La Wicca es una religión neopagana, popularizada a partir de 1954 por el británico Gerald Gardner, que argumentaba que esta religión en la que fue iniciado era un remanente que él había encontrado de la antigua religión de la brujería, con raíces en el paganismo pre-cristiano de Europa. Los argumentos de Gardner no han podido comprobarse de forma independiente, aunque se piensa que la teología wiccana está compilada a través de grupos con origen, como mucho, a partir de 1920. La práctica de brujería propuesta por Gardner ha evolucionado y ha sido adaptada dando paso a la creación de las numerosas tradiciones wiccanas existentes hoy día.
Sus principios son muy similares a los de la tradición celta europea, con pocos cambios, excepto que en sus formas más puras, contiene elementos de la Alta Magia desarrollada por logias mistéricas.
En un sentido estricto de la palabra, todas las tradiciones wiccanas derivarían de la “gardneriana” en mayor o menor grado. Sin embargo hay una diferencia fundamental entre ellas y es el linaje: unas claman tenerlo y mantenerlo, mientras que otras no se preocupan por él y son mucho más abiertas en cuanto a su enseñanza y liturgia.
Actualmente hay muchas corrientes dentro de la Wicca, ya que está fue muy popular y se dió a conocer en muchos libros.