Te Quidio. (Jeff The Killer Y Tú.) Cap. 3

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Capítulo 3.

[Narra -Tu nombre.-]

Bien. Ya llegó el día. El día en el que tendría que convivir con dos chicos. Sólo espero que el supervisor sea una mujer... Me moriría del asco si tuviera que estar con tres hombres durante vete tú a saber cuanto.

Ya lo preparé todo, lo tenía todo listo. La ropa ligera, un abrigo por si acaso, peine, gomas para el pelo, el teléfono sería una bobada llevárselo, así que no lo puse en la bolsa.

_ Bien, ya lo tengo todo, creo... ¿¿Qué demonios me llevo yo a una maldita... Jungla?? ¿¿Bosque?? Joder, no me acuerdo de nada de lo que hablamos con el padre de Jeff...

Dije atontada. No exageran cuando me llaman pez gordo. Y no por estar gorda, no...

En cualquier caso, bajé a la cocina. Allí me esperaba mi delicioso desayuno de hot cakes. Probablemente fuera la última vez que lo comería en mucho tiempo, y mi madre lo preparó especialmente por eso.

_ Buenos días cariño, ¿preparada para tu aventura? -Dijo, aunque yo no estaba muy "entusiasmada".

_ Um... Sí, claro. -Sonreí. No quería preocupar a mi madre, era una preocupadiza del copón.

_ Jeff y Jack te están esperando en el salón, yo misma os llevaré al aeropuerto. El padre de Jeffrey no puede y el de Jack está trabajando.

Ella limpiaba los platos tan tranquila, la verdad es que estoy empezando a pensar que se quería librar de mi un tiempo.

_ Vale.

No me gustaba la idea de que estuvieran allí... Tenía fotos de mi familia por todas partes. Y en ellas estaba YO. ¿Qué quiero decir con eso? Que, fijo que estaban riéndose de MÍ.

[Narra Jeff.]

Ay, Dios. Hay fotos de -Tu nombre.- por todas partes.

-Tu nombre.- en la playa con un bikini color -Color favorito.-,

-Tu nombre.- en España, y un montón de -Tu nombre's.- a mi alrededor.

Me daban ganas de robar una foto, recortar sólo a -Tu nombre.-, y hacerme un... ¿¡QUÉ?! ¿CÓMO VOY A HACERME UN TEMPLO DE ESOS EN MINIATURA CON COSAS DE -TU NOMBRE.-? Jeff, respira hondo. No te gusta, es una chica más. Ja, ja, ja, jajajaja. Sí, sólo otra más...

_ Jeff. Tío, Jeff. JEFF DESPIERTA, MIERDA. -Me pegó tal leche que creo que lo escuchó hasta el perro de los Withingale.

_ ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Ya nos vamos?

_ No, que parecías retrasado con esa cara y me asustaste.

_ Joder, ¿para eso me metes un hostión? ¿En serio?

_ Te llamé durante cinco minutos.

_ Entonces no pasa nada.

_ Heeeeeey.~

Allí estaba ella, al fin. Podríamos irnos y quitarme todas estas fotos de la sexy... -T-tu nombre.-... ¡AGH! ¡Que no!

Nos levantamos del sillón, y salimos a la calle. Montamos en el coche, rojo cómo la sangre, bonito color, me gusta.

En el viaje nos pusimos a jugar un poco con las DS al PoKémon YX, cada uno por su lado.

_ Uf... Maldito Rayquaza... -PoKémon me ponía nerviosisimo cuando no los atrapaba. Un gasto de pokéballs(Pokebolas.) increíble.

Jack tarareaba la cancioncita que suena cuando peleas, y -Tu nombre.- parecía estar curando a sus PoKémons. Lo miraba con el rabillo del ojo, tampoco quería molestarles a ambos. Sí, estaba en el medio.

A mitad de camino, ¿que cómo sabía que estabamos a mitad de camino?, pf, ni idea, noté algo en mi hombro derecho, dónde se sentaba -Tu nombre.-, por lo que fui a mirar. Tenía la cabeza apoyada en mi hombro, dormía profundamente. Luego, Jack, estaba igual, solo que apoyado en la ventana.

Cogí ventaja de la situación. Tomé la mano de la chica, y posé mi cabeza sobre la de ella, cerrando los ojos, y cayendo en un profundo sueño al rato.

[Narra -Tu nombre.-]

Desperté por los gritos de mi madre. Lo sé, tengo un despertar lento, ¿vale?

Salí del coche, una juuuungla inmensa delante de nosotros, ya eran las nueve de la tarde para cuando llegamos. Me pregunto quién me subió al avión...

_ ¿No era un bosque?

_ Nah. Yo juraría que era una selva...

Susurraban cosas, al igual que yo, estaban perdidos. Me acerqué a ellos, soltando bostezos una y otra vez. Por alguna razón, dormí perfectamente.

_ Hará calor, ¿no?

_ Digo yo. No me he traído nada de invierno más que una chaqueta. -Hablabamos Jeff y yo, Jack tocaba ardillas que estaban en sus pies, oye, ardillas en la jungla, ¿Hola?

La supervisora, con suerte mujer..., se acercó sonriente. Nos despedimos de la buena vida en casa, y fuimos al campamento. Algo simple, sólo eran unas tiendas de campañas, una hoguera, y unos troncos a base de asiento a su alrededor, muy típico.

_ Bueno, chicos. Es bastante tarde, pero podéis daros un paseo si os apetece. Tened cuidado con los animales que no conozcáis, ¿sí? Estaré cerca por si acaso.

Paseamos los tres juntos, cómo no, si nos perdíamos, al menos juntos. Charlamos, y se nos vino la noche muy pronto. No nos dijeron nada que hacer, pues la supervisora no estaba cuando volvimos, allá por las diez. Esperamos hasta las once jugando al escondite cerca, y nada. A las doce, nos fuimos a dormir. Decidimos eso, porque estabamos cansados de esperar, y no parecía que fuera a volver.

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Nota: Ehhhh... Este es cortito porque quería demostraros que no, no morí aún. xD

Veréis, he planeado un pequeño horario, subiré un capítulo una vez a la semana. Cada viernes a las seis de la tarde.

Si ocurre cualquier cosa, os avisaré y pospondré el capítulo al día siguiente.

Si os parece bien dejadmelo aquí en los comentarios, si tenéis una idea mejor también dejadmelo. Una ayudita, cómo ideas y otras cosas me vienen de perlas.

Espero que os haya gustado este corto pero elaborado capítulo de Te Quidio, y también espero haberos entretenido un poco, porque eso es lo que me gusta, sacaros una pequeña sonrisa. <'3

Recordad, si queréis más capítulos a la semana, dejadmelo escrito, yo intentaré hacerlo lo MEJOR que pueda por vosotras pequeñas lectoras.

Y creo que eso es todo lo que tengo que decir, así que...

¡Hasta la siguiente~! <3

Te Quidio. Jeff The Killer y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora