Tan solo 10 horas...

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Una vez llegados al aeropuerto y haber rellenado todos los trámites necesarios, nos encontrábamos esperando la llamada de nuestro avión, el número 114.

Eran apenas las 6am y mis ojos no paraban de amagar con cerrarse, "por suerte" (nótese el sarcasmo) a mi abuelo e habia surtido efecto el vaso extra-grande de cafe con extra cafeina que habia conseguido en starbuks. Resultado: no paraba de parlotear.

-Hay Enana!- Decía suspirando- No sabes que emocionado me encuentro!- tenía una gran sonrisa que ocupaba la mayor parte de su cara- Con el calorcito que debe hacer allí podré estrenar finalmente la malla tipo slip que me había regalado tu abuela, que en paz descanse.

A pesar de quedar traumada a causa de mi abuelo y la imagen de él en un slip seguimos conversando de temas triviales por un tiempo de mas o menos 1 hora.

Mi abuelo ya se encontraba con su tercer café y yo comiendo una medialuna cuando finalmente oímos por los altavoces:

"Pasajeros del vuelo 114 por favor presentarse en la fila para la embarcación...    Pasajeros del vuelo 114 por fav..."

Agarramos nuestros bolsos de mano (el equipaje ya lo habiamos entregado) y nos dirigimos lentamente hacia un grupo de personas que tomarían, junto a nosotros el mismo vuelo.

Me decepcioné al notar la baja cantidad de personas que se encontraban allí, llegaríamos rozando a las 30... y eso que en un avión caben más de 100.

Igualmente no le tomé mucha importancia y fuimos hacia el fondo de la fila esperando pacientemente nuestro turno.

La paz no tardó en derrumbarse cuando la señora por delante nuestro comenzó a armar un alboroto. ¿La razón? no dejaban embarcar a su "pastelito", con lo que me quiero referir a su feo perro semejante a una rata que transportaba en un bolso colgado del hombro. Al parecer no entendía que no podían dejar subir al perro con los pasajeros y que por lo tanto debería viajar en la bodega del transporte.

Gritos. Uff esa señora sí que tenía voz.  "Maltrato animal" "Estúpidos" "Pastelito se viene conmigo" eran las frases mas repetidas. Lo peor es aquella señora teñida de un rojo profundo y con un par de muchos kilos de más no entendía la estricta politica del avion contra los animales dentro de las cabinas de los pasajeros. Por lo tanto, Marta, pues al parecer asi se llamaba, empezó a amenazar a los empleados con llamar a la policia y denunciarlos. Estos, que supongo yo deberan tratar con viejas como estas todos los dias, ya dejaban notar su aburrimiento tanto que la hicieron un lado y siguieron con el resto de los pasajeros, o sea nosotros.

Mientras yo terminaba de relatar la historia de la señora enfrente nuestro no pude evitar mirar a mi abuelo. Parecía embobado, no espera, Estaba embobado. No paraba de mirar a  la tal Marta con lo que crei percibir atracción. La cual no entendía. Marta con su pelo teñido, sus "curvas sobrecargadas" y su pequeño pastelito no daban la sensacion de ser el mejor partido y menos para alguien como mi abuelo. Él era bastante serio, pero le gustaba lo extremo (y con eso me refiero a subirse a un toro mecánico a sus 74 años de edad), tambien le apasionaba el tango y el folklore y era un buen bailarin. por lo que no pude imaginarme a una pareja mas dispareja que ellos dos juntos.

En fin, ya está, la vieja se quedó atrás y nosotros nos subimos finalmente al avión. Nos esperaban unas largas 10 horas de vuelo.

Los asientos del avión se formaban de hileras de a tres, por lo que compartiriamos con una persona mas.

Le rezé al Todopoderoso para que el asiento vacío no sea ocupado por Marta.

Sin embargo los años sin ir a la iglesia me trajeron karma, pues allí del lado del pasilo de nuestro asientos se encontraba ella, mirando (o mejores palabras : observando detalladamente) hacia nosotros. Por suerte con mi abuelo ya nos habiamos sentado por lo que le tocó acomodarse en el asiento del lado del pasillo, quedando yo en el medio y mi abuelo del lado de la ventanilla.

El principio del viaje lo pasé en calma, viendo una pelicula con los auriculares puestos,  Poco despues, y luego de una visita mia al baño volví y quedé shokeada con la imagen de mi abuelo y la señora teniendo una "interesante" conversacion, la cual implicaba que la tal Marta se haya movido hacia mi asiento, provocandome la fea vista del pasillo y la repugnante vision de dos ancianos coqueteando al lado mio.

Sin embargo, resultó que mi "vecino de pasillo" por así decirlo, era un muchachito de no mas de 14 años, pero que resultó ser bastante cómico y entretenido entablar una conversacion con el.

-Voy a darle a mi tío una visita- me contaba Mateo, el niño- No lo veo hace un montón, ni a él ni a mi primo.

Nuestra conversación siguió por el resto del viaje y por lo que me contó su familia tenía una empresa turística en las islas donde su tio era el jefe. Aparte su primo, llamado Taylor, volvía de unas vacaciones con su madre de Inglaterra, al parecer su tia y su tio se habia divorciado hacia un par de años. Ella habia vuelto a su tierra natal en europa y él se habia quedado en su lugar favorito en el mundo.

Sin siquiera notarlo ya habian aterrizado y Bianca tristemente se despidió de su nuevo amiguito para encontrarse con su abuelo esperandola a unos metros con el equipaje en mano.

Las islas Seichelles le esperaban.

Gracias por leer!! Agradezco comentarios y opiniones.(aunque sean negativas) y espero que les guste como va llendo la historia por ahora.

No se preocupen ya van a conocer al tan esperado Bombonazo

Les dejo una foro de la que me parece indicada para Bianca, su nombre es Romola Garai

                                              Levah_99

~Derechos Reservados~

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2014 ⏰

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