De Amistades & Rivalidades-O.S || Ian S. & Nina D. ||

o1

La tensión se podía notar en todo el elenco. Nina no hablaba particularmente con Ian, y Kath Graham era la única que parecía apoyarlo. Este día había querido sentarme junto a Nina para brindarle apoyo. El panel había comenzado y yo solo sonreí frente a los fans que se habían reunido en la conferencia.

Las pregntas eran las mismas, que pasaba con la serie, Damon estaría de regreso, los fans DELENA preguntaban sobre la relación y yo enserio hacia mi mejor esfuerzo por decir bromas y aligerar el ambiente. Julie explicaba y Matt le susurraba cosas a Nina que la ponían incomoda. No era ningún secreto que Matt e Ian eran los mejores amigos, su llegada tarde al panel había sido apropósito para sentarse junto a Nina y decirle algunos mensajes de parte de Ian.

Todos sabían por chismes que Ian esta, (porque aun lo noto) enamorado de Nina. Cuando el decidió pedirle matrimonio a ella con una cena de lo más linda y perfecta, por intervención mía. A Ian solo se le había ocurrido llevarla a un zoológico y junto a los pandas pedirle que se casara con él, aunque igual ella hubiera estado fascinada, pero declinaría la oferta. Ian sabe que Nina aun lo ama, ambos se hacen idiotas negando lo más que evidente y si están separados es por la cabezota de Ian.

El no dijó nada, aun cuando llego a mi departamento, con la caja del anillo apretada en su puño. Su traje arrugado y sosteniendo en la otra mano una botella de whisky barato. Se tambaleaba y agachaba la mirada avergonzado. El solo entro y se tumbo en el sillón toda la noche gimiendo bajo. No quería llorar ni tampoco hablar, así que decidí no preguntar.

Agradeció mi silencio semanas después al regresar mi camiseta y pantalón de pijama, un préstamo para dormir, más cómodo en mi sillón. Un simple asentimiento y sonrisa de lado bastaron para entender que aun no estaba bien, pero que agradecía el no preguntar. Hasta ahora no ha salido una sola palabra de sus labios de esa noche.

Por el contrario cuando tuvimos que llegar al set la siguiente semana a grabar, Nina no se presento. Le rogé a Candice que me llevara con ella a verla, la persuadí tanto que no le quedo otra opción.

Cuando Candice abrió la puerta con la llave de emergencia que la misma Nina le dio, pude sentir y escuchar que tan mal lo estaba llevando. Su departamento era un desastre, ella era un desastre. Llevaba el pelo enrollado en una desalineada cola, una camiseta tallas más grande y con el logotipo de Ian Somerhalder Fundation. No hay más explicaciones a eso, descalza se deslizaba por todo el lugar hasta tumbarse frente al ordenador. Nos acercamos lentamente a ella, sin hacer algún ruido que pudiera asustarla.

-Se que están tras de mí, tu perfume Candice es demasiado asfixiante -murmuro chasqueando la lengua.

Dio un giro en su silla y nos encaro
--no tengo 5 años para que se preocupen por mí. Solo es una ruptura. Así me pongo por las rupturas y tu lo sabes Candice, hemos terminado tres veces con Ian, esta pasara igual.

Repitió restándole importancia. Nosotros solo la miramos apenados. Ella creía que volverían a estar juntos, pero lo cierto es que Ian no olvidaría un rechazo así.

- Esto no es lo mismo Nina. Ya no hay mas -susurro Candice atragantándose con las palabras.

La realidad escuchada y cortando de tajo las esperanzas pareció dolerle mucho más que la separación. Giro su silla de nuevo, fijando sus ojos en el ordenador y volvió a reproducir el mismo video antes puesto. Una recopilación de diversos momentos en lugares a los que asistieron como pareja.

Trague en seco. Todo eso es muy difícil para ambos. No hizo falta preguntar cuando ella misma giro la silla y se sentó junto a Candice abrazándola, derramando muchas lagrimas y entre hipidos narró todo lo que paso.

El iluminar de su cara cuando cenaron y platicaron juntos. Las palabras que le había dicho Ian, citando cada una del discurso que había preparado. Y lo último, cuando se inco frente a ella, bajo la noche que cubría el Westin Peachtree Plaza. Diciéndole que la amaba y que quería estar por el resto de su vida con ella. Que aceptara unirse a él de por vida. Y ahí fue cuando el llanto la consumió. No paró de llorar por más de 10 minutos seguidos. Solo susurrando: -No podía, lo amo pero no podía.