Última noche

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Se sobresalta al despertar, se encuentra muy confundido, ¿Que paso? ¿Dónde se encuentra? ¿Cómo llego ahí? Se pregunta asustado.

Ve a su alrededor pero la oscuridad no le permite detallar todo lo que lo rodea, intenta moverse y nota que sus manos están atadas a una silla, sus pies también intenta moverlos pero es en vano también está atado de los pies.
Quiere gritar y pedir ayuda pero tiene algo en su boca que no se lo permite, se sacude pero por más que lo intenta sigue atrapado, sus ojos empiezan a humedecer, el pánico se apoderó de él, llora desconsoladamente, está muy asustado no sabes que está pasando.

De repente las luces se encienden y ciegan a sus ojos, trata de acostumbrarse a la luz y ver qué pasa, cuando su vista se aclara lo nota.
Hay alguien parado en el marco de la puerta pero tiene cubierto su rostro por lo que no puede descubrir quién es.

Su secuestrador avanza hacía él a paso lento, se pasea alrededor de el, cuando va a la parte detrás de él lo pierde de vista, es entonces cuando se percata que está atado a una tipo silla de dentista, a su alrededor hay unos estantes que sostienen herramientas de trabajo, parece estar encerrado en algún tipo de cochera, pero no tiene ventanas por las cuales escapar, solo un pequeño traga luz  en el techo es lo único que alcanza a ver, por puede ver qué aún es de noche.

Se sobresalta cuando una cámara es puesta delante de él sin previó aviso, es entonces cuando su captor se pone delante de él y acomoda la camara y puede ver como una luz roja se enciende en la esquina de la camara, está encendida, y lo escucha, es una espeluznante, agria, amarga y fría.

-Te has de preguntar qué haces aquí no? Bueno respondiendo a eso, estás aquí porque planeo divertirme un poco contigo.

Se acerca a él y le quita de la boca la tela que le impedía hablar de un jalón, quiere gritar con todas sus fuerzas pero ningún sonido sale de su boca, es presa del pánico y eso no le permite gritar a todo pulmón por ayuda.

-¿No puedes hablar? Creí que gritarías por ayuda, eso lo haría aún más divertido sin duda, que lástima que estés demasiado asustado para hacerlo, pero no te preocupes yo are que grites- hizo una pausa, se relambio el labio, sonrió y continúo- Pero de dolor- soltó con malicia sonriendo.

Y la tortura empezó, vió como puso una mesita rodante enseguida de el, acercó una silla y de sentó delante de él, se puso unos guantes de látex y tomo un pequeño bisturí, y sintió como su piel era cortada, grito por el dolor, se desgarro la garganta de tanto llorar y gritar sin parar ardía como el infierno cada corte que hacían sobre su piel, primero en los dedos, luego sus piernas y un horrible dolor en su zona baja.

Exausto y con mucho dolor no pudo soportarlo mas, sintió como poco a poco se quedaba sin fuerzas, sus ojos se rendían ante el profundo sueño que lo encargaba, esa sería su última noche con vida sin duda, justo cuando    estaba apunto de caer en ese sueño tan pesado que es la muerte, observo al causante de todo, lo vio sonreír con disfruté, vio en sus ojos el placer que le causaba verlo desfallecer

Una vez más vio esa sonrisa escalofriante y repugnante y se dejó vencer.

............

Observo su obra de arte, era hermosa, deléitable, magnífica, había cumplido con su cometido, aún podía oír sus gritos de dolor, le causaba un gran placer recordarlos pero lo mejor era tenerlo en video para maravillarse con su obra de arte las veces que quisiera.

Antes de salir lo vio una vez más y sonrió y decidió que más tarde limpiará el desastre que hizo al hacer cosa tan magnífica.

Esa SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora