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Un aburrido Taehyung se encontraba acurrucado en el sillón, tapado hasta la cabeza con una manta azulada, comiendo una pizza y mirando una película. Así pasaba la mayoría de sus sábados, en casa.
Pero para su sorpresa el teléfono comenzó a sonar, pausó la película y contestó.

—Hola Tae, ¿Qué estás haciendo?

—Hola Jimin, ahora estoy mirando una película, ¿Vos?

—Estoy afuera de tu casa, aprontate que te espero, salí cuánto antes.–dijo y colgó.

Taehyung se levantó rápido y miró por la ventana, ahí estaba Jimin, apoyado contra un poste de luz, esperándolo.

Se arregló el cabello, se colocó unos jeans negros ajustados, una blusa gris, y su conocida campera de cuero, de la cuál nunca se olvidaba de llevar.
Salió lo más pronto posible.

—¡Al fin!, ya había pensado qué canción iba a poner en tu funeral.–dijo, a Taehyung no le había causado mucha gracia el humor negro que Jimin manejaba, pero rió igual, no quería ver a éste enojado.

—JAJA qué gracioso.–dijo cínico–Por cierto, ¿Adónde vamos?

—Vos sólo seguíme.

[...]

Al correr de unos minutos, llegaron a un lugar, que al principio Tae no logró reconocer, pero al darse cuenta de lo que su amigo planeaba dejó de caminar, y se negó rotundamente a entrar.

—¡Vamos Tae!, son sólo unas horas, no es nada de otro mundo.

—¡No voy a entrar!, ¿Estás loco o qué?

—Hacelo por mí Tae, en serio no tengo a nadie para entrar, sólo es hoy.–al terminar de pronunciar la última palabra, hizo un puchero.

—Jimin, no puedo creer lo que voy a hacer por vos, ¿es sólo hoy, sí? No te costumbres. Ésto no me gusta nada.–dijo por entrar al prostíbulo.

El prostíbulo era más grande de lo que imaginaba, había gente por doquier, que iba a ese lugar con las mismas intenciones que Jimin, tener sexo.
Pero Taehyung no era esa clase de persona, así que no estaba en sus planes acostarse con nadie.

Más de una chica intentó seducir a Kim, pero su respuesta siempre era la misma; no me quiero cojer a nadie joder.

Se sentía demasiado incómodo en ese lugar, quería irse cuanto antes.

Se levantó de la silla en la que estaba y fue en busca de una bebida, algo tenía que hacer o se moriría de aburrimiento.
Pidió un cóctel con alcohol y limón.

Al tener la bebida en sus manos, quiso volver a donde se encontraba inicialmente, pero de un momento a otro, su bebida yacía en el piso, y en toda la ropa de un chico desconocido. Habían chocado.

—Oh, lo siento, no te venía venir.–dijo Tae.

—No te preocupes, también fue culpa mía.–dijo el chico de hermosos ojos oscuros.

—Kim Taehyung.–dijo y le extendió su mano al contrario.

—Jeon Jungkook –dijo tomando la mano de Kim–¿Te molesta si te invito a tomar algo?

—Ni te preocupes, puedo pagarme yo, pero no me vendría mal un poco de compañía.–sonrió al terminar de hablar.

enamorado de un playboy | KookV - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora