El sol se oculta tras las montañas y tiñe de un cálido color naranja al hermoso campo dónde hay un bello pastizal verde y alguna que otra florcita. Yo estaba sentado en mi mecedora viendo el ocaso cuando algo llamó mi atención, en un pequeño charco de lodo había una huella, al parecer era un pie de mujer; vi que las huellas se dirigían hacía el bosque así que las seguí, Recorrí casi todo el bosque y no encontré señal de ella, como ya estaba oscureciendo decidí volver y ahí fue cuando la vi.
Tenía una larga cabellera Rubia, unos hermosos ojos verdes y vestía de blanco, lentamente me acerque a ella y cuando iba a tocarla... Desperté ¡Todo había sido un sueño! Me había dormido en la mecedora y el sol ya se había ocultado, un poco confundido decidí entrar a la casa y acostarme a dormir...Creí escuchar un ruido, así que salí de la cama y baje al sótano a mirar si había alguien, pero no era nada.
Subí a la cocina para tomar un refresco y escuché el timbre, ( rin rin rin rinnnnnnnnnn)¡Es Ella! -Pensé.
Fui corriendo a abrir la puerta pero no era ella, de hecho no era nadie. Pensé que tal vez estar encerrado me estaba volviendo loco así que mejor decidí salir a despejarme un poco, estaba en la calle cuando vi a alguien igualita a ella, con ese mismo vestido blanco que usaba esa última vez que la vi, caminé hacia ella pero cuando estaba suficientemente cerca me di cuenta de que no era.
Vuelvo a casa y al acostarme siento un fuerte dolor en el pecho y un escalofrío paso por todo mi cuerpo, sentí como si ella estuviera aquí a mi lado, pero era otra alucinación mía.
Al estar dormido soñé con ella, soñé que estábamos en la playa, era de tardecita la arena aun estaba húmeda y nosotros estábamos agarrados de las manos, de pronto ella soltó la mía y dijo:
Cariño, voy al hotel y vuelvo.Pero no volvió.
Lo único que vi por última ves de ella fueron sus Huellas intactas en la arena.
Me desperté exaltado y vi que seguía en casa ¿En serio había tenido un sueño adentro de un sueño después de haber soñado en la mecedora? Esto era muy extraño.
Me senté en la cama y delicadamente tomé el cuadro en el que estaba la foto de mi amada Hollie, la había perdido hace un año y la seguía extrañando, aunque a veces creo que ella aún sigue aquí, conmigo.