Y le dije: Te acompaño hasta tu casa. No sabía lo que me esperaba.
Casi por intuición, de lo que estaba por suceder, de sus labios, de sus brazos cálidos o de su hermoso rostro frente al mío. Así que dejé todo atrás, el miedo, el día y las labores, el cansancio y la diversión del momento por acompañarla. Me levanté, dejé a la nena jugando con brillos y cosas que parecían juguetes dorados, de colores muy bellos. Sólo que cuando la vi llegar e irse sola, no pude no dejar las cosas así y verla irse en medio de la noche. Así que en tono valiente y casi del tipo sonante de la voz de un novio que ama acompañar a su amada, así, de ese modo lo dije y no lo dude.
-Te acompaño hasta tu casa. Sin ver a nadie, sin notar su reacción y con los cortos nervios en el pecho la seguí y ajusté mi paso con el de ella. Mientras nos acercábamos a lo que era un club, me comentaba que no le gustaba vivir con la compañera de apartamento, que quería cambiar de lugar, que por culpa de eso no podía quedarse en la fiesta de aquel club, que estaba aburrida y que deseaba vivir sola. En mi emocionado sentir, lo único por hacer fue escucharla y sonreír con ella; sin embargo, de un momento a otro, justo en frente del club, ella me tomó la mano, retrocedí, di la vuelta, y ahí estaba ella, hermosa a la luz que difuminaba su rostro, entre azules, rosados oscuros y morados, me quedé atrapada por su mirada, no había marcha atrás, en ese instante corroboré el sentimiento cuando dije que quería llegar hasta su casa y tenerla a mí lado por ese entonces.
No dije nada, estaba impresionada, era una chica muy bella, la luz en su rostro y la música que salía a retumbar del club, era un momento, una escena, un acto perfecto.
Y lo hicimos, pero toda la motivación a ella, yo estaba como piedra en su sitio, animada por ella, me acerqué tanto como ella quiso y bum! nos besamos, al inicio muy rápido, luego lentamente y tierno, y así hasta derretir cada parte de mí. Ella estaba muy contenta, sonreía, decía que le gustaba que los besos sean justo en frente del club, cosa muy rara por cierto, pero no dejé mal interpretar las cosas, quizá ahí porque había las luces tenues y la música que generaba más emoción a la cosa. Unos segundos después, se atrevió a aumentar el nivel de todo, dijo: -Me gustaría que mientras me besas me toques, que nos besemos y nos toquemos el cuerpo. Me sonrojé a más no poder, casi temblando, ella me gustaba, era atractiva y ahora esto!
Logró tocar mi rostro, mis brazos y mi cintura, mientras le daba besos tiernos, casi palpables. Lo último que recuerdo es que estaba a punto de encajar con ella, de acariciar su rostro, de sentir su cuerpo, pero la mala suerte de un sueño terminado por accidente a los ruidos, hicieron que abriera los ojos. Preferí no volver a la cama, con todo ya había dormido suficiente, pero lo llevo en la mente y es el segundo beso que tengo con una chica.
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The Descent to my Nightmares
ParanormalBreve relatos de las pesadillas de una pequeña sin control por el mundo. (Brief accounts of the nightmares of a little girl without control by the world).