Gabelena || Gabe & Elena: Un amor prohibido © [TERMINADA]

ENFERMO EN EL ENTRENAMIENTO

"¡NIEVE!" La princesa heredera gritó dando vueltas en la nieve. Quizás Mateo y su aprendiz acababan de vencer a un espíritu de agua, después de todo, no era tan malo. La gente salió de sus hogares con ropa más cálida e inmediatamente comenzó a jugar en la nieve. Mateo estaba construyendo un muñeco de nieve con la pequeña Olivia, su aprendiz y Elena bailaba con las personas y los niños que habían salido a la nieve; La mayoría de ellos viendo la nieve por primera vez en su vida.

Elena no se sorprendió cuando vio que el carruaje real hacía que estaba caído y que Isabel se estaba quedando con una extraña herramienta de su invención. Elena no pensó dos veces en correr hacia su hermanita cuando la llamó, y la levantó para girarla en la nieve. Sus abuelos también salieron del carruaje, ambos con algo más cálido mientras miraban asombrados y disfrutaban de la nieve. Incluso Esteban había venido, como siempre, exagerando todo y vistiéndose como si hubiera una ventisca y no cayera nieve blanda. Naomi y su familia se unieron a ellos pronto, los dos adolescentes y la princesita se unieron al mago y su aprendiz en su creación de muñeco de nieve.

Caos. Esa fue la única palabra para describirlo, pero un caos feliz, uno que trajo sonrisas cálidas a las caras de todos. Elena intentaba hacer una estatua de nieve con Naomi y Mateo, mientras que Isabel había ido a jugar con Olivia y su mejor amiga Cristina, junto con Quique y Amara, que también se habían unido a la fiesta de la nieve. A Elena le faltaba solo una cara, pero se tragó el ceño fruncido porque sabía que la única persona desaparecida estaba en su día de servicio o ya estaba recuperando el sueño. Elena no había visto a Gabe esa mañana y tarde. Aparentemente, en caso de que su disgusto por estar juntos no hubiera sido claro, Esteban lo había puesto en una patrulla de toda la noche durante toda la semana, para que Gabe estuviera lo suficientemente cansado como para no ir a verla y quedarse en el cuartel para atraparla. en su sueño.

Gabe siempre hacía tiempo para ella y a Elena no le importaba quedarse un poco más tarde para que él pudiera entrar en su habitación para darle un beso de buenas noches, antes de continuar su patrulla. Dos veces esa semana había sido ella quien lo había espantado para ir a su sueño. Fue bueno saber que al menos la noche anterior había sido su última patrulla extra de toda la noche y que las cosas volverían a la normalidad. Sin embargo, le hubiera encantado pasar la primera y probablemente la única vez que nevó en la ciudad de Avalor con él. Elena suspiró y siguió haciendo el muñeco de nieve con sus amigas.

"Elena, a veces hablas demasiado pronto", dijo Naomi con una sonrisa.

"No dije nada" respondió Elena, mirándola demasiado pronto.

"Somos tus amigos, sabemos cuándo pasa algo. También te gustaría pasar este día de nieve con Gabe", señaló Mateo con una sonrisa. Elena se sonrojó un poco avergonzada. No quería que pensaran que no disfrutaba de su compañía.

"Sí, pero está bien, de verdad. Son mis amigos y me gusta pasar tiempo con ustedes dos. Gabe y yo tendremos otros días especiales", dijo.

"Una vez más, hablas demasiado pronto", dijo Naomi con una sonrisa. Elena levantó una ceja. Naomi solo hizo un gesto con la cabeza para mirar detrás de ella. Elena se dio la vuelta y allí estaba él: Fuego relinchando cuando Gabe lo detuvo y desmontó su corcel, sus ojos la buscaron inmediatamente. Una brillante sonrisa apareció en el rostro de Elena mientras miraba a sus amigos, casi pidiendo permiso. Mateo y Naomi se rieron ante su intento de contener su emoción.

"¿Qué estás esperando? ¡Ve hacia él! - ¡Ve! ¡Ve! ¡Ve!" Dijeron Naomi y Mateo al unísono, dándole empujones alentadores para que se levantara. Elena se puso de pie inmediatamente y vio que los labios de Gabe se habían convertido en una sonrisa brillante cuando la vio y se dirigió hacia ella. Elena corrió hacia él y saltó en sus brazos mientras sentía sus manos en su cintura para levantarla. Cerró sus fuertes brazos alrededor de sus piernas, levantándola mientras ella envolvía sus brazos alrededor de sus hombros para apoyarse mientras él la giraba, ambos riéndose.