Justin Bieber tiene un tipo raro de autismo que lo hace vulnerable e infantil. No ha experimentado demasiado en sus veinte años de vida, pero quiere ser normal. Él quiere enamorarse, y tener una familia. Él no puede hacer eso con su caso severo de a...
Él es sensible ante las luces brillantes y detesta las puertas automáticas.
Cuando Pattie Mallette le contó a su doctor éstas cosas sobre su bebé, nunca pensó que la palabra autismo sería mencionada. Saber que él tendría que luchar con eso el resto de su vida, rompía su corazón.
Pero a medida que él crecía, ella vio en su hijo cambios. Era como si él estuviese peleando contra su autismo. Estaba intentando hacer amigos en la escuela, estaba muy hablador, se estaba convirtiendo en alguien sociable.
Pero cuando llegó a sus 20 años, ella vio un cambio diferente. Estaba alejado del mundo, encerrado en sí mismo. Apenas comía. Y con una actitud infantil, increíble.
Pero era su bebé. Y ella lo amaba.
''Justin...'' Llamó Pattie a su hijo.
''Ma-mamá?'' sollozó Justin.
Rápidamente ella se adentra a la habitación de Justin, abriendo la puerta. Él se sentó en la punta de su cama, vistiendo una sudadera gris. Parecía estar sufriendo un ataque de pánico, lo que era normal gracias a su claustrofobia y autismo.
''¿Qué está mal?'' preguntó ella sentándose a su lado.
''Yo- duele'' gimió él, sobándose las orejas bruscamente, balanceándose hacia delante y hacia atrás.
''¿Qué duele, cariño?''
''E-eso'' balbucea señalando sus pantalones. Al principio, se encontraba confundida, pero luego de segundos, se dio cuenta.
''Oh, Dios'' se le cortó la respiración.
''Haz que pa-pare, mamá'' pidió él, sollozando.
''Uh, Justin... Tu mamá no puede ayudarte con eso'' dice avergonzada.
''Por qué mamá?'' preguntó él.
''Mira... Tal vez debas... frotarlo para que pare'' ella habló rápidamente.
''P-pero...Pero'' balbuceó.
''Está bien bebé. Puedes hacerlo. Te hará sentir mejor'' le aclaró abrazándolo, dándole un beso en la frente.
Ella se levanta rápidamente saliendo de la habitación cerrando la puerta. Su corazón late fuerte al recordar lo que acababa de pasar.
Su hijo había experimentado su primera erección.
El doctor no había dicho nada sobre eso. Por su conocimiento, creyó que nunca tendría sentimientos sexuales. Durante toda la secundaria nunca tuvo una novia. Sólo amigos hombres que lo trataban como una persona normal, cosa que ella agradece.
Fue a agarrar su teléfono para hacer una llamada al doctor.
Ella quería saber si eso podía ser posible. Y necesitaba saberlo rápido antes que momentos incómodos como esos siguieran pasando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.