Chapter Two.

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Primer intercambio
Parte 2/3.

| Jung Hoseok. |

Luché para encontrar una idea de regalo para Taehyung. Eventualmente me rendí y le pedí ayuda a mi mamá. Dirige una tienda de artesanía local y organiza talleres semanales allí. Si alguien me podría ayudar, sería ella.

– ¿Cómo es él?.– Me preguntó.

Me encogí de hombros. Yo no sabía. Deseé haber prestado más atención la semana pasada durante ese juego de papel higiénico. Pude haber obtenido una idea de sus interéses. Recordé a Taehyung diciendo algo sobre el club de tejer, pero Jungkook comenzó a reírse de él, así que no entendí el resto de lo que dijo. ¿Club de tejer? Incluso yo tenía que admitir que era bastante gay.

– Bueno, dime algo, Hoseok. Estoy trabajando con una pizarra en blanco aquí. ¿Cuál es la primera palabra que te viene a la mente cuando piensas en él?.

– Suave.– Estaba fuera de mi boca antes de que pudiera desechar el pensamiento, y sentí el calor de la vergüenza subiendo por mi cuello.

Ella ladeó la cabeza y me miró desconcertada.– ¿Suave?.

– No quise decir suave–. Aunque apuesto que Taehyung se sentía suave. Su largo cabello color café parecía seda. Apuesto a que se sentía como la seda, también.– Me refiero a hablar en voz baja.

– ¿Así que es tímido?.

– No creo que sea tímido. Creo que sólo se mantiene callado porque la gente lo critica mucho.

– ¿Qué?.– Dejó de cortar verduras y se acercó para sentarse a mi lado en la mesa de la cocina, con una expresión de preocupación en su rostro.– ¿Por qué la gente lo critica?.

Me froté la frente, buscando las palabras adecuadas. – Él es...–

– ¿Él es qué?.

– Está... en el club de tejer.

Ella se mordió el labio, tratando de ocultar su diversión.– Entonces, él está en el club de tejer y es suave.

– De voz suave.– Nunca iba a borrar eso.

– Mmh, suena como una forma inteligente de conocer chicas.

– No creo que esté interesado en conocer chicas.

– Ya veo.– Su expresión se había transformado de una de las preocupaciones a una de la compasión.– ¿Y esta es la razón por la que los demás lo critican?.

– Sí.

– Espero que no participes en nada de eso.

– No claro que no.

– Porque yo te crié mejor que eso.

– Lo sé, mamá. No haría eso. Odio a los brabucones.

– Bueno.– Ella extendió la mano y puso una mano en mi hombro.– No hay nada de malo en ser gay.

No era una pregunta, pero se sentía como una.– Lo sé.– Dije rápidamente.

Ella retiró su mano, pero sostuvo mi mirada.

Sock It To Me, Santa! | h.v.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora