Pensamientos de un corazón un poco lastimado.

Antes del dolor.

Incluso antes de que lo diéramos por hecho, me lo veía venir.

Tus ojos ya no me hablaban, no se iluminaban al verme, y creo que ese fue el primer indicio.

Y es que siempre hay un indicio, a veces casi indetectable, pero está allí, anticipándote que la tormenta vendrá.

Muchas veces me pregunto si podría haberlo evitado, que te dieras por vencido, internamente sé que no. Y es que a veces no puedo ni medir mis acciones, cómo podría medir las tuyas.

Lo siento, ¿Sabes? Hubiera querido que las cosas se dieran de una mejor manera, que nadie saliera lastimado. Me enojo conmigo misma por infinidad de cosas, escuchar a la persona incorrecta, no tener más paciencia, detenerme a pensar... Tuvimos tantas peleas que nos faltó hablar. En parte es mi culpa, jamás me detengo.

Lo sé, sé que una relación es de a dos. Pero la decisión de terminar la tomé yo, aunque tampoco estoy segura, no creo haber tenido más opciones. Siento un dolor en el pecho al pensar que tal vez había otra opción, pero que no la ví... Aunque al decidir dejarlo estuviste de acuerdo al instante, y me convenzo de que de haber tenido opciones no lo hubieras soltado tan fácil. ¿Será así?

Antes de que doliera yo ya había decidido dejarlo, porque antes del corazón roto ya estaba lastimada.

¿Debí soportar un poco más y el dolor desaparecería? No lo sé, y dudo que alguien sepa.

¿Qué se hace cuando cualquiera de las opciones dejará a tú corazón un poco lastimado?