Soulmate

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En la más pura noche, te he llamado hasta que mi voz se corta y ya no quedan más lágrimas que soltar. Mi corazón te llama, ¿Qué no lo escuchas? Me encuentro aullando en la mitad de la noche, en la mitad de la nada, pero aún así no pareces llegar. 

Quiero transmitirte mi mensaje, mis anhelos y mis miedos, pero no parecen llegar a ti. Solo estaba buscando la verdad en un mundo de mentiras hasta que decidiste aparecer como una estrella en el solitario cielo, fuiste el sol de mi triste universo, y lo sabías, por supuesto que lo hacías; te lo dije, lo grite, me lo tatúe, más sin embargo te fuiste. Ahora son miles de kilómetros que nos separan, no sé donde estas, no sé si me extrañas, ya no sé nada, porque te llevaste todo de mí y nunca volviste.

Volviendo tiempo atrás, donde no sabíamos nada de la vida, sonreímos sin preocupaciones y llorábamos sin dolor, tus mejillas abultadas pero siempre sonrojadas para mí, tus dientes torcidos pero siempre sonriéndome, tus manos pequeñas pero siempre me sostuviste. Siempre he pensado en ti como el sueño el cual tengo despierto, aquella estrella que siempre brilla, aquella flor que nunca se marchita, el aíre que necesito, la calidez para mi frío mi cuerpo, la razón de mi propia existencia y anhelos. Fuiste tantas cosas y a la vez tan pocas, que ahora al no verte a mi lado hace que mis brazos lloren porque no puedo abrazarte.

Discúlpame si mis sentimientos te asustaron, si mi amor sincero te asqueo, si por mi culpa fuiste rechazado; y me arrepiento, debí de haberme callado y seguir admirándote en la lejanía,  tal vez así el dolor no sería tan insoportable pero es lo que tengo que sufrir. Aún recuerdo aquel día, íbamos bromeando como siempre, tu hablabas sobre algo que te ocurrió entrenado fútbol y yo simplemente escuchaba, siempre hacíamos eso porque no soy el mejor manteniendo conversaciones, pero ese día era diferente y lo creí así, más solo fue una esperanza de mi iluso corazón. Me rocíe mi colonia favorita y me puse mis mejores ropas, compré las mejores flores que pude con mis ahorros y un pequeño peluche, tenía 16 cuando me iba a declarar al que creía yo el amor de mi vida, mi alma gemela. Esperé por ti hasta que te vi, ahí estabas, luciendo tan hermoso como siempre; mi boca olvido como hablar y mis pulmones como respirar, mis manos sudaban y mi estomago picaba. Caminos durante un largo rato hasta que no pude aguantar más y lo dije, entre tartamudeos y balbuceos te dije como me sentía, y ahí comenzó mi pesadilla eterna.

Tu sonrisa comenzó a caer y tus ojos dejaron de brillar, tus cejas que siempre se mantuvieron calmadas comenzaron a fruncirse, tus perfectas manos se volvieron puños y tu boca, que solo producía palabras cariñosas soltaron tanta rabia e indignación. Antes de darme cuenta me encontraba en el suelo sosteniendo mi mejilla por el fuerte golpe que me propinaste, y esa fue la última vez que te vi.

Me disculpo si te moleste, si mis sentimientos te parecieron una burla hacia ti y tu pasado, perdóname porque pequé.

El tren se va deteniendo al igual que mis latidos, no puedo el sentirme nervioso pensando que luego de tanto tiempo finalmente te abrazaré, al dar paso por paso los recuerdos aparecen nuevamente.

Luego de tu golpe me quede pensando en todo lo que salió mal, ¿acaso fue el como me expresé o la forma en que me declaré? Sin embargo, pude oír toda la historia y entendí finalmente el porque te llamaban ángel caído; tu delicado cuerpo carga miles de cicatrices que según tu son feas pero a mí me gustan, me recuerdas a los caballeros que peleaban por su honor en cambio tu lo hacías por vivir. Todos tus demonios y monstruos, todas las pesadillas y horrores por las que pasabas cada día te hicieron el hermoso ser que hoy en día eres.

Ya me acerco a la salida del vagón y a mi mente vienen tus ojos, brillantes cual galaxias pero tristes cual damisela rechazada, siempre sonriendo para los demás pero nunca para ti y en esos momentos quise gritar tantas cosas, no me gustaba y de solo recordarlo me da rabia, mis manos se tensan. Quería gritar, quería patalear y decirte que dejarás de hacerlo, que no había nada más hermoso que una sonrisa verdadera, a nadie le importaba tus sentimientos y solo se acercaban para ver que recibían, que más podían sacar del ingenuo jimin, del humilde jimin que pensaba que el mundo era hermoso y todos tenían un alma bondadosa, pero de la misma forma que creíste fue la misma forma en que te destruyeron. Los golpes de tu progenitor y las burlas de tu madre, los gritos de tus familiares y los insultos de tus compañeros; y aún así sonreíste para mí, lloraste conmigo porque nadie debería llorar solo, nadie debería de sentirse solo y menos alguien tan puro que aún cree en los deseos.

Bajó del tren y busco a una cabellera rubia hasta que la encuentro sosteniendo un enorme cartel con mi fecha de nacimiento.

Me voy acercando y sigo recordando.

La primera vez que te pude hablar  pesar de que fue mediante Internet, porque yo me encontraba a millones de kilómetros lejos de mi gato calicó, el como te disculpaste por tu inmadura reacción pero yo solo pude sonreír a través de las lágrimas porque me recordabas, la única persona que consideraba mi paraíso me recuerda y ahora se ha convertido en mi mundo, mi todo. Hablamos como nunca lo hicimos antes, nos reímos hasta llorar y nos sonrojamos hasta retorcernos de la vergüenza, coqueteamos hasta tener que auto satisfacernos, pero finalmente nos conocimos.

Ahora te observo, corriendo hacia mi con las más grandes de las sonrisas mientras gritas mi nombre, el pequeño cartel quedo en el olvido y solo me concentro en lo mucho que me hacían falta tus brazos, el sentirme protegido y amado.

¿Quién diría que algo tan pequeño significaría tanto?

Nos miramos y no dudamos en juntar nuestros labios, el sentir tus suaves belfos contra los míos, como tu resbaladiza lengua se abre paso en mi boca y  explora todo lo que le pertenece, tus pequeñas manos sujetándome y apretándome más hacia ti mientras tus musculosas piernas se cuelan entre las mías hasta volvernos un nudo de extremidades, el beso no es el más profesional pero aún así lo considero el más significativo, ignoramos como nuestros dientes chocan y los hilos de saliva que gotean en nuestras barbillas.

Nos separamos jadeando y nuestros labios hinchados.

Llámame loco pero ahora estoy más que listo para llevarte conmigo, recorramos el mundo en busca de lugares cuya belleza no sea tan importante, porque así podré admirarte por más tiempo.








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feliz navidad y esperó que todas sus esperanzas nunca se acaben 

sean ustedes por el resto de sus vidas y muestren una real sonrisa

incluso si duele pero al menos al avanzar varios pasos notarán cuan fuertes fueron

gracias por leer y espero les guste

cuidensen 

<3


Here With Me . MinV . One ShotWhere stories live. Discover now