—¡No, no escuchaste eso! —Exclamé perpleja hacia Ámbar quien me observaba con una sonrisa pervertida.
—¿Cuantas veces debo repetírtelo?
—La veces que sean necesarias para que logre creerte.
—¿No me quieres creer? Pues espera a ver esto. —Dijo sacando su móvil. La observé mas confundida.
—¿Qué...?
—Cállate y escucha. —Me entregó su celular que tenía en la pantalla un vídeo por reproducirse.
Al parecer ésta entrometida se encontraba bajo las gradas de la cancha de fútbol husmeando una conversación entre Nicolás y Gastón.
—Estuve pensando en tal vez preguntarle, pues no se como vaya a tomarlo. —Dijo Nicolás angustiado.
—Pelotudo, esas cosas no se preguntan —exclamó Gastón riendo— ¡se hacen!
—Lo se idiota, pero ya conoces vos a Luna... Es algo reservada.
—Oye, llevan mucho tiempo como pareja, de echo ya te has esperado mucho —Chasquea la lengua— Haz lo tradicional, invítala a cenar y luego ya sabes, has que parezca inesperado y ella no se negará.
—Bien, eso haré. —Dijo seguido de un suspiro— ¿Cuando?
—Puede ser dentro de un par de semanas...
Luego de que Nicolás acabara la oración el vídeo terminó.
¡Esto no puede estar pasándome! Mi rostro palideció al instante y le entregué el celular a mi rubia amiga.—¿Lo viste Luna? —Preguntó con obviedad. Demonios, ella tenía razón.
—Sí, no estoy ciega. —Suspire cerrando mis ojos.
—Tenés cara de haber visto a un fantasma en vivo y a color.
—Tongo puesta mi cara normal —dije haciéndome la ofendida mientras la miraba mal. Dentro de mi no quería explicarle el porqué de mi reacción.
—Cierto... —Ríe. Rodé mis ojos— En fin, ¡lo harás con Nicolás! Él es realmente sensual, tenés suerte, eh.
Hice una mueca ante su comentario, es decir, sí, él es mi novio y es muy atractivo, lindos ojos, lindos labios, buen cuerpo pero, ¿se supone que debería de sentirme incómoda?
—Ajá —Musite.
—Yo que tu estuviese planeando en invitarlo a casa esta misma noche, no se porque nunca te habías animado a tener sexo con él.
—Nunca se dio la oportunidad —Encogí mis hombros.
No me limité a responderle más, ¿qué caso tenía? A pesar de que es mi mejor amiga ella no tenía ni la remota idea de que seguí conservando mi virginidad y esto nunca pareció ser un problema para mi, hasta hoy.
¿Porqué un problema?
Sencillo, todo es fácil cuando pierdes tu virginidad con alguien, con la misma escasez de conocimientos que tu o alguien con quien te sientas realmente confiada, pero ese no era mi caso. Sí, Nicolás y yo hemos estado juntos al rededor de nueve meses pero él debe pensar que no soy virgen a estas alturas, es decir, tengo 18 años y sería humillante no saber que hacer o incluso escucharlo hablar de mi diciendo que soy pésima en la cama, no es algo que me espere de él, pero algunos hombres suelen ser de esa manera y no quiero correr el riego. Decirle que soy virgen tampoco es una respuesta, eso sería igual de humillante, pero de algo esta segura; necesitaba aprender en cuanto antes sobre sexo de una manera u otra.—No te veo emocionada. —Reprochó ésta.
—¿Porqué he de estarlo? Es solo sexo...
—¡No es solo sexo! ¡para nadie es solo sexo!
—Bueno —dije— Pero ¿que espera que diga? ¡Oh por dios Nicolás quiere acostarse conmigo! ¡Oh por dios que emoción! ¡No puedo esperar, será perfecto! —Exclamé siendo totalmente sarcástica.
—Mejor —Sonríe. Rodé mis ojos.
—No, no lo es. Eso suena como si estuviera desesperada.
Lo estaba, ¡claro que lo estaba!, pero no por tener sexo, si no porque tenía la certeza de que pronto lo tendría y haría que todo fuese un desastre gracias a mi inexperiencia.
Luego de que Ámbar se fuera, me dediqué a pensar en la posibilidades de que tal vez él no estuviese hablando precisamente de ese tema.
—Claro que está hablando de sexo, es hombre Luna no seas boba. —Me dije a mi misma.
Luego de hacerme convencido a mi misma, procedí entonces a pensar en mil y un maneras de no ser un desastre en la cama sin la necesidad de haber tenido relaciones...
Ninguna.
No tenía ni la menor idea, es que ni siquiera había tenido sexo conmigo misma, si saben de lo que hablo. Nunca he llegado a pesar a alguien de manera real, es decir, si de manera relativamente real, pero jamás un beso de esos que sientes realmente. Las veces que he besado ha sido como besar la pura nada. He visto películas con escenas no precisamente pornográficas pero sí subidas de tono, ¡vamos! es una película, no es lo mismo.
Es un hecho, estaba acabada. Estaba perdida.
Pensé en la posibilidad de colocar una excusa, pero no llegaría a ningún lado con eso, aún seguiría sin saber nada, así que esa opción queda descartada.
—Una señal dios, apiadate un poco de esta virgen de dieciocho... —Murmuré con la mirada en el techo.
Y justo ahí sonó mi celular, indicando que tenía una llamada.
Que no sea Nicolás, que no sea Nicolás, que no sea Nicolás...
Tomé mi celular, cerré mis ojos, recé un par de veces, me armé de valentía y procedí a ver de quien se trataba...
Matteo
—¡Matteo! —Suspire aliviada. Y ahí, justamente una idea cruzó por mi cabeza. Sonreí y seguí con la llamada.
—Hola, Lu. —Exclamó éste desde la otra línea.
—¿Qué ocurre?
—¿Que haces? ¿estás en casa?
—Nada si te soy sincera, y sí, aquí estoy —Sonreí.
—Vale, estoy ahí en diez...
—¡Espera!
—¿Qué sucede?
—Nunca te invité. —Sonreí divertida.
—Oh, pues pensé que cono no hacías nada, yo podía...
—Era broma, rulitos. —Reí.
—Y esa es la razón por la cual sos mi mejor amiga. —Suspira— Allá voy.
—Está bien.
Colgué la llamada.
La idea que llegó a mi cabeza aun sigue en mi. Puede que esto suene algo loco pero, ¿qué posibilidades hay para que él puede ser mi instructor sexual?
• • • •
Y sí, se prendió, ah.
¿Qué creen que suceda?
¿Les gustó el primer capítulo? jsjsjSí es así, hazmelo saber para continuar uwu
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Aprender | lutteo
FanficFue ahí cuando una vaga idea llegó a su mente: debía conseguir un instructor de sexo. Y, ¿qué mejor persona que su mejor amigo? Le pediría ayuda a Matteo Balsano si fuese posible. Él sería su instructor de sexo. • -Historia adaptada. Créditos a su...