Cuando te fuiste. (CAPÍTULOS INTRODUCTORIOS)

El chico de ojos miel.

Cuatro años atrás.

-Oye, ¿Quién es el galán de la esquina? -Le pregunte a Mia, mi mejor amiga del instituto, la chica con la que había pasado la mayor parte de mi vida, ella era algo así como mi caja negra, la persona que guardaba mis secretos, a la que le confiaba todo sobre mi

-Laia, es el primer día de clases, deja al pobre en paz

-¿Quién dijo que voy a hacer algo?-Sonreí maliciosa, Mia y yo solíamos divertirnos muchísimo los primeros días de instituto, sobre todo por que llegaban personas nuevas, y eso volvía todo aún más emocionante, nos llenaba de expectativa por saber con quién íbamos a compartir un año, y esta vez no iba a ser la excepción

-Tu mirada, y tu retorcida sonrisa me lo ha dicho

-Oye ¡Es último año! -Le grite entusiasmada-Toca molestar, bromear y enrollarnos con cuánta gente podamos, el próximo año no estaremos juntas, y solo no quiero pensar que no me divertí lo suficiente

-Bien, pero no creo que debas meterte con él-Lo señalo poco discreta con el lápiz que acababa de sacar de su boca, porque sí, ella tiene esa asquerosa costumbre de morder los lápices por el lado del borrador

-¿Por qué? ¿Ya te lo has reservado? -Le guiñe un ojo y la mire divertida

-¡Ay no!-Ella me respondió casi que con una mueca de asco

-¿Entonces? ¿Qué pasa? -Me interese aún más por el simpático chico de ojos miel que estaba al fondo del salón de clases

-Es uno de los becados-Ella se llevó un dedo a la boca, como si quisiera vomitar

-¿Y qué pasa con eso?

-Laia, después de tantos años sigues sin enterarte, ¡Él hace parte de "Por tus sueños"!-Exclamo con altanería, "Por tus sueños" Era un programa de becas que ofrecía el instituto, y se lo otorgaban anualmente a diez estudiantes sobresalientes y sin recursos económicos, y yo apoyaba totalmente el programa, ellos también debían tener derecho a cumplir sus sueños, y estudiar en nuestro instituto ciertamente lo era

Saint Bartolomé era uno de los institutos mas privilegiados de la ciudad, sobre todo por que su programa de artes era de los mejores, de allí su nombre, y por supuesto estudiar aquí nos garantiza también un puesto en cualquier universidad de la liga Ivy

-Si, pero tampoco es como si fuera un extraterrestre-Sali de mi ensimismamiento mientras le volteaba los ojos a Mia

Ella era una chica que se había criado siempre entre la mejor gente, tenia dinero, al igual que yo, y por eso era que le había molestado tanto cuando el instituto había anunciado sus planes, y aunque era mi mejor amiga, a veces me sacaba de quicio que fuera tan materialista, y aunque todo ha venido de crianza, me gustaría que cambiase así sea un poco su forma de pensar

-Él seria básicamente como una toallita húmeda, la usas, y la botas, por lo menos para mí-No pude evitar reírme ante la horrible comparación que había hecho

-Tienes que admitir que esta guapo, solo échale un ojo-Lo volví a mirar de reojo, y me di cuenta que él hacia lo mismo, de seguro había visto las muecas que había hecho Mia cuando había entrado y lo había visto, y entonces quise que me tragara la tierra

-El chico tiene potencial-Mia había volteado el cuello violentamente, y no hice mas que taparme la cara con mi bufanda Burberry, intentando ignorar la vergüenza que sentía

-¿Podrías bajar la voz? Creo no ha oído, esta viendo hacia acá

-Laia, no creo que sea necesario que nos haya odio para que voltee a mirarnos-Ella me sonrió engreída-Somos las chicas mas sensuales de esta clase, ¿Quién no querría mirarnos? -Le di un golpe en el hombro para que se callara de una vez por todas-Además, se te ha subido la falda-Ella levanto los hombros indiferente