Chapter One.

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Primer intercambio
Parte 1/3.

| Jung Hoseok. |

No sé qué me hizo hacerlo, qué me hizo decir su nombre. Supongo que me asusté. Jungkook no solía molestarme con las chicas, así que me sorprendió cuando me preguntó de quién era el nombre que esperaba obtener para el intercambio de regalos de Secret Santa, miré alrededor de la habitación y sopesé mis opciones. Hirai Momo me llamó la atención, pero no me atreví a decir su nombre. Jungkook no sabía que me gustaban los chicos. Nadie lo sabía, y planeé mantenerlo así hasta que me fuera a la universidad. Pero si tuviera que elegir a alguien, supongo que sería Seokjin. A pesar de que le gustaban los deportes, y yo no. También le gustaban las porristas, y yo definitivamente no.

– ¿Bien?.– Jungkook dijo.– ¿A quién esperas que llegues?.

Comencé a decir: "Nadie", pero salió en un tartamudeo.

Su sonrisa estaba llena de travesuras.– Lo sabía. Te gusta alguien, ¿Quién es?.

Me incliné más cerca de él.– ¡Shh! ¿Podrías mantenerlo bajo?.

– Bueno, ¿quién es?.

Y fue entonces cuando me entró el pánico y dije su nombre: Park Sunyoung. Parecía bien, pero esperaba que Jungkook no intentara jugar al casamentero. Lo último que necesitaba era que una chica me persiguiera de nuevo. Al comienzo del año escolar, cometí el error de sonreírle a Park Chaeyoung y ella se enamoró de mí.
Fue una pesadilla. Dejó notas de amor en mi casillero, diciéndome lo lindo que era. Según Chaeyoung y sus afecciones mal ubicadas, mis ojos son como pop-tarts de arándano. No es azul como un cielo brillante o un océano brillante, sino azul como pop-tarts. He comido pop-tarts de arándano. Ni siquiera son azules. Se rellenan con pegote púrpura y se cubren con glaseado blanco y gotas de arco iris. Supongo que el amor te hace decir cosas graciosas. Nunca tuve la oportunidad de descubrir qué alimentos le recordaban las partes del resto de mi cuerpo.
Cuando ella finalmente se atrevió a decirle su amiga que me pidiera una cita, cortésmente le dijo que no estaba interesado. El correo de los fanáticos se detuvo abruptamente.

Esperaba que nada de eso sucediera con Sunyoung.

Me incliné más cerca de Jungkook.– Y nunca dije que me gustara. Sólo, si tuviera que elegir a alguien en esta habitación.

– Relájate. Parece que estás a punto de desmayarte o algo así.

Negué con la cabeza. –Estoy bien. Es sólo esta cosa secreta de Santa. Es estúpido. Quiero decir, estamos en la escuela secundaria, no en cuarto grado.

– Sí, pero ya conoces a la señora Kang. Ella vive para este tipo de mierda.

El salón de asesoría apestaba. No, asesoría apestaba. El año pasado cambiaron el nombre a TAP: Período de Asesoría para Maestros. Pero suena ridículo decir que estoy en TAP. Como si yo fuera bailarín o algo así. Así que simplemente lo llamo asesoría. Como sea que lo llamen, apesta. ¿Cuál fue el punto? Como aprendimos nada durante esas sesiones semanales de veinticinco minutos. Y la Sra. Kang, nuestra asesora, se empeñó en hacernos amigos. Sus actividades de "conocernos" fueron las peores.

La semana pasada se paró frente a nuestra clase y le tendió un rollo de papel higiénico. Ella nos hizo subir y arrancar la cantidad que "normalmente usaríamos". Como si quisiera compartir esa información. Tengo algo sobre la limpieza. Digamos que normalmente uso mucho. Después de ver cuánto papel higiénico tomaron todos los demás, diría que uso una tonelada de mierda. Pero me contuve, tomando lo que parecía ser una cantidad socialmente aceptable. No quería llamar la atención innecesaria a la rutina de mi baño. No fue hasta que todos regresamos a nuestros asientos que la Sra. Kang nos dijo que por cada casilla que habíamos tomado, tuvimos que decirle a la clase algo sobre nosotros mismos. Y, joder, debería haber sabido que era una especie de truco.

Sock It To Me, Santa! | h.v.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora