CAPÍTULO I

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Mientras el taxi ingresaba por la entrada principal de Barden, Beca pensaba una y otra vez, que sí, efectivamente odiaba a su padre. No sólo por el hecho de haberlas abandonado a ella y su madre, si no también por obligarla a asistir a la Universidad, cuando en cientos y cientos de ocasiones dejó clara su postura de que sólo tenía una meta: Vivir en Los Ángeles y producir música. Claro que su padre, el Dr. Mitchell, no estaba de acuerdo en que su hija fuese una DJ, como él decía, y malgastara su vida en algo que era una pérdida de tiempo.

- Vamos Beca, debes experimentar la Universidad.- insistía su padre.- ¿Cuántos amigos has hecho en este tiempo?

- Kimmy Jin es mi amiga.- contesta de inmediato Beca, a lo que la asiática niega de forma rápida, provocando un revoleo de ojos por parte de la diminuta morena.

- Beca, integrate. Únete a un club, has amigos, sal. Vive la vida que ofrece la Universidad, es algo único. -se empeñaba el Dr. Mitchell en hacer entrar en razón a su hija, mientras esta bufaba-.

- Estoy trabajando en la estación de radio.-comenta Beca.

- Oh genial, ese lugar. ¿Cuántos raros hay? ¿Tres? - pregunta su padre con cierta displicencia

-Ahora somos cuatro. - se señala así misma la morena.

-Si para fin de año sientes que no encuentras tu lugar, está bien, te dejaré que vayas a Los Ángeles a intentar cumplir tu sueño de ser DJ, y te ayudaré.- dijo para persuadir a su hija.

-De verdad lo dices?- Beca pregunta de manera casi incrédula.

-Totalmente. Pero debo verlo Beca, debo ver tu esfuerzo.- puntualizaba mientras la señalaba con su dedo índice.


Chloe Beale se dirigía hacia su clase de Literatura Rusa, con cara de pocos amigos, algo que a muchos les parecería una locura. Porque Chloe Beale era todo lo alegre y bueno del mundo, era Navidad y Año Nuevo, era esa emoción que siente uno cuando asiste a su primer recital de esa banda favorita que despierta tu más íntimos sentimientos. Chloe era todo eso y mucho más. Pero su humor ese día no estaba del todo normal y centrado como acostumbraba a tener. Porque la pelirroja se debatía internamente si seguir soportando el reinado autoritario y exigente de su mejor amiga, Aubrey Posen, o simplemente partirle un sartén en la cabeza. Amy ya había dicho que podría conseguir un lugar para el cuerpo y que nadie se enteraría, a lo que todas las Bellas miraron horrorizadas a la australiana que tuvo que aclarar que era en "chiste".
Sencillamente Chloe ya estaba hasta la coronilla de aguantar tanto destrato y sentirse pisoteada por la rubia. Así que sí, se lo estaba planteando seriamente. Aunque luego lloraría de forma desgarradora durante el juicio en cuanto descubrieran el cadáver de su mejor amiga y fuese la primera sospechosa. Rió casi sin ganas para sus adentros de sólo imaginarse así y rápidamente desechó esos pensamientos antes de tomárselo en serio.
Iba tan absorta en sus pensamientos poco amistosos, al igual que una pequeña morena con cascos en su cuello, que no tuvo tiempo siquiera a evitar la inminente colisión entre ambos cuerpos. Papeles, bolígrafos y discos volaron por los aires al momento del choque.

- Auch! -exclamó la pelirroja dolorida por el golpe en su mentón. -Deberías ver por dónde caminas y prestar más atención - Vociferaba furiosa, mientras intentaba recoger sus cosas sin mirar con quién fue el encuentro chocante.

-Lo siento mucho, pero tú tampoco venías muy atenta. -responde Beca sin mirar, preocupada por tomar sus cosas e irse pronto de ahí, sino Luke iba a darle el sermón por llegar tarde.

-¡¿Disculpa?! -pregunta de forma vehemente mientras levanta la vista, y por fin ve la causa de su dolor en lo bajo de su rostro. Observa a la morena que todavía ni siquiera había levantado la mirada. Y Chloe Beale siente un pequeño escalofrío en cuanto cruza sus ojos azules, como los de un bebé, con un azul parecido a la medianoche, y así se queda, mirándola fijamente, observando como la chica de los cascos también se quedaba en su mismo trance, pero esta última parece salir rápidamente de ese estado para responder.

- Sí, tu tampoco venías atenta. Sino, hubieses evitado este pequeño incidente. -dice de modo seguro y desafiante, tanto que Chloe se pone en modo defensa.

-Quizás tengas razón, da igual. - replica la pelirroja, restándole importancia al argumento de la DJ.

-Tienes razón, da igual. - dice con su sonrisa más cínica y da por terminado el intercambio mientras acaba de recoger sus discos y se levanta para dirigirse a la estación de radio.

La pelirroja que esperaba aunque sea una disculpa, exclama, - ¿Ni siquiera vas a disculparte? - y su boca se abre sorprendida ante la mirada burlona de Beca que pasa por su lado, moviendo su cabeza en señal de un 'no'. Y así Chloe Beale, entre enojada y sorprendida, ve como la pequeña muchacha, de no más de un metro sesenta, se aleja dejándola en medio de Barden con sus cosas aún en el suelo.

Beca por fin llega a la estación de radio, donde inevitablemente debe soportar el sermón de Luke por llegar tarde, aunque esta se excusa explicando que tuvo un "incidente" de camino hasta aquí.

-De haber salido unos minutos antes, evitabas el "incidente"- dice el británico mientras hace seña de comillas con sus dedos en la última palabra. - Y llegabas a tiempo a tu trabajo. - finaliza y gira, dejando a Beca con la palabra en la boca.

La morena pone sus ojos en blanco y le lanza un gesto burlón con sus manos cuando este no la está viendo.
Decidida a dejar atrás la escena con su jefe, se dispone a ordenar los discos nuevos que trajo y revisar que no hayan sufrido ningún daño por el choque con la pelirroja. La pelirroja que sin dudas, o tiene mal carácter o sólo era un mal día. Porque no esperaba jamás que una chica con esa cara de "ángel", tuviese tan mal carácter. Y siendo francos, ella se había comportado de forma grosera al mirarla tan burlona cuando le preguntó si no iba a disculparse, pero qué más da, tampoco es que iba a volver a verla. Aunque pensándolo bien, están en una Universidad, y por más que esta fuese enorme, sabía que podría cruzarla otra vez. Y si era un poco honesta consigo misma, quería que así fuera, ya sea para disculparse o simplemente para verla. Porque Beca será idiota y despistada, pero no ciega. No podía dejar de pensar en sus ojos tan azules, que no encuentras ni en un gatito de esos que posan en un calendario. Ni tampoco en cómo levantaba su ceja izquierda y cruzaba sus brazos dejando ver que los trabaja un poco, cuando se quedó esperando una disculpa que no iba a llegar. Y sí, también echó un vistazo rápido a su cuerpo esbelto.
Si tan sólo supiera su nombre, sólo para investigarla un poco, pero no iba a arriesgarse a consultar a Luke o Kimmy Jin, quizás Jesse, pero teniendo en cuenta que el chico era un poco molesto con ella y esto sería una causa más para que se ponga insoportable, prefería buscar otros métodos. Y mientras Beca pensaba cómo, por arte de magia, cosas del destino, una hada madrina, lo que fuese, la morena se da cuenta que entre sus discos se encuentra un papel algo arrugado y manchado de tierra. Parecía la carátula de un ensayo, sí, eso era, la carátula de un ensayo de Literatura Rusa que detallaba la asignatura, quien dictaba la clase y, por supuesto, a quién pertenecía el trabajo: Chloe Beale.
Por primera vez, Beca sentía algo de suerte en su vida.

                                                 

Esto se termina cuando se termina, no tengo un plan especial. Sólo voy a escribir lo que salga.
Hace mucho tiempo no escribo, así que... Disculpen las faltas 😁

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