Introducción

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"Alguna vez escuche algo así.
Alguna vez leí algo así.
Pero sentirlo. Sentirlo quemaba las venas. Sentirlo. Hacia que dejaras de sentir"

No era un chico genio ni nada. Tampoco es que fuera un cualquiera de la lista de alumnos.
Era dedicado a lo que me gustaba. Era un maestro de la electrónica.
Luchaba por ser reconocido y por más que mis inventos e ideas eran infinitamente mejores que los de mis compañeros. Siempre era ignorado.

Más que el reconocimiento a mi persona. Quería el reconocimiento a mis ideas... Cada vez eran mejores
Cada vez eran más grandes
Jamás dejaba de mejorar.

La ira me consumía desde dentro, ensuciando mi alma. Odiaba a mis maestros. Odiaba a los directivos. Odiaba a todo aquel que no fuera capaz de entender la realidad. De entender que yo traería el futuro, lo quisieran o no.

Finalmente me di cuenta que no eran dignos del futuro. Y una vez llegado, no disfrutarían de sus beneficios.

Mi actitud provocaba que nadie se me acercara. A pesar de sentir que nadie me entendía. Mi futuro seria tan brillante que todo el dolor previo no importaría.

Al entrar a 3 año de preparatoria ya manejaba la electrónica con la palma de la mano. Un día molesto con mis padres camine por los barrios ricos. En un lugar recóndito, un grupo de niños ricos realizaban peleas de robots (las cuales recientemente se habían hecho muy populares) y apostaban. Algo que me había faltado era el dinero.

Empecé a trabajar en un robot para ir a pelear. Tal vez sería bueno demostrar de lo que era capaz.

Con unos 100 dólares arme mi primer robot. Pero había un problema. No era mayor de edad, un requisito que Matías (el dueño del único lugar de peleas que conocía) exigia. Cerca de casa había una tienda de armas. El tendero con tal de vender estaba dispuesto a dar armas a asesinos y a niños por igual. Gracias a esto la mafia lo protegia de cierta manera.

Me reconocía. Aun no se porque.

+ Muchacho. Dex. Déjame adivinar. Una máscara de gas de la segunda guerra mundial o una de la peste negra. Tengo ambas pero no creó que sea cómodo usar la de la peste negra si tendrás que guiar a un asesino con tus manos. La de la segunda guerra mundial te la regalo. Ya regresaras a comprar más algún día.

Tal perdición de lo que iba a pedir me reventó un poco el cerebro. Tal vez había gente de la que yo aun no era digna. Pero seguiría mejorando.
Tome la máscara y pague el costo que marcaba en ella (ya que el tendero no me lo diría por su intensión de regalarmela), el trabajo de la gente necesitaba ser valorado. Nada es digno de regalo.

Dentro de la máscara había ya un sintetizador, lo último que faltaba.
Tome una gabardina negra y corrí al barrio rico. Las calles (a diferencia de las de mi casa) eran amplias. Había pasto por todos lados, eran muy grandes y todas eran una muestra de arte.

La casa que guardaba la pelea era un poco más pequeña que las demás. La construcción abarcaba hasta la acera y era completamente blanca.

Me puse la máscara y active el sintetizador, fui al patio de atrás y toque la puerta (hace unos cuantos días habían hecho ilegal las peleas de robots, tras que un empresario importante de mi país perdiera todo en una apuesta con un empresario gringo) y con la máscara puesta dicte la contraseña

~"Te mostraré de lo que soy capaz"

La puerta era automática. Así que no paso nada. Aunque dudo bastante en dejarme entrar, pues seria la primera vez que entraba con mi nombre real "Dex"

Matías era el dueño de la casa y el organizador de las peleas. A pesar de que la casa aparentaba ser pequeña, era porque la mayor parte estaba bajo tierra. Parecía que Matías era alguna especie de conspiracionista con dinero. Diría que durante algún momento le caí bien. Pero su estatus económico segaba sus relaciones sociales.

+¿Nuevo verdad Dex? Te presentaras con ese nombre? No importa realmente, ningún novato gana en casa de Matías.

Estire mi mano y deje el dinero de la cuota de entrada a la pelea

+¿Solo 700? Los nuevos pagan el doble. (Tras la llegada del último presidente, nuestra moneda había igualado el dolar. Así que daba igual como dieras los costos, si en pesos o en dólares).

Ya que sabia que ganaría no habria problema en que usará dinero falso. Tampoco se darían cuenta.

Di los otros 700 y entre a la sala de espera.

El tendero de la tienda de armas estaba ahí, vestido muy similar a mi (solo que no llevaba puesta la máscara), esperaba que no me hechara de cabeza, aunque sabía que no lo haría.

Fácil 500 competidores se juntaban en la casa de Matías. El ganador se llevará la mitad del dinero de ingreso de todos los participantes. La otra mitad se la queda Matías para mejorar la Arena de pelea y comprar herramienta (que siempre estaba disponible en su casa).

No me sentía preocupado ni espantado. Conocía la tecnología de cada competidor. Y sabia que la mía era la mejor.

Las peleas eran elegidas por la misma casa (que era una casa inteligente).

Mi primera pelea seria contra Asias, su robot había ganado todas las peleas desde que había llegado. Vestía una chamarra de cuero café y unos jeans apretados. Aparentaba ser bastante fuerte y era un chico genio reconocido. Recién entraba en el mundo de la electrónica y su forma de practicar era hacer mierda a los demás competidores
Hasta ahora...
Seria la primera pelea. Así que me puse mi Axis (un invento mio, mejora al teléfono actual) y encendí el Dex One
Su robot era conocido como Bad time haciendo referencia a un jefe final de un videojuego algo antiguo.

No hace falta hablar de que Bad time estaba más basado en hacer múltiple daño adaptable con cientos de armas diferentes, estando preparado para casi cualquier robot. Excepto el mio.
Primera pelea

Dex fuera. Espero espero respuesta de la central.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2018 ⏰

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