El segundo separador tienen un tiempo de dos semanas. Lamento los errores e incoherencias ♥
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Izuku supo que todo iría mal desde que lo rescató aquella noche. No debió involucrarse más con ese estúpido niño con complejo de suicida. Pero vamos, en ése momento no pensó en las consecuencias que traía envolverse con un aspirante a héroe con problemas familiares.
El de hebras verdes al salvarlo solo podía ver a un lindo niño necesitado de amor. Recuerda la manera en la que Shōto se aferró a él y lloro como un pequeño niño en busca de calor de su madre, y es que eso era lo que realmente necesitaba; un último abrazo de su madre, un poco de cariño de ésta.
— ¿Por qué estabas ahí? ¿Sabes lo peligroso que es estar inclinado así? ¡Pudiste caer al precipicio! —
Midoriya podía no ser una gran persona pero ver a un niñato queriendo acabar con su vida no era una de sus escenas favoritas.
La mirada heterocromatica lo inspeccionó por primera vez en la noche. Izuku se sintió intimidado, solo por unos segundos. La suave voz de aquel chico se escuchó en un débil murmuro.
— Prefiero esta vista al cuerpo de mi madre en un ataúd.
Izuku apartó la mirada en un parpadeo. Las comisuras de sus labios se alzaron, una mueca dió paso a su angelical rostro.
— ¿Quitarte la vida es mejor opción que afrontar la realidad?
Todoroki junto sus labios en una fina línea y no hablo más esa noche, sólo se lamento y sollozo hasta quedarse dormido en los brazos de aquel desconocido.
Cabe decir que Izuku se vio obligado a llevarlo a su departamento, no podía dejar a un niñato dormido en el puente. Su departamento estaba ubicado en las afueras de la cuidad, un viejo y feo lugar abandonado que llamó su hogar.
Aquella vez no fue la última en su departamento. El pequeño aspirante a héroe se aparecía cada vez que necesitaba despejar su mente y salir de su zona.
Eso era casi todos los días.
Midoriya maldijo mentalmente al abrir la puerta y encontrarse al chico. "¿No asistes a clases o qué?"
"Los maestros están organizando un viaje escolar por lo que nos han reducido las clases a los que exentamos." Explicó. Shōto se mantuvo en silencio esperando una respuesta pero Midoriya ya se había dado vuelta, dándole a entender que entrara a su hogar.
"¿Y tú no trabajas o qué?" Preguntó de la misma forma que éste había hecho anteriormente.
El rostro de Izuku enrojeció y miró indignado a su compañero. No podía creer lo que acaban de escuchar salir de sus labios. ¿Desde cuándo se había vuelto tan confiado como para hacer ese tipo de preguntas? Por lo general era Izuku quien no cerraba su boca y Shōto solo lo veía indiferente.
