HÓNGYÈ ❁ 秋 - KOOKMIN OS.

Capítulo Único: Hojas Rojas

En el salón de clases todos parecían llevar buenas relaciones y amistades, todos sus compañeros charlando entre ellos en sus propias burbujas. Videojuegos, ropa, trabajos escolares y muchos otros temas los cuales no le interesaban.
Jimin sólo prestaba atención al parque que lograba verse desde la ventana cerca de su pupitre, veía los árboles con esas características hojas de colores cálidos que daban a entender que estaban en otoño.

Amaba la estación, le parecía la más relajante de todas. Donde podría pasar horas viendo como aquellas bellas hojas caían hacia el suelo, él quería salir de allí y hundirse en ellas simplemente porque las adoraba.

Al terminar el horario escolar, se dirigió hacia el parque. Mientras caminaba por las calles acomodaba su bufanda favorita, tejida por su abuela con un pequeño gato en el inicio de esta, puede que ame el otoño, pero odia enfermarse. Aquellas son épocas donde el aire es fresco y puedes pescar un resfriado. Agradecía a su abuelita por darle esa bufanda como regalo anticipado de Navidad.

Una vez que llegó al parque lo primero que hiso fue lanzarse sobre una pequeña montaña de hojas rojas que había en el suelo, pero al hacerlo escuchó un quejido. ¿Un conejo? Pensó Jimin.

—Auch! —Dijo la voz que desconocía.
Era un chico de su edad, cabello y ojos negros.

—Lo siento! No sabía que estabas debajo.—Se disculpó de inmediato y se sentó junto a él sobre las hojas.

—Descuida. —Río. —Yo tampoco lo hubiera pensado dos veces antes de tirarme. Soy Jungkook ¿Y tú?.
El muchacho, ya no desconocido, ofreció su mano para presentarse.

—Soy Jimin. —Tímido, miró a los ojos de lo que podría considerar su nuevo amigo. Definitivamente es un conejo, Pensó para sonreír e invitar a jugar al chico pelinegro.

El sol estaba comenzando a caer, lo que significaba que cada uno debía volver a sus hogares. Pero ninguno quería, ambos disfrutaron tanto de aquella tarde de otoño como la presencia del otro que ahora parecían no querer separarse.

—¿Mañana volverás aquí? —Preguntó Jungkook.

—Claro ¿Y tú?

—Sipi! Espero que podamos seguir jugando con las hojas.

Sin más, se despidieron con un saludo extraño que habían inventado y cada uno tomó su camino a casa.

Así pasaron los días, y siempre se encontraban en aquel parque. Pasaron meses y su amistad se reforzó aún más, ahora no sólo se encontraban jugando con las hojas, sino que también fueron a la casa de cada uno, al cine, al arcade, la biblioteca, todo tipo de lugares.

Pero no sólo sus lugares de encuentro cambiaron, sino también los sentimientos de uno.

Jimin no sabe cuando pero estaba seguro que le gustaba su mejor amigo, ¿Quién no? El chico era tan lindo y tierno, estuvo ahí en sus mejores y peores momentos, compartió risas y llantos.

Podrían decir "Son como hermanos, inseparables" pero no, Jimin no quería verlo así, él creía que Jungkook sería su compañero para toda la vida, no sólo en términos de amistad.

Quiso decirle siempre sobre sus sentimientos, pero ¿Qué tal si arruinaba su linda relación? Él no quería que el pelinegro se alejara, o mucho peor lo odiase. Así que decidió no decirle y ocultarlo.

Cuando se graduaron ambos de preparatoria algo cambió, Jungkook parecía ser mucho más cariñoso.

Ellos se encontraban en la casa del pelinegro, estaban viendo películas en la habitación de este, recostados sobre su cama.