"Recuerdan que en su niñez los padres, ¿evitaban a toda costa el llevarte a un funeral? Tenía 24 años cuando descubrí la cruda razón.
El cielo estaba curiosamente despejado y radiante, pero ninguno de los nueve estaba como el clima dictaba. Al contrario del deslumbrante día, todos estábamos con una rotunda incógnita. En nuestros corazón solo reinaba el vacío, el vacío que ella nos dejó. Se había ido, nos había dejado solos, solos en un mundo donde nada seria igual. Ella solía definir la vida de una manera muy curiosa, "el saber y el entender" creía que la vida se basaba en esas dos simples acciones, yo definí la vida como "el antes y el después de ella" y estoy completamente seguro que cada uno de los demás lo hicieron así."Los fríos colores del ataúd sobresaltaban en el verde césped recién cortado, ella merecía más que un frío metal color grisáceo rodeándola, rodeando su hermoso cuerpo, que ya no era suyo, solo era un vacío y frío recipiente en el cual alguna vez se encontraba una extraordinaria personalidad, carente de cualquier pasión maligna. Aún así, seguían siendo sus partes, partes que desaparecerían, lo que alguna vez fue, quedaría en la memoria de sus conocidos, se reduciría a recuerdos, momentos.
No recuerdo el momento exacto en el cual mis piernas dejaron de sentirse, solo recuerdo sentir el suave césped rodear mis miembros por arriba de la tela de aquel pantalón negro.
—Tenemos que irnos Tae...
la áspera voz de Nam se escuchaba tan lejana, tan ajena. Como si estuviera a cientos de kilómetros de distancia, y todo lo que obtuviera de él fuera un leve susurro perdiéndose en el espacio.
— Levántalo Nam. No podemos quedarnos más. — Jin quien ahora me tomaba del brazo dispuesto a sacarme arrastras del lugar, solo tiro fuertemente. Sacándome del trance en el cual había entrado desde que la encontramos en aquella casa.
— ¿Acaso están dementes? ¿Que mierda pasa con ustedes? ¿Por qué actúan como si estuviéramos escapando de algo? — mi voz se escuchaba tan desgastada, pero aún quedaba. Un rastro fuerza en ella. Aquella que saque en pocas palabras, quería gritarles, golpearlos hasta sacarles las palabras de la boca.
— No se suicido.
Jimin con la mirada fija en el suelo del vehículo, había soltado en casi un susurro aquellas palabras que me perseguirán incluso en los sueños más puros que fuera a tener.
— ¿Qué mierda dices Jimin?
Tome del cuello a Jimin, acorralándolo en la ventana, sentía la rabia y la adrenalina correr por mis venas, sabía lo que estaba por decir, sabía perfectamente las palabras que pronunciaría a continuación. Pero antes de poder pronunciar algo , sentí unos brazos rodear mi cuello y jalarme hacia atrás.
— Nam para el maldito auto.
El auto se detuvo y sentí una fuerza tirarme por la puerta del auto antes abierta. Caí abruptamente sobre el asfalto de la carretera. Con los sentidos ahora adormecidos por el golpe, alce la mirada para encontrarme a un muy enojado Yoongi.
— Eres un estupido Taehyung. Incluso tú, maldito estupido, pudiste notar las incongruencias en la escena. Dime ¿quien carajos se colgaría con señales de lucha? ¿Quien mierda podría? ¿Quien?— los ojos del mayor se llenaron de un notorio odio. Su voz se aún escuchándose dura se quebraba. — Ella merecía más, ¿crees que no lo sé? Más que ese asqueroso ataúd. Y juro que encontrare al maldito infeliz que le hizo esto. Juro que lo encontrare y lo matare con mis propias manos. — Yoongi me miraba como si supiera exactamente lo que pasaba por mi cabeza y sin antes decir algo me tomo el rostro.
— Haz el favor de controlarte, se que crees que no sabes una mierda de lo que está sucediendo. Pero tú y yo sabemos que no es así... ella no era tan pura y buena como creías Tae. Nadie lo es. Levántate que tenemos que irnos.
Me levante del pavimento con un escalofrío recorriendo mi cuerpo.
— ¿a donde vamos? — apenas logre articular esas palabras cuando el mayor ya había vuelto al vehículo.
— No hagas preguntas de las cuales sabes su respuesta, nos dirigimos al principio de todo... donde comenzó esta mierda. — Sin decir una sola palabra me subí y emprendimos un viaje, en el cual ninguno volvería siendo el que ahora es. Contrario a lo que Yoongi creía, nadie sabía nada. Estábamos completamente errados al creer que conocimos alguna vez a aquella chica. Y estamos completamente equivocados si creíamos que alguno de nosotros se conocía. Solo éramos unos extraños buscando a otro.
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Seesaw
FanfictionTodos los momentos en la vida, son recordados. En alguna parte de tu memoria, se esconden secretos que podrían cambiar la perspectiva de la vida en cuestión de segundos.