01

4 0 0
                                    

Ana

Que mierda de escuela, que mierda de profesores, que mierda de materias, que mierda de casa, que mierda de compañeros, simplemente que mierda.

Ya salí de mi última clase y voy rápidamente a mi casillero.

Meto los libros a mi mochila y agarro los audífonos pequeños. Los conecto con mi celular y me los pongo. Antes de poner la música, me aseguro de que no olvide nada.

¡Casi lo olvido! La bolsa negra del fondo, ahí guardo mi caja de cigarros y mi encendedor. Está en una bolsa negra porque la mierda de profesores y director prhiben fumar y traer cigarros, o cualquier otra cosa que "comprometa" al colegio.

Iba a apretar el reproductor de música cuando alguien me agarra del hombro.

-¡Acaso me estas escuchando!- dice Carla, una rubia de ojos celestes y con muy buen cuerpo. Al principio pensé que quería ser mi amiga pero con el tiempo me di cuenta que solo generaba rumores insiertos hacia mi persona.

-No

Son más apreto el interruptor y me voy rápidamente, mientras suena por los audiculares "Tan bien de LIT killah ft Agus Padilla" No me gustan las canciones execivamente sofisticadas. Pero no voy a negar que ciertas veces me encantan.

Dejo de caminar rápido cuando estoy a tres cuadras de distancia de la escuela. Saco un cigarro y lo enciendo. Aspiro el humo en mi boca y lo trago para después inspirar.

Camino traquilamente hasta que noto, por el rabillo del ojo, hay un grupo de tres hombres. Son un poco mas altos que yo y parecen drogadictos y violadores.

Más les vale no hacerme enojar porque no estoy de humor. Uno de ellos me agarra muy fuerte del brazo, mientras los otros dos me rodean. Suerte que no hay nadie caminando por aquí, así no hay testigos. Instintivamente me quito los audiculares y los guardo, junto con mi celular en mi campera negra.

-¿Que hace una niñita como tu aquí?- dice el que me agarró del brazo. Empieza a oler mi cuello. Idiota.

-Miren no quiero problemas, así que podemos dejar esto así y olvidar que algo pasó, ¿está bien? a menos de que quieran que golpee tantas veces su asquerosa nariz hasta que ya no se diferencie de su repugnante nuca- digo notablemente cabreada. Estos se ponen a reír.

-No deberías estar aquí... sola.- dice otro acercándose peligrosamente y con una sonrisa pícara.

Cuenta hasta diez Ana. Cuenta hasta diez.

Uno.

Dos.

Tres.

Cuatro.

Cinco.

-Hermosa, note preocupes no te haremos daño, sólo te haremos gozar.- dice uno de los hombres.

Seis.

Siete.

-Que linda pulsera traes.- dice el mismo que me tiene agarrada de la muñeca.

Och...¡O NO LO HICISTE!

Rápidamente me deshago del agarre de aquel hombre y hago mi mano un puño para después golpear incontables veces su estúpido ojo.

-¡¿Que haces?!- grita uno tratando de alejarme de el hombre que esta tendido en el suelo con demasiada sangre en su ojo.

No me importa. Yo se los advertí.

Me alejo y veo a ambos chicos acercandose a mí para golpearme. Lanzan golpes y los esquivo.

Hago mi mano un puño le golpeo cinco veces en las costillas a uno. Este se retuerce de dolor en el suelo.

"Beautiful" H.S. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora