Capitulo unico

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"¡Embustero!¡estás mintiendo!¡Lorieth no existe, y tú hablas solo!"

El no recordaba haber hablado solo, y, por tanto, aquella afirmación le parecía absurda; pero estaba demasiado aturdido como para analizar con frialdad aquella nueva información.

Tampoco oyó cómo Lorieth entraba a su casa, cerrando suavemente la puerta tras de sí .La chica, en cambio, sí oyó sus sollozos, y comenzó a subir las escaleras hasta su habitación. Cuando llegó, asomo su cabeza por la puerta.

Descubrió un bulto que temblaba en la única cama que había en esa sola y triste habitación, y se acercó.

-Naruto- llamó con ternura, sentándose en el filo de la cama.

Los sollozos cesaron.

-Naruto, soy yo-

-¿Lorieth?- preguntó con cierta duda- Déjame, quiero estar solo- la voz del niño sonó extraña, ahogada por la manta que lo cubría.

-Naruto, tengo que hablar contigo.- contestó, acariciando la cabeza del pequeño, sobre la manta, ignorando lo que anteriormente dijo este.

-Vete. No existes.

Lorieth se estremeció y cerró los ojos con una expresión de dolor, como si le hubiesen clavado un puñal en el corazón.

-De eso quería hablarte, mi amor- repitió Lorieth, destapandolo un poco. Haciendo que sus ojos azules chocarán con los violeta de la chica- Nadie puede verme. Solo tú.

Naruto la miró, desconcertado.

-¿No me estás mintiendo?

-Sabes que no.

Naruto no respondió enseguida. No tenía sentido...pero, si Lorieth no decía la verdad,¿Cómo explicar que dijesen que hablaba solo, cuando nunca...?

-¿Y por qué?- Quiso saber-.¿Quien eres tú?¿Qué quieres de mí?

-1.Porque eres especial, 2.Soy Lorieth, pero eso ya lo sabes, 3.Ser tu amiga, aunque ya lo soy ¿O no es así?

Naruto sacudió su cabeza ¿Cómo podía ser Lorieth tan ingenua?¿de veras creía que eso bastaba? Ella pareció adivinar sus pensamientos:

-Solo tú puedes verme- insistió- Pero yo seré tu amiga y estaré contigo siempre. Y eso es lo que hay.

-¿Eso es lo que hay?- Repitió Naruto, aún desconcertado- ¿Y ya está, de veras?

-¿Que más puedo decir?-preguntó ella, ya un poco molesta por la actitud del niño-Tendrás otros amigos visibles para todo el mundo. Pero cuando pasen muchos años reconocerás que no tuviste una amiga mejor que yo- dijo ya tranquila, con burla.

-¡Que egocéntrica!- contestó Naruto, más alegre.

Lorieth calló durante un momento. No podía decirle que ella fue una portadora y amiga del kyubi que murió por culpa de una agrupación parecida a Akatsuki y que al saber lo que le paso a la madre de Naruto, que era también portadora del kyubi, y que él sería el nuevo portador de su amigo, para que no se sintiese como ella al saber porque la trataban mal los de su aldea, se quedó a su lado para protegerlo, cuidarlo y consolarlo para cuando se requiriese. Así que, finalmente, le contestó suavemente:

-¿Prefieres que me vaya?

Naruto la miró a los ojos, sorprendido.

-Porque, si es lo que quieres, me iré- añadió la chica- Desapareceré de tu vida y no volverás a tener problemas por mi culpa.

Naruto no dijo nada. Solo siguió mirándola, y se preguntó entonces que haría sin ella, sin su sonrisa, sin la mirada franca de aquellos chispeantes ojos violetas, sin la suavidad de su voz o sin ver cada día su bonita y sedosa cabellera naranja. Y tubo que admitir que, después de venir del colegio, todo golpeado y triste, era Lorieth quien curaba sus heridas y le hacía reír con sus tonterías y sus chistes malos. Ella era lo único que le quedaba a lo que familia se tratase.

Alzó su mano lentamente para acariciar la mejilla de su amiga. Ella no se movió en ningún momento. La mano de Naruto no atravesó el cuerpo de Lorieth, como él creía que sucedería, en cambio, sí sintió la fría piel que tenía, como sí estuviera muerta. Naruto se extraño.

-¿Como es que puedo tocarte?- preguntó el pequeño, aun acariciando la mejilla de su amiga.

-Puedes tocarme porque así lo deseas, si no fuese así, me habrías atravesado- le informó Lorieth cogiendo al pequeño y  sentándolo en su regazo.

Naruto asintió, más o menos entendiéndolo. El era un simple niño pequeño que no podía entender a la perfección aquellas sutilezas. Ya que solo tenía 6 años y Lorieth (creía y aparentaba) 16.

-No me dejes nunca, Lorieth- suplicó Naruto con, nuevamente, lágrimas en los ojos abrazándola fuertemente.

-Nunca- contestó Lorieth, correspondiendo delicadamente el abrazo de el menor.- Pero tampoco es para que llores, pequeño zorrito.- dijo queriendo hacer reír al niño.

-Jeje- respondió Naruto y haciendo sonreir a Lorieth tiernamente, ya que cometió lo que quería, ver SU HERMOSA SONRISA.

Tu hermosa sonrisa (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora