Taehyung se sorprendió la primera vez que volvió a ver a Hoseok.
No es que no lo haya visto a lo largo de cinco años, lo hizo, sí, pero es distinto tenerlo de vuelta de esta forma. Solo con él, sonriendo y riendo a carcajadas, sus ojos igual de brillantes y su pelo aun suave a pesar de tanto desgaste teñido en un rubio sucio que no sabe porque ya no deja ir cuando su pelo negro es mejor.
Pero esta algo más alto, más ancho y definido en las partes correctas y aun blando y suave en otras partes. Más hombre, más grande, más Hoseok...Pero aún más pequeño que él.
No sabía cuánto lo había extrañado hasta ahora que sabe que vuelve a tenerlo. No se permitió hacerlo cada vez que se veían en alguna premiación o en algún concierto de reunión o algún especial acontecimiento que los reunía a todos. Sabía que solo dolería dejarse llevar por la añoranza, compartir más cosas con Hoseok y que al término del evento, cada quien fuera por caminos separados de nuevo, ya no en la misma casa donde podía cruzar la puerta y dormir en la misma cama.
Como hace cinco años cuando la última gira antes del supuesto descanso, se convirtió en la última gira de Bangtan. El último concierto fue el concierto de despedida. BTS nunca regresó como tal.
No fue sorprendente realmente con el paso del tiempo. Todos lo veían venir. Pocas fueron las personas que mantuvieron las esperanzas. Aunque nadie esperó que Yoongi fuera el primero en abrirse camino solo, pero al mismo tiempo, nadie esperó que fuera otro.
Empezó a escribir para otras bandas, luego para otros solistas, para más bandas, para más solistas. Hoy triunfa en eso y podría vivir cómodamente de lo que sus canciones le dan aunque sigue escribiendo música todo el tiempo. Eso es lo que le da vida y siempre lo fue.
Seokjin es el mejor actor dramático por cuarto año consecutivo. Tiene dos hijos y está casado con una desconocida que solía ser army. Es posible que eso sí haya sido algo inesperado para el mundo. Pero dentro de la banda siempre supieron que sería el primero en establecerse, tarde o temprano.
Jimin tiene una carrera buena, que si bien no es muy grande comparado con lo que fue la banda o lo que es la carrera de sus ex compañeros, es lo que él siempre quiso, lo que lo hace feliz, lo que se siente bien para él y eso es genial porque baila y enseña y no recibe odio gratis que nunca mereció.
Jungkook es el más grande de todos y eso era de esperar. Hace de todo y todo lo hace bien y es el mayor orgullo de todos sus hyungs.
Namjoon hace la música que quiere y lleva el mensaje que siempre quiso sin la carga del mundo sobre sus hombros como cuando era su líder mientras tiene mucho tiempo para juntando cangrejos por la playa y dar paseos por los parques.
Taehyung y Hoseok son los dos además de Jungkook quienes siguen una vida de idol inesperado, han logrado increíble fama mundial en distintas partes del mundo por distintas razones, Taehyung el príncipe de Asia y Hoseok el príncipe de América es como algunos los llaman, aun si no lo creían posible, sacan disco tras disco, hacen giras tras giras, ganan millones más millones a pesar de que ni ellos lo imaginaron así.
Taehyung sabe que siempre fue quien mas posibilidad tenía de seguir triunfando en solitario, pero no fue tan fácil como pensó que sería. Principalmente por la simple cuestión de que no sabía estar solo. Las primeras entrevistas de promoción en solitarios fueron terribles sin nadie en quien apoyarse. Los primeros conciertos que tuvo que llevar adelante sin los chicos fueron desoladores para él. Escribir y cantar solo fue solitario. Si incluso al entrar al bangtan por primera vez fue cuestión de suerte o destino, mantenerse en ese mundo lo fue también. Lo ha hecho, sin embargo. Hoy disfruta cada parte de su vida, de su fama, de lo que es. Y no se arrepiente de nada. Bueno, de casi nada.
Siempre pensó que si para él fue difícil, para Hoseok lo sería mucho más. No porque no tuviera talento, porque definitivamente lo tenía, más que eso, Hoseok siempre tuvo mucho más, Hoseok tenía encanto, ángel, gracia y carisma. Con eso podía ganarse el mundo.
Pero Hoseok tampoco sabía estar solo y Taehyung fue quien siempre supo eso mejor que nadie. Hoseok solía ponerse más nervioso en conciertos pequeñas que en grandes estadios donde se comía el escenario. Las entrevistas solo le costaban manejar más que aquellas donde estaban todos. No le gustaba ser el centro de atención al menos que fuera solo y únicamente por su música y su baile.
Porque Hoseok amaba su arte y el escenario pero no tenía madera para la fama. Siempre quería seguir siendo el mismo Hoseok no importa cuanto le hayan repetido que eso sería imposible. Taehyung siempre amó su normalidad.
Sin embargo, Hoseok lo logró. Y Taehyung sabe que fue más por su encanto. Su fama se debe a todos esos amigos que hizo a lo largo de los años. Todas las mágicas canciones que otras personas escribieron para él. Toda la publicidad que sus amigos actores, entrevistadores y músicos le dieron. Fans que rogaban su vuelta a la música, que suplicaban por verlo en solitario, que esperaban verlo en países que nunca había visitado. Empresas que se peleaban por ser el sello discográfico de su nuevo álbum solo.
Hoseok no lo hubiera logrado solo, pero el caso es que nadie dejaría solo a alguien como Hoseok.
Taehyung quiere matarse cuando piensa en ello, pero gran parte de lo que logró, también se debe a Jeonmin. Ella fue la que no lo dejó y la que al final lo convenció de seguir adelante.
Cuando Hoseok lo llamó devastado porque se había confirmado que la banda no volvería, Taehyung tenía que haber dejado lo que estaba siendo y volar hasta donde estaba, pero no lo hizo. Hoy se culpa por eso porque lo que hacía entonces no valía la pena. Y eso fue lo que hizo que Hoseok nunca lo volviera a llamar. Y eso fue lo que hizo que Taehyung fuera el que lo llamara cinco años después.
Ahora están en un restaurante y Taehyung no puede creer que Hoseok siga siendo el mismo, pero al mismo tiempo, sabe que este el es único Hoseok que hay, el que siempre fue, el que debe ser. Hoseok que acepta cualquier tontería que Taehyung le proponga, simplemente porque así es él.
Taehyung se acerca más al cuerpo de Hoseok, al menos, todo lo que las sillas donde están sentados lo permitan, lleva un mano para rodear el cuello del mayor y acerca sus labios a la piel debajo de su oído, para susurrar en voz baja de esa forma que sabe que derrite a miles “No puedo esperar a que salgamos de aquí, hyung”
Deja caer su frente sobre la sien de Hoseok y puede ver desde allí como la piel dorada aun se sonroja de la misma forma en la que lo hacía cuando eran tan jóvenes y una risita infantil y avergonzada se cuela en sus oídos. Una prueba más de que Hoseok es el mismo.
“Puedo tener 29 años pero sigo siendo terrible con estas cosas, claro que me sigo sonrojando igual” Menciona Hoseok sonriendo aún.
Taehyung se ríe también porque está seguro que no lo dijo en voz alta, es solo Hoseok que sigue leyendo su mente igual que siempre. El mismo Hoseok de siempre.
Taehyung se acerca a besar su mejilla y uno de esos bonito hoyuelos que aparecen en la esquina de los labios del mayor solo de forma especial. Le alegra saber que aun represente una ocasión especial para Hoseok como para que se los muestre.
Hoseok sonríe mucho más y casi ríe de esa forma tan salvaje que suele hacer, pero en su lugar, deja caer su rostro en el pecho de Taehyung, aunque no esconde del todo su cara de donde sabe que lo están viendo, porque para eso es que está aquí al final.
“Esta será una dulce venganza” Murmura en el pecho de Taehyung cuando intenta mirarlo a la cara.
Taehyung solo le sonríe y sostiene su mano libre entre la de él para asentir. Eso ya está siendo dulce, muy dulce. Y no es del todo una venganza.
***Me complace anunciar que esta es una fic terminada y sólo necesito unas cuantos lectoras para actualizar seguido.
Es un no AU, ambientado en un futuro donde bangtan ya fue...Porque amo la tortura.
Hoseok tenía una novia idol llamada Jeonmin...si existe realmente no lo sé.
Bueno, supongo que eso es todo y gracias por leer!