El ultimo adios

Carta de despedida

Sabes, la verdad es que no entiendo, como pude ser tan cruel y horrible que no merezca ni siquiera una sola segunda oportunidad. Sinceramente, yo a ti, aún con todo, te habría dado mil y un más.

Tengo que recordarte algo que siempre te dije, yo no soy de rogarle a las personas, sin embargo, tú lo vales todo para mí, y es por ello que no me importa, en lo absoluto, haber roto mi promesa de no rogar, porque ha sido por ti.

Se que ya no hay vuelta atrás, te pedí volver, te pedí seguir pero, claramente tus dolorosos mensajes cortantes me sirven como arma para terminar de aniquilar mi corazón y dejar que poco a poco se desangre. Al final, creo que esto era de esperarse, pues siempre te gustaron las cosas lentas.

Se que esta carta, es la última que leerás de mí y no por que yo así lo quiera, sino porque tu así lo has querido. Tengo que decir que después de todo lo que juntos vivimos, después de todas esas aventuras, esas llamadas, esas caricias e intensos besos bajo explosiones de fuegos pirotécnicos, todo eso será un llano recuerdo en la memoria de ambos. La diferencia mientras tanto radica en que tu lo olvidarás, rápidamente todo eso pasará a la historia, mientras yo reviviré, con un profundo dolor, cada una de esas aventuras. Por todo ello, quiero decirte que realmente lo lamento.

Lamento todas aquellas estúpidas discusiones, todos aquellos amargos momentos, todos aquellos gritos y palabras inútiles que una vez llegaron a lastimar tu corazón, discúlpame por todas y cada una de las cosas negativas que una vez dije.

Perdón te pido hoy, por cada palabra que no quería decir pero que por la emoción del momento terminé por gritar. Perdóname por las veces que te llegué a tratar mal de forma consciente o inconsciente.

Perdón por cada caricia que hice que ahora no quieres ni recordar, perdóname por cada lagrima que por ti he derramado, perdóname por haberme de chico ilusionado pensando en que tu serías mi mayor amor, perdóname por creer que de grande podría tener a esa hermosa princesa que un día vi sonreír, perdóname por haberme enamorado mucho antes de que tú lo supieras, perdóname por aquel día en nuestra niñez cuando no debimos toparnos más, perdóname por todos esos minutos desperdiciados a mi lado entre aquellos mensajes que intercambiábamos una y otra vez, cada un par de años que la vida decidía cruzarnos. Perdóname por nunca haber podido amar a alguien más de lo que lo llegué a hacer contigo.

Perdón te pido hoy, por haberme tan tontamente ilusionado, como un niño que se aferra en un puesto de juguetes, pues habiendo tantos y aun con más vivos colores, querer tener solo ese para el cual él tiene ojos. Perdón por nunca haberme distanciado, al menos no lo suficiente para no volvernos a topar. Perdóname por ese mensaje que respondí cuando nos topamos una vez más por casualidad aquella vez, perdón por ese mensaje que cambiaria el rumbo de nuestras vidas, como quien une un par de tonos para formar un bello acorde, triste es que ese acorde haya terminado en desacorde.

Perdóname por todas esas aventuras que vivimos juntos, perdóname por no haber abierto la boca cuando debí y por no cerrarla cuando debí. Perdóname por ese día que nos conocimos, perdóname por ese momento mágico cuando te vi, perdóname por todas esas veces que te elegí a ti en vez de a otras, perdóname por haberte sido siempre fiel, perdóname por no haberte amado como lo querías o quizá como lo merecías, perdóname por no haber entregado siquiera un poco más de mí.

Perdóname por esas veces que me preocupé por ti, perdóname por esas veces que tan preocupado corría hacía a ti, perdóname por esas veces que temblé de miedo frente a ti, perdóname por esas veces que frustrado triste y cansado me refugie en ti, perdóname por haberme abierto hasta el interior, perdóname por haber sido tú la única mujer que más partes de mí conoció, perdóname por haber desnudado mi alma frente a ti, perdóname por haber sido sincero con cada parte de mí.