¿Qué ocurriría si tu nombre no es tu nombre? ¿Si tú no eres quien crees que eres? ¿Y si lo que piensas que es real es una ilusión creada por tu mente atormentada? ¿Cómo te sentirías?
En esta historia, la fantasía es el telón de un mundo donde Chlori...
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Parpadeo varias veces, tratando de sacar mi mente del estado aturdido en el que me encuentro, y me doy cuenta de que aún estoy de pie en la cocina. La puerta trasera permanece abierta, y en la distancia, veo a mis padres en el jardín trasero, pero no tengo ni idea de qué excusa darles para justificar mi repentina aparición en casa a mitad del día. Después de aquella impactante escena que me dejó como una loca frente a la máxima autoridad del pueblo, todo parece desmoronarse a mi alrededor, una debacle personal exclusiva para mí.
Me froto el rostro y suelto un largo suspiro. En ese momento, siento cómo mi celular vibra en mi bolsillo, y sé que es un mensaje de ella. Supongo que el verdadero problema acaba de empezar.
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Miro la hora, 13.20hrs. Es cierto, llevo más de dos horas fuera. ¿Qué escusa podría poner? Sé que la biblioteca no depende plenamente de mí, y no niego mis responsabilidades, pero justo hoy es el día en el que llegan los paquetes que esperábamos, y me corresponde firmarlos, no Camila. No puedo desaparecerme porque sí.
Entrecierro los ojos y tecleo una respuesta. Ella responde de inmediato.
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Guardo el celular en el fondo de mi bolso y me doy cuenta de que tengo varias horas para pensar en una buena excusa tanto para mis padres y mi jefe, porque ser honesta no me ayudará en absoluto. Paso por la isla de la cocina y tomo el vaso de agua que ya está servido. Estoy por darme la vuelta cuando mis ojos caen sobre el almanaque pegado en la puerta de la nevera.