10 de febrero,2014
Dos amaneceres despues de mi cumpleaños. El sol nuevamente se asomaba por mi ventana a darme los buenos dias, mientras yo me desprendia de mis tibias sabadas, y me vestia a toda prisa para ir al colegio, en mi armario escoji una blusa rosa y unos jeans ajustados, y las primeras zapatillas que se asomaban, mientras me peinaba escuche el pito del auto de papá, papá, el hombre mas importante de mi vida, y aunque vivo con el y mamá, el siempre a sido mi apoyo incondicional con quien soy libre de ser como soy realmente, sin vergüenzas ni otra cosa alguna.
Me llamaba para que me apresurara , por que se nos hacia tarde.
Yo vivia lejos del colegio, me quedaba aun poco mas de una hora de distancia, eso si depende del transporte. Papá me dejo en el centro de la ciudad, donde tube que caminar hasta la parada del autobus y esperar el proximo.
En mi espera ,vi algunos rostros conocidos, muchos eran tambien del mismo colegio al que yo asistia. Despues de algunos minutos aborde el autobus, sentada en los asientos traseros del mismo, miraba por la ventana recordando las mis casas y los mismos arboles que hacía dos meses no veía, ya que ese camino solo lo tomaba para ir al colegio, el mismo panorama me informaba que era hora de hacer mi parada, para mi sorpresa, no se observaba en el lugar ni una sola alma, solo un guarda muy callado que nisiquiera se habia percatado de mi presencia, solo era cuestion de esperar para que llegaran mas personas, y asi la fila aumentaria su tamaño.