El sendero es marcado, el camino es oscuro y tapado con ramas, es difícil ver algún alma.Si no vuelves, te consideras perdido, quedas avisado desde ahora.
Gritos y alaridos surgen si cambias de curso, no podrás salir ya que, tan solo con entrar quedarás condenado.
Solo sigue teniendo cuidado y no te descuides, o serás despedazado sin novedad alguna.
Eso que has hecho no está bien, has pisado fuera del sendero lo cual un oscuro, siniestro y malvado ser, habla entre árboles y tinieblas.
Detrás suya nota roces rápidos como rayos de tormenta en una oscura y tormentosa noche de abril.
Asustado no quiere mirar, algo lo sujeta con manos atroces. Grita y golpea al ser en vano intento.
Abre los ojos y contempla a un ser que aún muerto, renace con ojos voraces como las llamás del infierno melancólico.
El corazón en un puño, él le reconoce al instante sin novedad alguna.
Él se suicido de amor, mientras, se balanceaba en un sauce llorón de melancólia absoluta e infinita.
El ser le araña la piel y sus ropas deshace al instante sin inconveniente.
Asustado se suelta y da a la fuga. El ser, le da alcance rápido y presido.
El ser lo mutila, lo rompe y lo destroza lo cual resultó, en su paz renacida en sueños melancólicos desvanecidos.
Tumbado, dormido y soñando despierta se encontraba cuando escuchó un arañar en la puerta.
Algo en la puerta golpeaba queriendo entrar para quien sabe que.
Asustado, confuso y recién despertado no se atrevió a abrir y saber por fin, quien era el intruso que muy pronto, se atrevía a molestar.
Pensé que quizás podría ser el viento, y el miedo se me pasó. Hasta que la cosa empezó a jadear.
Era un sonido tan antinatural para que una simple brisa lo pudiese provocar.
Al otro lado, esperando, algo se quería acercar lentamente. Intenté irme por la ventana, pero la altura me podía matar.
El ser en el plomo de la puerta golpeaba probando, el manillar, logro girar sin problema.
Un ser demoniaco, al verme comenzó a gritar.
Yo convencido de mi final, espere que el dolor pudiera acabar.
Fin
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Karina
PoetryLa muerte de una mujer hermosa y los labios más adecuados para este tema son los de un difunto amante que le desvela una pena extraordinaria.