Calor
Después de lo que me ha dicho Rai estoy más tranquila. En el sentido de que parece que alguien me entiende; pero sigo estando bastante preocupada (por no decir muy preocupada) por el ente.
Ya va siendo hora de ir al examen... No sé dónde está Hideki, pero no debería tardar.—¡SHIORI!
—¡Jolín, Hideki, que susto, la madre!
—JAJAJA perdoooooón... Me resulta divertido asustarte.
—Ya, pues ni se te ocurra asustarme otra vez o te caen los dientes— le digo burlonamente—. O incluso peor... No te dejo copiar en el examen jejeje...
—Ya, claro, como si me importara... Bff
—Claro que te importa; va, dale, vamos a clase anda.Una vez en clase nos sentamos. Estoy algo nerviosa, porque no sé lo que va a pasar con este "juego". Sólo espero que no nos pillen. Prometo por mi vida que no volveré a hacer esto.
Hideki se sienta detrás de mi.—¿Estás listo?— le pregunto susurrando.
—Estoy.——————————————————
Ya hemos salido del examen. No sé si este hombre copiaría bien... Pero bueno.
He salido bastante mareada del examen. Mi cabeza no deja de darle vueltas y vueltas al asunto. Espero que hoy no pase nada raro.
Me voy a clase de matemáticas. Hoy nos dan las notas del examen de la semana pasada. Supongo que me ha ido bien. Espero que si...He llegado a clase muy mareada. No sé que me pasa.
Ha entrado la profesora con los exámenes.
—Buenos días chicos. Traigo los exámenes finales, tal y como os había dicho. Os los daré al final de la clase. Ahora vamos a hacer unos ejercicios.
—Shiori...
La voz. No. No. No. Fue la voz. Seguro. Eatoy segura.
—Shiori... ¿Me escuchas?
Vale, si, es esa cosa.
Escucho ese maldito pitido otra vez.
Siento que mis mejillas arden.
No puedo más, tengo que ir al baño.
Levanto la mano.
—Profesora...
—¿Qué pasa Aoyama? ¿Pasa algo?
—Si... Me encuentro mal, tengo que vomitar... ¿Puedo ir al baño... por favor?
—Claro. Si te sigues encontrando mal puedes ir a la enfermería.
—Gracias...Me he ido lo más rápido posible.
Corriendo todo lo que puedo voy al baño.Me meto en un compartimento.
No he vuelto a escuchar la voz.
Alguien entra en el baño. Se escuchan voces
—JAJAJAJA no me puedo creer que la tonta de la de mates no nos haya pillado haciendo pellas.
—¡SI! Dai eres genial, siempre tienes los mejores planes...Son ellas. Son las tres arpías. Como me vean aquí me puedo ir preparando.
Dejo de escucharlas.
De repente todo toma un aire frío y tenebroso. Como esta mañana.
—Shiori, estoy aquí.
—¡YA SÉ QUE ESTAS AQUÍ! ¡¿PERO ME VAS A DECIR DE UNA VEZ QUÉ ES LO QUE QUIERES!?
—Tranquila, no vengo para nada malo. Solo vengo a avisarte de un peligro.
Ahora no te asustes. Apareceré delante tuya.
—Pero qué...Una especue de sombra blanca ha aparecido delante de mi.
—¿Lo ves? ¿De qué color soy?
—Mmm... Blanco nuclear.
—Vale. ¿De qué color suelen ser los espectros que ves?
—Gris, casi siempre. Otras veces negro. Pero ¿a qué viene eso?
—Pues verás. Los espectros negros o grises son los que hacen daño. Se pueden meter dentro de tu cuerpo. Depende de lo oscuros que sean pueden causar más daño o menos.
—Entonces, supongo que no eres un espectro... "malo".
—Mmm... Espectro no; soy un alma.
—¿Y por qué alma?
—Chica, no preguntes tanto. No es lo mismo una taza que un vaso, ¿no? Pues un espectro y un alma tampoco. Aunque sean parecidos.
Vale, me estoy enrollando como una persiana.De repente ha chispeado y se me ha aparecido un chico de aproximadamente 17 años delante. Era rubio de ojos castaños y la piel increíblemente pálida.
—Anda, si eres humano.
—... Algo así. He venido a avisarte de un problema y he venido a proponerte algo. Más que proponerte decirte lo que tienes que hacer si no quieres que la humanidad muera, claro.
—Vale, esto es un poco preocupante.
—No, tranquila, si tu no tienes culpa de nada.
Verás. Eres una Gaido.
—Y eso significa que...
—La actividad paranormal se está desbocando y hay espectros por todas partes. Se han puesto de acuerdo para abrir el portal al mundo de los mortales y tienen intención de destruírlo.
—Pero, ¿por qué?
—Porque no les llega el espacio en su plano. Hay que devolverlos a su plano cuanto antes o arrasarán con todo.
—Vale... ¿Pero por qué yo?
—Porque tu nombre, querida Shiori, significa "guía". Y además, tu tatarabuela fué Gaido. Heredaste su don. Ahora te toca a ti.
—O sea, que no estoy loca. Menos mal...
—Ya... Bueno. ¿Entonces aceptas el trato?
—Espera, ¿qué trato?
—Convertirte en Gaido y salvar a la humanidad. A corto plazo no volverás a ver un espectro.
—Acepto.
—Vaya, qué rapidez jajaja
—Si... ¿Qué te esperabas?
—No sé... Quizás querrías saber lo que tienes que poner de tu parte, ¿no?
—Ah, que tengo que poner de mi parte... Bueno depende. Qué te debo.
—¿Puedo ser directo?
—Claro.
—¿Segura?
—Que si.
—¿Pero al 100%?
—Que si hombre, que si, a ver dilo ya.
—¿No te vas a asustar?
—¿Tengo pinta de ser una cría de 11 años?
—No, pero te puedes asustar igual.
—Venga, no parezco una cobarde, ¿no?
—Ahhh... Supongo que te lo puedo contar.
—PUES ESPABILA CHICO
—Qué prisas... A ver... Si aceptas esto por las buenas, lo que te juegas, querida, es tu propia vida.
—¿La vida? Bueno, me esperaba dinero o algo así.
—Y explícame tu para que quiere un alma como yo el dinero.
—Pues no sé.
—Vamos, que aceptas.
—Si, claro.
—Y no tienes ni un poquito de miedo.
—Bueno, a ver, impone un poco, hay que admitirlo, que morirse no es algo que pase un día y vuelvas a estar bien.
—¿De verdad? Oh, vaya no lo sabía. Es coña es sarcasmo, ninguno de los dos lo sabe mejor que yo, créeme.— lo ha dicho con tono burlón— En fin... Va siendo hora de regresar a nuestros respectivos planos, ¿no crees?
—Espera, no lo entiendo.
—Ahora mismo, querida Shiori-Gaido, estamos en el plano neutro.
—Vale, ya me lo explicarás, porque mi cabeza va a acabar explotando con todo este tema... no me puedo creer que esté hablando con un ente. En fin. ¿Tu nombre?
—Kioshi. Bien. Te doy esta campanita. Agítala si quieres algo y apareceré en seguida. Adiós Shiori-Gaido.
Espero que salves el mundo como lo hizo tu tatarabuela.
—Eh... Adiós...Me ha dado una campanita pequeña y plateada.
Tengo muchas preguntas.
Ahora que todo vuelve a la normalidad tengo que salir de aquí.
Pero antes tengo que conseguir apartarme de esas chicas. Todavía están ahí.