Capítulo 2: Confusión

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22 de marzo de 2013.


Llevo 2 semanas viviendo en Alemania, pensé que se me haría difícil el alejarme de mi mamá y de Matthew, pero no fue así. Hace 1 semana conseguí trabajo en una cafetería, me llevo bien con mis compañeros de trabajo, pero espero en un futuro llevarme mejor.

-¿Cómo estas hoy preciosa Emma?-- me dice Ed con una sonrisa maliciosa y luego besando mi mejilla.

Desde que llegué el demostró interés en mí, se que fea no soy, muchos me han dicho que de hecho soy muy bonita, sin embargo no me siento así.

-Mejor, ahora que me encuentro contigo-- le respondí ,sonriendo coquetamente.

Antes no era así o quizás si, pero no lo hacía por vergüenza o por lo que los otros podrían pensar sobre mi, pero esto es parte de mi plan, de avanzar.

-¿Qué opinas sobre salir el próximo viernes?-- me pregunta con la misma sonrisa de hace un rato.

Me toma por sorpresa su pregunta, no pensé que esto de las citas se diera así de fácil.

-Uumh no sé, me han dicho que salir con personas del trabajo no resulta muy bien.-- respondí.

-Pero nosotros somos maduros, podemos hacerlo funcionar, además ,¿Qué es lo peor que puede pasar?-- me responde con una sonrisa juguetona.

-Está bien-- acepté.

27 de mayo de 2016.

Después del fin de semana, vuelvo a la rutina de trabajo .Me cuesta levantarme temprano, pero tengo que hacerlo para así poder pagar las cuentas a fin de mes, no me queda de otra. Al llegar a la cafetería hago lo mismo de siempre, saludo a todos y me coloco mi uniforme de trabajo.

El día pasa lento y cada cierto rato miro la puerta esperando ver a Zed entrar, es temprano por lo que espero que el venga en la tarde. Todo el fin de semana no pude dejar de pensar en él.

(...)

Eran como las 6 de la tarde cuando lo vi entrar a la cafetería. Estaba arreglado, se sentó en una de mis mesas y me acerqué a él.

-Hola, ¿quieres lo mismo del otro día?-- le pregunté.

El me miró con desconcierto y desconfianza, luego sonrió como si entendiera algo que al parecer yo no.

-Creo que me confundes-- me dijo lentamente.

-¿Tú eres Zed no?-- pregunte dudosa.

-Y veo que tenía razón, es una típica confusión, a todos les pasa, yo soy Sam, tu conociste a mi hermano gemelo Zed-- yo quedé perpleja, fue como un balde de agua fría.

Eran iguales físicamente, pero analizándolo, la voz era distinta, se vestían distinto, tenían el mismo pelo y ojos, pero con una mirada que no expresaba lo mismo, Sam mostraba diversión y espontaneidad, Zed mostraba misterio e intensidad. Sus sonrisas eran parecidas pero no iguales, seguramente eran de personalidad totalmente distintas.

-¿Te deje impactada no?-- dice con una sonrisa coqueta.

-La verdad si, un poco, bueno, ¿ Qué vas a ordenar?-- le digo con una sonrisa y recomponiéndome del impacto que me había dejado en shock.

-Un café cargado con rollitos de canela por favor-- responde con amabilidad.

-En seguida los traigo-- respondí y me fui rápidamente a la cocina.

Hermanos gemelos, quien lo diría, ahora tendría que aprender a diferenciarlos, me daría vergüenza confundirlos. Creo que tendré que detallarlos minuciosamente para ver sus diferencias y no confundirlos.

Mientras esperaba los pedidos en el mostrador ,me dedique a observar a Sam. Era lindo como su hermano, pero no eran iguales, o por lo menos yo no lo sentía así. No sentía lo mismo que sentí cuando estuve con Zed, quizás me debí dar cuenta con eso. Tomé los pedidos y me acerqué a su mesa.

-Aquí esta lo que ordenaste, espero que lo disfrutes--le dije y me di la vuelta para irme.

-Espera-- dijo y me giré.

-¿Cuál es tu nombre?-- me preguntó con un sonrisa coqueta y una mirada curiosa.

-Emma-- respondí.

-Emma-- dijo como probando ese nombre en su boca- Bonito nombre para una linda chica-- agregó.

-Gracias-- respondí sonrojada.

-Para que sepas, la mayoría nos diferencia por un lunar que tenemos en la barbilla, ves?-- me dice señalando su barbilla.

Me incliné un poco hacia su mesa para poder ver mejor y lo ví, un pequeño lunar yacía en su barbilla.

-Es pequeño-- dije.

-Lo es, pero según nuestros padres así era como nos diferenciaban-- dice encogiéndose de hombros.

-Entiendo, por lo menos ahora sé como diferenciarlos, una pregunta, ¿a qué te dedicas?-- pregunté con suma curiosidad.

Él sonrió.

-Soy abogado ,por eso me ves con traje. No suelo venir a cafeterías ,pero estaba cerca de la casa de mi hermano y decidí pasar a ésta y , por lo que veo, Zed viene seguido-- dice riendo un poco, pero siempre manteniendo una sonrisa juguetona.

-La verdad es que a tu hermano lo conocí la semana pasada, viene acá con una computadora a escribir, ¿a qué se dedica él?-- pregunté. El me miró de una manera que no supe entender.

- Cuando lo veas le preguntas, un gusto conocerte-- dicho esto se paro, fue a la caja, pagó y se fue. Dejándome atónita y totalmente confundida.

Agité la cabeza recomponiéndome y recogí las cosas de la mesa para llevarlas a la cocina. Durante el resto del día seguí atendiendo clientes, pero siempre pendiente de la puerta mirando si es que Zed llegaba a entrar ,pero no fue así. Un poco decepcionada fui a cambiarme de ropa, el local ya iba a cerrar. Hoy me tocaba a mi cerrar la cafetería por lo que era la última en irme.

Estaba cerrando la puerta con llave cuando escucho un carraspeo. Me tenso inmediatamente y me coloco en posición de ataque.

-Tranquila Emma ,soy yo-- dice riéndose a carcajadas- Debiste ver tu cara-- dice entre risas.

-Casi me matas del susto-- le digo mientras llevo una mano a mi corazón.

-Acaso no puedo venir a visitar a mi mejor amiga-- me dice abrazándome pero todavía riéndose.

-Obvio que puedes, pero uno no se acerca así a la personas, no es normal que hagas cosas como esas-- le digo devolviéndole el abrazo- te extrañé-- agregué.

-Yo también, pero bueno ahora pasaremos muuucho tiempo juntos, me quedaré aquí por 3 meses-- me dice con una sonrisa.

-¿Y dónde te vas a quedar?-- le pregunté preocupada.

-Pues pensaba quedarme en un hotel, pero luego pensé que quizás pueda quedarme contigo y que entre los 2 paguemos el arriendo, ¿te parece?-- me dejó atónita, no me lo esperaba, pero pensándolo bien, no era una mala oferta.

-Esta bien, vivamos juntos Matthew.

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Segundo capítulo, espero que les guste.

Este va dedicado a un amigo que hoy se enojó conmigo sin razón.  Pero que me sigue encantando. Nunca cambies.

Quiero aclarar que en la mayoría de capítulos comenzara narrando ella en pasado, en donde contara sus experiencias cuando recién llego a Alemania y luego en presente.

Make me feel AliveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora