soledad; luego de eso, todo estaba en silencio. Era muy temprano.

Sintió sus músculos relajarse en cuanto llegó a la entrada de la mansión, pero un escalofrío recorrió su espalda y entonces dirigió su mirada hacia aquel viejo árbol de bellas flores rosas primaverales. Su sangre se congeló cuando observó los cuerpos de Ethan y su hermana en el suelo.

De Blanco y Sangre (Cuento ✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora