No recuerdo la fecha exacta en la empecé a ver y sentir mi vida tan monótona y aburrida, 5 días de un buen trabajo, 9 horas de jornada laboral frente a una computadora diseñando las especificaciones del cliente, quien constantemente decide cambiar todo al primer vistazo y que te mencione las palabras más duras de recibir para una persona quién se dedica a diseñar. “Metele más diseño”, 15 minutos de conducir en bicicleta en la mañana y en la noche al salir del trabajo, fingir qué escuchas asintiendo con la cabeza y sonríendo las historias de un compañero de oficina cuando habla sobre noticias, animales o hasta un café que adquirió en una feria y su preparación. Llegó al hogar en el que me estoy hospedando para responder “buenas noches” de manera robótica. Ceno a las 7 en punto, me cepillo mis dientes y me dirijo a la cama. Me enfrasco en un libro o un vídeo de Youtube, ya sea musical o cómico.
Finalmente caigo dormido a las 9 en punto pensando en lo que hay que hacer para el día siguiente.
Viajo los fines de semana a mi hogar con la esperanza de hacer algo diferente, mi madre y hermana trabajan y mi padre es un alcohólico qué piensa que está saludable. Viajo los viernes con destinó al terminal al salir de trabajo, con miedo porque siento que me siguen ¿Estoy perdiendo la cabeza o simplemente es miedo a que me roben?, Espero el autobús cerca a una gasolinera, en donde cerca hay un burdel, un día llegué a escuchar de parte de alguien que en ese lugar podrías encontrar niñas con sus 18 años recién cumplidos. Me limite a asentir con la cabeza sin pronunciar sonido.
15 minutos de viaje aproximadamente hasta llegar a la terminal de autobuses, me pongo mis aurículares y activo al máximo su sonido mientras escucho la melodiosa voz de Frank Sinatra o la potente voz de Louis Armstrong. Llegó a la terminal y compro mi ticket con rumbo a mi ciudad natal, tomo asiento y me concentro en mi música antes de que el bus se ponga en marcha. Bajo en un puente peatonal y sigo mi camino a mi hogar a pié, llegó a mi hogar y el pequeño Lucas me saluda, mi sonrisa sale al acariciarlo y me hace sentir vivo en esos pocos segundos en que le saludo y le hablo con una voz tierna. Es la única actividad que no siento monótona.
Aveces hablo conmigo mismo, le pregunto a mi yo interior “¿Qué sucede?” y este sólo se limita a hacerse esa pregunta a el mismo otra vez, como un disco que se repite cada vez más y más.
Llámenos “querer llamar la atención”, estupidez, locura o alguna otra pendejada. Solo se que no es normal que mi estado de ánimo sea como una montaña rusa. Decidí escribir esto con el fin de buscar un modo de descargarme y por recomendación de un amigo, podría escribirlo en una plataforma más privada pero no lo hago con el fin de ser “unico y diferente” a lo mejor alguien, quien quiera que sea esta pasando por lo mismo que yo, conocer más gente de otros lados y conocer sus historias sería algo bueno, tener razónes para saber que no todo es lineal. Alguien una vez me dijo que es como estar en un cubo, el cubo tiene muchas paredes, sus paredes tienen esquinas, sus esquinas tienen puntos y esos puntos tienen sus fugas, es decisión nuestra quedarnos en ese cubo... O ver qué hay tras ese pequeño punto de fuga. De un cierto modo esto es terapéutico.
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Monotonía
Non-FictionAnécdotas de algunos de mis días y mi monotonía, lo hago con un fin "terapeutico" pero a la vez de una manera creativa