El diablo va a la feria

La noche que vi al diablo en la feria (ficción)

Advertencia:

Todos los hechos narrados en esta historia son ficticios y sin relación con la realidad.

Cualquier parecido a hechos verídicos es mera coincidencia.

Todos los hechos de esta historia deben ser tomados como falsos y no se deben alarmar o alertar de sus posibles realidades.

Lamento tener que empezar de nuevo por aquí, este era el único sitio de Internet donde las entradas y enlaces a mis testimonios no han sido borrados aun, solo porque todavía no he intentado.

He tratado de compartir cada detalle de mi problema en Internet y en mi vida en sí y por supuesto que ha habido gente que se ha reído de mi y otros que solamente me han dicho que estoy loco. Mucha razón no les falta por mi condición de esquizofrenia paranoica, pero sé que lo que vi era real.

Retomando un poco los hechos: Mi nombre es Jarmas Meldense.

Soy originario de Argentina. Menciono esto ya que cuando fui a visitar la casa de mi abuela y pase por la feria ocurrieron los hechos que más adelante retomare. Lo que ocurre es que algo me siguió desde allí.

Supondré que esos son los dos detalles primordiales. Mi nombre es para que si pueden me ayuden. Pero nadie en todo este tiempo lo ha conseguido.

Entrada. Facebook. PRIMER ENTRADA

Soy el amigo del chico que desapareció misteriosamente hace un par de años en extrañas circunstancias, o más bien, uno de los chicos.

Ya deben haber visto en las noticias si son de mi ciudad que varios chicos habían desaparecido en extrañas circunstancias como ya dije, un par de días después de que terminara la feria de otoño.

No diré quien es el chico del que hablo para evitar que los que lo hayan conocido den con mi paradero o molesten la tumba de mi ya fallecido amigo. Digo fallecido porque han pasado tres años desde su desparecen y creo que no volveremos a verlo.

Escribo esto para contar un poco lo que paso ya que ni los medios ni la policía están enterados de varias cosas que nunca me atreví a decir porque podrían considerarme loco o que el tenia problemas serios en la cabeza y considero que se deben tomar en cuenta esta clase de cosas porque, (A pesar de no creer en lo paranormal), siento que lo que paso aquellos días antes de su desaparición no era de este mundo.

Tal vez suene extraño decirlo así, pero es de verdad aterrador lo que me paso aquellos días.

De donde vengo las ferias son muy importantes, pero la más importante siempre será la de otoño. Esta tiene juegos, bailes, y comida como cualquier feria, pero aquí la gente se disfraza y vive una noche casi mágica con trucos y hazañas de circo dignas del gran Houdini.

Como toda la gente se disfraza no se ven muchas caras humanas por la noche, así que un grupo de amigos y yo queríamos ir a las doce sin que nuestros padres se enteren y las mascaras nos ayudarían a dejar menos evidencia. Uno de nuestro grupo de ocho no pudo ir, pero entre los siete que quedábamos queríamos probar una vieja leyenda que narraba que el diablo siempre se presentaba con un traje negro algo viejo y de terciopelo, un sombrero negro de copa y una máscara banca de una gran sonrisa y ojos negros. La leyenda contaba que ese día el diablo estaba de buen humor y solo quería ir a la feria a divertirse. He investigado sobre ritos satánicos y sé que el día lo se supone está muy ocupado por lo cual solo manda a sus demonios de confianza, pero se dice que como estaba de buen humor si te lo encontrabas en la casa de los espejos rotos, el cual era un lugar viejo de la feria que era una habitación llena de espejos que distorsionaban tu imagen, y le llevabas un objeto de valor para tu alma mortal como un collar de una abuela o algo de un difunto ser querido, el te concedería un deseo sin tener que pagar con tu alma, pero si le dabas el objeto con un valor vacio el te perseguiría toda la vida o si te dejabas atrapar por no resistir la tortura te llevaría hasta el mismo infierno condenado por el pecado de hacer enojar al propio diablo.