No nos dejes caer en la tentación.

Capítulo 5: El es mío

Los días pasaron bajo los pies de Naru mientras ella ayudaba a prepararse para la pelota. Estaba tan aturdida, todos se dieron cuenta. Incluso los Uchihas.
Sasuke sabía que Sakura había mentido, pero tomar el lado de Naru le habría causado más daño. Él eligió mirarla desde las sombras, trabajando para que en ese frágil estado, ella no se rompiera.

Algunos invitados habían venido a hablar con el señor antes del baile. Naru esperó pacientemente a que entraran al salón. Ella le rogó a Dios que no fuera Sakura.

Cuando la puerta se abrió, ella hizo una reverencia mecánica, murmurando su saludo habitual.

"Naru?"

La voz envió tal conmoción a su sistema, se quedó momentáneamente aturdida. Se las arregló para levantar la cabeza, encontrándose igual de sorprendida que los ojos lavanda.

Los ojos de Naru se llenaron de lágrimas y su cuerpo tembló incontrolablemente. Parecían años desde que los había visto, años desde que ella ... desde que ella ...

"Bueno, bueno ... si no son los Hyugas. Qué gusto, ¿verdad, Naru?"

Naru, recibiendo una doble descarga de su presencia, se tensó contra el nudo en su garganta.

"Bastante inesperado mi señor."

Sasuke miró a Neji, con una sonrisa en su rostro. "Bueno, nosotros, los hombres, tenemos algunos asuntos que atender. ¿Seguramente podrías entretener a lady Hinata?"

Naru se inclinó ante su señor, causando que Neji rechinara los dientes con ira.

"Por supuesto mi señor."

Sasuke y Neji abandonaron la habitación, dejando que las mujeres se miraran fijamente durante lo que parecieron horas.

"Oh ... ¡Hiinata! ..." Naru se arrojó dentro de ella como una cuñada emocional. "Oh Hinata!"

"¡Naru! ¿Cómo estás? ¡¿Estás bien, hermana ?!"

"¡Los he extrañado tanto! ¡Cada momento sin ti ha sido una interminable tortura para mí!"

"Él ha mantenido su distancia? ¿Estás a salvo aquí?"

"... Oh, Hinata, ¿qué debo hacer ?! ¡Por favor, dime qué hacer!"

"¡Lucha siempre mi hermana! ¡Lucha para llegar a la luz! ¡Estaremos ahí esperándote!"

"Confío en que mantuviste tus manos alejadas de mi esposa?"
"Prometida , Neji, prometida. No, no la he violado y la he inculcado con un niño. Sin embargo ..." Se giró hacia él, con un destello malicioso en sus ojos. "¿Cuánto tiempo va a durar eso?"

Los ojos de Neji se endurecieron con furia. "¡¿Qué?!"

"No pensaste que la había traído aquí solo para pagar una deuda, ¿verdad? Hace mucho tiempo que quiero a esa diosa rubia. Ella es un diamante entre las perlas ... un verdadero tesoro".

Él sonrió, pensando en alguna fantasía privada. "Solo estoy pensando en escucharla gemir cuando la desfloro ..."

"¡Bastardo!" Neji se lanzó hacia él. Los sirvientes y los guardias parecían venir de todas partes y de ninguna parte, pululando y conteniéndolo; alejándolo de su señor.

"Es mejor que estés en guardia Hyuga. Un Uchiha siempre consigue a su mujer. Te sugiero que consigas una nueva prometida ... Naru es mi mujer ahora".

"¡Personalmente te encargaré de las deudas del infierno, desvergonzado bastardo!" Los sirvientes, con toda su fuerza, lo alejaron. Dejando a Sasuke con aire de suficiencia riéndose del espectáculo.