FRÍO
Me despierto. Estoy a gusto en la cama. Estoy al calor. Saco el brazo para encender el móvil y ver la hora. Hace frío.
Ya es hora de levantarme... Ya va siendo hora de ir al instituto. Pfff... Qué pereza.—¡SHIORI!
Es mi madre. ¿Qué querrá?
—¡Venga hija, si no apuras perderás el bus!
—Mierd... ¡VOY!
Mientras iba a la parada he notado algo extraño. Algo que no era lo normal un lunes por la mañana.
El ambiente era más frío que de costumbre, y me costaba respirar.
En cuanto llegué me sorprendí, porque no había nadie.
Me empecé a poner nerviosa y miré la hora. Las 8:00. No llegaba tarde, pero... ¿Por qué no había nadie si a esa hora solía haber gente?
De repente llegó el bus. Pero no podía ser el bus.
Era la sombra del bus.Empecé a escuchar un pitido agudo.
Me empecé a marear.
Me acerqué al "bus".
Parecía que había gente dentro. Me fijé, pero lo único que distinguí eran sombras.
Entonces...¿este bus tiene espectros dentro? ¿Qué estaba pasando allí?Algo me habló.
—Shiori...
—¡¿QUIÉN ERES?!
—Eso no importa ahora... Sólo te diré que soy algo o alguien, si quieres...
—¡¿QUÉ QUIERES?!
—Me temo que eso tampoco importa...
—ENTONCES, ¡¿QUÉ IMPORTA?!
—Lo que importa es...Se ha desvanecido. ¿Qué acaba de pasar? Si ya ha llegado todo el mundo... Qué raro.
Vaya, ya ha llegado el bus. Este si que es el bus... O eso parece.No me gusta el Instituto. No es por estudiar; soy consciente de que mi carrera de criminología no se va a hacer sola y que debo estudiar.
Es por la gente.
Hay personas que en cuanto las conoces deseas su muerte. Deseas que no hubieran nacido nunca. Lo que realmente me frustra es que a esa gente la veo todos y cada uno de los días de instituto de mi vida.
Esa gente son tres chicas que lo único que buscan en su vida es pasar por encima del ego de los demás. Es una cosa que realmente me pone de los nervios...Por lo menos tengo a Hideki.
Hideki es mi mejor amigo. Lo vonozco desde que íbamos en primero de secundaria.
Puede que sea un poco mangante, pero conmigo siempre ha sido buena persona. Puede que haya repetido curso y puede que no sea el típico niño bueno en clase... Pero no me importa mientras sea bueno conmigo y con mis amigos.—¡SHIORI!
—¡Ah! Hola Hideki... ¿Estás listo para la prueba de verbos? ¿O se te quedaron los apuntes en clase?
—Ah, ¿que había examen?
—JAJAJAJA no has estudiado nada, ¿verdad?
—Claro que si, un par de verbos... Vale, no, no estudié nada. ¿Sabes lo aburrido que es pasarse horas y horas sentado estudiando?
—Si, y no es tan malo. Si no estudias repetirás curso.
—Lo sé... ¿Y hay algo malo en eso?
—¡¿CÓMO PUEDES PREGUNTAR ESO?! ¡CLARO QUE ES MALO! Si no, ¿cómo pretendes que nos toque en la misma clase?
—Ah, es cierto... Tendré que eatudiar uno poco, pero... ¿me ayudas en el examen?
—Si me lo pides... Pero si nos pillan es todo culpa tuya... Lo que hay que oír.
—¡Gracias!
—De nada...pero aún te da tiempo a estudiar un poco en el recreo.
—Ah... Ya veré. Hasta luego
—Chao...Se ha marchado. No he visto a Rai por ninguna parte.
Rai es mi mejor amiga. Es como mi diario andante. Cualquier cosa que tenga que decir se la puedo decir a ella, porque sé que no se la dirá a nadie.
Voy a buscarla. Necesito contarle lo de esta mañana urgentemente. Nunca me había pasado algo tan extraño...—¡SHIO!
—¡RAI! ¿Dónde eatabas? Te estuve buscando por todas partes. Tenía que contarte algo muy extraño que me ha pasado esta mañana.
—Tiene que ver con...
—Exacto.
—Shiori, a veces me planteo si tu salud mental está bien...
—¡RAI!
—JAJAJAJAJAJA perdona, era una broma. A mi nunca me ha pasado nada como las cosas que te pasan a ti...
—Tranquila, si vivieras conmigo seguro que ya no me tratabas de loca.
—Vamos al grano. ¿Qué ha pasado?
—Verás. Como todas las mañanas fui al bus. Noté un ambiente un poco extraño, he de decir. Pero eso no es lo más preocupante.
Empecé a escuchar un pitido muy fuerte nada más llegar y me mareé un poco.
—¿No serán tus migrañas? Ya sabes que tus migrañas te hacen unas jugadas muy malas...
—No, porque siempre se me duerme el lado derecho del cuerpo y lo veo todo a puntitos.
El caso.
Cuando llegué, no había nadie, y me esxtrañó bastante, porque a esa hora, a las 8:00 de la mañana, suele haber gente ya. Lo que me extrañó de verdad fue lo siguiente:
Pasó el bus. Pero ese no era el bus. Era la sombra del bus.
Después algo o alguien, como se denominó a él mismo, me empezó a hablar. Obviamente no me pareció normal, y le pregunté quién era y qué quería. Pero me dijo que no era importante. Le pregunté qué era lo importante entonces, y... se desvaneció. Luego todo volvió a la normalidad.
No sé exactamente qué quería esa cosa, pero sé que no acaba aquí. Estoy segurísima de que algo quiere. Y creo que va a aparecer otra vez.
—...
—¿Qué pasa?
—Nada... Es solo que... esto es más raro de lo que me sueles contar. Igual esto significa algo, porque yo te veo totalmente cuerda.
—Tal vez tienes razón. De todas formas tengo que averiguar qué pasa aquí. Porque no me hace gracia que un ente ande por ahí suelto en un supuesto autobús fantasma.
Por cierto, ¿Qué clase tenemos ahora?
—Física...
—Vamos, no sé que hora es, pero mejor no llegar tarde.No sé exactamente el significado de las palabras de Rai, pero quizás sea verdad.
Nunca me había pasado una cosa parecida, y me preocupa que un ente esté por ahí suelto.
Debo resolver esto. Sea lo que sea y cueste lo que me cueste lo conseguiré.