Pov Joy.
Se quitó el saco y dobló las mangas de su camisa.
Me acerqué a él y comencé a quitarle la corbata con cuidado.
—Gracias.—Dijo mientras se dejaba hacer.
Al sacarle la corbata, empecé a tocar su cabello, bajé a su rostro y acaricié su mejilla para después llegar a sus labios y los rocé con las yemas mis dedos.
Lo ví a los ojos mientras que lentamente me acerqué y lo besé.
Metí mi lengua dentro de su boca, sabía muy bien como debía hacerlo.
Me separé un poco y hablé.
—Te extrañé mucho... No vuelvas a dejarme así.
—Yo también te extrañé, toda y completamente.Sonrió de lado y me apegó a él. Metió su mano debajo de mi blusa y la subió hasta mis pechos, empezó a tocarlos con algo de fuerza y comencé a gemir.
—Supongo que en mi ausencia estuviste con alguien más, ¿quién fue tu víctima esta vez?—Me preguntó con una voz sensual.
—Fueron.—Sonreí y él sólo me miró.—Te fuiste por dos semanas, no me culpes a mí.
—Dime.
—Primero, Vernon. Ese chico, desde la fiesta de Jeonghan no podía sacarlo de mi mente. Entonces, Jeonghan me debía un favor, así que tuve un poco de ayuda. Superó mis expectativas, para suerte sincera.—Mordí mi labio inferior.
—Siempre consigues lo que quieres de quien quieres, ¿no es así?-Me preguntó viéndome a los ojos.
—Siempre.—Sonreí y acaricié su mejilla.—Las personas son como un rompecabezas de necesidades. Aprende a ser la pieza faltante de ese rompecabezas y conseguirás lo que quieras, de quien tú quieras.—Me acerqué a él.—Eso es algo que yo he logrado conseguir, querido.—Susurré cerca de sus labios.
—¿Alguien más?
—Eunhyuk.—Me miró incrédulo.
—¿No es algo mayor?.
—Sí lo es, fue algo no planeado, nos encontramos en un club y comenzamos a conversar, una cosa llevó a la otra y pasó. No estuvo para nada mal y bueno, la experiencia hace al hombre, ¿no?—Sonreí pícara.
—Eres una chica muy mala.Empezó a besarme con pasión mientras seguía tocándome. Me quitó la camisa y yo le quité el cinturón.
Se separó un poco y aproveché para quitarle la camisa.
—Y tú, eres todo mío.—Susurré en su oído mientras acariciaba su abdomen.
Me volvió a besar, pero lentamente bajo sus manos hasta el cierre de mi falda, lo bajó y me dejó solo con ropa interior.
Le bajé el pantalón dejándolo solo con boxers. Se veía que su erección se sofocaba.
Empecé a bajar mi mano hasta llegar a mi objetivo.
—Tócalo.—Me ordenó.
Extrañamente le hice caso, metí la mano y empecé a tocarlo. Tan grande y está tan excitado.
Empezó a gruñir, era su punto débil.
Lo tiré a la cama y me apróxime hacia su erección, subía y bajaba mi mano para hacerlo excitarse aún más. Lo introducí en mi boca y pude escuchar sus jadeos, sabía como le gustaba.
—Joy... Así... Si...
Lo escuchaba gemir mi nombre y eso me hacia sentir tan bien.
—Ah... Ah... Ya no... Dios...
Su erección tan dura en mi boca, lo había extrañado tanto.
Después de unos momentos, eyaculó en mi boca.
Limpié un poco que había escurrido por mi labio y lo miré.
—Me vuelves loco.—Me dijo atrayéndome hacia él para besarlo.
Comencé a besarlo por el cuello y lo acomodé entre mis piernas sin sentarme sobre él para quitarme el brasier.
Tomé una de sus manos e hice que me tocara, luego empezó a hacerlo por sí solo. Lo hacía con suavidad y me encantaba.
Ese es mi punto débil.
Lentamente bajó sus manos hasta llegar a mi última prenda, comenzó a bajarla hasta que me dejó completamente desnuda.
Puse mi mano en el resorte de sus bóxers y también los bajé.
—Eres la mujer más perfecta.—Me tomó por la cintura y me cargó, ahora estaba debajo de él.
Me besó en los labios y pasó a mi cuello, me daba besos sonoros.
Se separó y pasó las yemas de sus por mi abdomen, el siempre era muy cuidadoso conmigo.
Bajó su mano hasta su miembro, sentí como ponía la punta en mi entrada.
Tomé las sábanas con fuerza al sentirlo dentro.
—Me encantas.—Tomó mi mejilla pero paso a poner ambas manos en mi cadera.
Hizo la primera embestida y ambos soltamos un gemido.
Comenzó a hacerlo con suavidad y poco a poco comenzó a tomar velocidad y fuerza.
Él sabía exactamente como hacerme enloquecer.
—Sigue así...—Empecé a gemir.—Ah... Ah...
Seguía embistiéndome causándome tanto placer, haciéndome desear más.
—Más... Más...
—Te haré enloquecer, preciosa.Después de un rato ambos llegamos al clímax.
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Estaba recostado a un lado mío, ambos cubiertos por la sábana.
Sentí como sus brazos me rodeaban.
—Min-Seok... ¿Qué haces?—Pregunté extrañada.
—Debes tener frío.-Me respondió.Era cálido, y siendo honesta si hacía algo de frío así que no me quejé.
—Está bien, pero sabes muy bien que-
—Que es sólo sexo de amigos.—Me interrumpió para completar lo que iba a decir.—Lo sé.Nosotros sabíamos muy bien como eran las cosas entre nosotros. Desde hace tres años comenzamos y siempre habíamos estado bien con eso, yo lo amo y él me ama a mí, somos mejores amigos, sabe que yo me acuesto con chicos sólo por diversión y está bien con eso.
Aunque aveces me hace dudar un poco si él no se hace otras ideas.
—Estuviste estupendo.—Dije mientras me daba la vuelta para verlo a los ojos, aún con él abrazándome.
—Igual que tú, querida.—Me sonrió.
—Buena noche MinMin.—Me acurruqué en su pecho.
—Buena noche preciosa.—Besó mi frente.—Descansa.Cerré mis ojos y cuando menos me di cuenta, caí en los brazos de morfeo.