Anecdotas y ya ...

El monstruo...

Nadie pensaría que la persona en la que más confías, el que creías que era un ángel en la noche se volvería un monstruo.

Mi nombre es Aisha y tengo una historia que contar.

Era alrededor de las 6:00 a.m el cielo estaba en un tono azul sombrío, mis padres me dejaron con mi tío, mi tío favorito, incluso puedo decir que lo admiraba en tiempo pasado,  el se llama Jugh. Me dejaron sola en mi cuarto, un bello cuarto decorado como toda niña quisiera, el cuarto de ensueño. Estaba dormida, calientita entre mis cobijas, tenia 6 años, no le tenia miedo a nada, Hasta ese día. De repente se escucho el rechinar de la puerta, un sonido intrigante que me causo escalofríos en un segundo, me pareció extraño escuchar ese sonido a tales horas de la mañana. Pero no di importancia y lo ignore. Empece a escuchar sonidos viniendo del pasillo, llena de miedo intente evitar los sonidos tapándome con mis sabanas, ya no quise salir de ahí, tenia miedo, estaba temblando, cuando escucho que alguien entra a mi habitación, no quise voltear a ver pues yo seguía debajo de las sabanas dirigiendo la mirada a la ventana pues no quería ver la puerta, solo pude llegar a ver su sombra, me pareció la sombra de un monstruo, en su sombra se reflejaban unos ojos rojos, una piel tensa y obscura, una terrible sonrisa de deseo, supongo que yo era el deseo. El monstruo se acerco, se puso delante mio y yo aterrorizada solo pude ver como el monstruo se subió a mi cama con el propósito de quedar encima mio, en un momento sentí su respiración agitada, me tomo de los brazos, no podía escapar, el me vio con su sonrisa macabra y sus ojos llenos de deseo, viéndome directamente como si fuera ¿Que, un trofeo?, Una victima del deseo de una persona cobarde, de un hombre que no merece ser llamado persona sino un monstruo, un monstruo que se aprovecho de la inocencia de una niña, se aprovecho de su fuerza, de su ingenio, de su propio deseo, ¿Como esperaba que una niña se pudiera defender de ese tipo de monstruo? simplemente sabia que no podría, después solo sentía que me comía, pues el monstruo se aprovecho de mi.

Lo admito, le tengo miedo a los monstruos, en el momento que todo acabo, me pregunte ¿Habrá ganado algo?, mas importante aun ¿Habrá valido la pena?

Ahora lo se ... Los monstruos no sienten.

Ahora... Entiéndeme.