Me quedo sola en una habitación.
Les caes mal, están fingiendo, en realidad te odian, solo les molestas. Date cuenta.
Mi cabeza acaba entre mis manos, era mentira, yo sabía que era mentira pero por alguna razón pensaba que tenía algo de razón.
Me empecé a agarrar el pelo con fuerza, reteniendo la ansiedad, reteniendo las lágrimas.Regresando a casa, volvió a hablar.
Vienen a por ti. Te matarán.
¿Quiénes?
...
Ya no respondió.