Lunes, siete de la mañana. Sí, hay mucha gente que odia este día y esta hora: salir de la cama exponiéndote al frío de la habitación, que tu cuerpo y tu alma se separen por un instante y no poder sentir absolutamente nada, cuesta ponerse de pie y a veces hasta caminar.
Miles de ojos, alrededor del mundo, se abren en ese preciso momento esperando tener un buen día y que todo sea realizado perfectamente, con el mínimo esfuerzo posible.En ese instante, miles de deseos son pedidos. Algunos se cumplen, otros... simplemente son imposibles de realizar.
Dicen por ahí que: ''Una pena entre dos, es menos atroz'', o también: "Entre tres, da menos estrés", sin embargo, Ícaro no tenía a nadie: sus padres querían deshacerse de él, no tenía amigos en la escuela, incluso sus vecinos le odiaban profundamente.
Podría rendirse, abandonar por sí mismo las pocas esperanzas que le quedan. Sin embargo, él decide continuar con su día tranquilamente.Después de haberse duchado, haberse vestido, y haber desayunado, Ícaro se dirige a la puerta, listo para irse a la escuela. Pero una voz le detiene — ¿Qué te sucede, llorón? — dijo su madre, dándole un empujón ligero — Los hombres nunca deben mostrarse débiles ante los demás —. El joven le miró a los ojos, pero no con una mirada cualquiera. Una mirada que reflejaba dolor, tristeza, sufrimiento silencioso. —No me pasa nada— respondió él, cabizbajo. —Solo espero tener un buen día—.
Ícaro salió de casa corriendo, a punto de caer al suelo rendido con lágrimas en la cara, tuvo el presentimiento de que ese día sería el definitivo, el último.
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El camino hacia la luz
Science FictionLa historia se centra en Ícaro, un joven de 16 años que sufre constantes maltratos provenientes de su familia, compañeros de clase e incluso de sus vecinos. Su intento fallido de auto eliminación le llevará a descubrir un nuevo mundo, nuevos amigos...