Vuelve

170 19 20
                                    

Era un día normal como cualquier otro, al menos para la gran mayoría.

Para Mika, era especial. Un día bastante triste, solitario, lleno de recuerdos.

Hasta parecía que su mente le jugaba una mala pasada. Por más que intentaba olvidarlo, seguía recordando su infancia, su vida. Porque para él, Yuu era su vida.

Cuando quería valerse por si mismo, ahí estaba él, obligándolo a vivir sin su presencia.

Un mes había pasado... Tan sólo un mes en donde su corazón seguía latiendo, en donde seguía vivo para su desgracia. Sin estar con él para Mika era como si su cuerpo siguiera vivo pero su alma no, desde la muerte de Yuu una parte de Mika se fue con él.

Un mes desde que encontró esa carta al lado del cuerpo inerte, una carta en la que le decía:

"Perdoname Mika, pero no puedo soportarlo más. Te amo pero no puedo aceptarme a mi mismo.
Cada vez que me miro en el espejo y veo en lo que me convertí, me doy asco. No soy como debería ser, no nací "normal", y todo esto porque te amo y no está bien amar a otro hombre.
Aunque no entienda porque debería estar mal amar a una persona sin importar su género.
Al menos, espero poder encontrarme contigo en otra vida si eso fuera posible, y entregarte todo mi amor como es debido. Porque la verdad es que prefiero morir antes que dejar de sentir el amor que siento por ti. Odio ver a las mujeres cuando te coquetean y no poder hacer nada, no poder besarte, no poder amarte."

Ese día había decidido ir a visitar su tumba, regalarle su tiempo, y si hubiera podido también le hubiera regalado su vida a cambio de poder estar un momento más con él para poder sentirlo aunque sea una vez más, una caricia más, una sonrisa más.
Algo que jamás podría superar es la esencia del moreno.

Una vez allí, decidió hablarle sobre como había estado su día a día. Estuvo un rato leyéndole aquel libro que el azabache tanto amaba, y en el transcurso de su estadía se descargó como nunca lo hacía. A un mes de su muerte aun le costaba aceptar que Yuu ya no estaba con él en el mundo terrenal, y era lógico, no es fácil superar la muerte de un ser que has amado y le has entregado todo de ti.

Una vez caída la noche, en la oscuridad de su cuarto, se encontró con un oso de peluche, y siguió recordando. Yuu amaba ese osito. El menor solía decir que era lo último que le quedaba de su familia, le ayudaba a recordar a su abuela; ella se lo había regalado por su cumpleaños antes de irse para siempre.

En su mente apareció el momento en que el azabache había entrado por primera vez con su osito en el orfanato, con su mirada inocente que desprendía tambien fortaleza, demostrando un brillo único.

Sus ojos. 

Había sido aquello lo que llamó la atención del rubio. Tenía un aspecto malhumorado pero sus ojos tenían un brillo, una luz. Entonces decidió acercarse, y cada vez fue haciéndolo más, hasta sentirse como familia.

Pasados los años, el rubio se dio cuenta que no era simplemente cariño o afecto, sino que lo amaba, y era de una manera distinta, algo que nunca había sentido por otra persona hasta ese entonces. 

Pudo ver en el azabache cada parte de su alma, y eso es lo que más le dolía, había conocido al ojiverde de todas las formas posibles, y eso fue lo que lo enamoró. Cada parte que descubrió de él, lo cautivó.

¿Cómo podría olvidarlo? O mejor dicho, superarlo, él  nunca se arrepentiría de haberlo conocido. Fue su primer amor.

Pero... ¿Eso no estaba mal acaso? ¿Enamorarse de un hombre siendo él un hombre?

Eso pensó durante mucho tiempo, hasta que se dio cuenta de que no estaba haciendo nada malo, simplemente estaba amando, y amar a una persona de tu mismo género no está mal y nunca lo estará.

Una vez tuvo claro que estaba enamorado de Yuu, tomó coraje y decidió decirle la verdad. Dolía demasiado seguir ocultando sus sentimientos. No aguantó más y tuvo que decirlo. Yuu correspondía sus sentimientos, pero para la sociedad era incorrecto, algo que carecía de moral. Y Yuu sabía eso, y por eso lo rechazó, porque su orgullo fue más grande. Porque prefería ser un cobarde antes que un "marica".

Mientras todos estos recuerdos y pensamientos se aglomeraban en su mente se puso a escuchar música. Puso su lista de reproducción en aleatorio y empezó a sonar la canción "Vuelve".

"Vuelve
A decirme lo de siempre
Que me quieres pero no puedes tenerme
He hecho lo imposible por hacerme fuerte"
"Duele mas tenerte que dejarte ir
Prefiero un lo siento antes que no sentir
No compensa siempre quedarse que huir"
"Me dijeron ve por todo y fui por ti"
"Dicen que lo bueno tarda
Y yo llevo esperando tanto tiempo
Que lo bueno no quiere venir"
"Llamamos consejo a cualquier cosa
Hasta que me di cuenta que hasta quien te quiere te puede mentir
Ya que todo el mundo te aconseja suficiente
Para que seas lo que quieren
Pero no feliz"
"Tiraste mi recuerdo hacia el pasado
Te extraño porque nadie se compara a ti
Cuando debí alejarme más me enamoré
porque eso de olvidarte nunca lo aprendí
Si fuiste mío, si yo fui tuyo
¿Por qué?
¿Por qué te alejas? ¿Por qué el orgullo?
Dudo que el tiempo pueda borrar esta vez
el sentimiento de lo que pudo y no fue"

Esa noche, después de dejar descender tantas lágrimas, cayó en los brazos de Morfeo.

Una vez consciente de que estaba en un sueño, intentó descifrar en que lugar se encontraba, no tenía nada de extraño. Estaba en una calle, pero tomó la decisión de bajar por las escaleras que se le pusieron en frente, eran las escaleras del metro. Abajo, el lugar cambió, pudo divisar a muchas personas. A ninguna le prestó atención, hasta que una anciana le empezó a hablar, Mika le contestó algo que hizo enojar a la señora y sintió miedo, así que empezó a correr. La anciana lo perseguía.

Siguió corriendo, hasta que al mirar de frente, un poco más adelante se encontró con alguien a quien anhelaba.

Yuu estaba ahí y logró tranquilizar a la señora mayor.  Mika no podía creer que Yuu logara calmarla, pero eso no le importó mucho.

Una vez se dio cuenta, Yuu estaba abrazándolo y diciéndole:

—Por favor Mika, no te sientas mal por mí, quiero que seas feliz. No tienes la culpa, de verdad, no tienes la culpa de nada, por favor, no me olvides, fuiste el único que me salvó, el único que me comprendió todos estos años, al único que amé.

—Yuu-chan, quedate, aunque sea un rato más, te necesito. Tengo miedo. No te vayas, no me dejes solo, no otra vez... —respondió Mika ya con lágrimas derramándose y sintiendo un dolor inmenso en el pecho.

—Perdón Mika, pero debo irme... —dijo rompiendo ese abrazo, y alejándose cada vez más, hasta subirse al metro.

Mika se despertó con un dolor en el pecho, se sintió desorientado. Tocó su rostro pero no había rastro de lágrimas. Se sintió tan real ese sueño, tan real ese abrazo, que dolía. Dolía no tenerlo.

Se resignó y siguió su día como normalmente lo hacía. Siguió con su trabajo y siguió con la monotonía que se había convertido su vida.

-----------------------------------------------------------
Buenas,, ahre no mas quería dejar esta nota en agradecimiento a:
LadyYeye AkariShipperMikaYuu y a -_AlxzlovesMikx_-
Gracias a ellas decidí publicarlo. Y además a Alxz por regalarme una portada tan beia ah y por editar el texto

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 07, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

VuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora