Reino de los duelistas (Seto Kaiba y tu) ADAPTACION

Trampa

La noche cada vez era más oscura y se sentía un poco tenebrosa como si alguien nos estuviera cazando, pero no directamente. Podía sentir una magia al rededor de toda la isla de duelos.

- ¿En qué estás pensando? - pregunto Seto

- Todo esto me parece raro ¿No lo crees?

- Desde que YuGi se cruzó en mi camino todo a sido raro

- Tienes razón, pero ya está estando los dos juntos nada nos puede detener

- Así es

Seguimos caminando en completo silencio, seguramente Seto estaba buscando un forma de entrar al castillo de Pegasus sin ser visto. El sol ya empezaba a dar los buenos días y el bosque no parecía tener fin. Estaba observando cuidadosamente el paisaje pero la espalda de Seto hizo que parara de repente.

- Oye ¿Que? - mi pregunta quedó en el aire - estoy segura de que lo encontraremos Seto

Seto estaba observando la fotografía que tenía de Mokuba cuando era pequeño en el pequeño estuche en forma de carta que le regale. Pero la estaba viendo de una manera preocupada como si con ella pudiera escuchar a Mokuba donde quiera que este estuviera.

- Lo sé, pero algo me dice que está desconfiando de mí - respondió

- ¿Quien eres y qué le hiciste a Seto Kaiba? - me puse enfrente de él  - ¿Estás dudando de que rescataras a tu hermano?

- ¿Crees que es tan sencillo?

- Nunca dije que fuera fácil, ¿pero eso en qué momento te detiene? ¿Cuando te has puesto a pensar en lo difícil que es?

- Nunca

- ¿Y ahora que tu hermano corre peligro te vas a poner a dudar de ti mismo?

Si queríamos salvar a Mokuba no podíamos dudar en ningún momento. Pegasus es un enemigo bastante poderoso y teníamos que estar seguros de lo que íbamos a hacer para asegurar nuestra victoria.

- Tienes razón, vamos Mokuba nos espera - tomo mi mano y comenzamos a caminar

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Ya habíamos caminado por otros cuantos minutos más y el bosque seguía sin terminarse, estoy empezando a pensar que estamos caminando en círculos.

- Él famoso Seto Kaiba y _____ Aranki , sin duda buscas a tu pequeño hermano

Uno de los guardias de Pegasus apareció entre los árboles y se acerca a nosotros lentamente. No era nada más y nada menos que Kemon.

- Ahora vendrán conmigo

Se lanzó contra nosotros pero fuimos más rápidos que él. Seto lo golpeó en el estomago y yo en la espalda para que cayera al suelo. Seto lo tomó del traje para levantarlo.

- En realidad, tú vendrás con nosotros - dijo Seto - comenzaras llevándonos a su castillo

Kemon a regañadientes se levantó y comenzó a caminar hacia el castillo de Pegasus para que Seto y yo lo siguiéramos. Pero Kemon parecía estar muy de acuerdo con llevarnos al castillo de Pegasus.

Después de otros minutos caminando llegamos a uno de los accesos del castillo que obviamente estaba cerrado por tecnología de reconocimiento al que solo los guardias de Pegasus y el mismo tienen acceso.

- Tienes permiso de seguridad, abre - ordenó Seto

- ¿No sería mejor tocar? - respondió Kemon

- Mejor cierra la boca y abre la puerta

- Sabes que nadie toma por Sorpresa a Pegasus - Kemon abrió la puerta - de un modo u otro ya sabe que estás aquí